Trevor.
Maxine me esta provocando, no sé si lo hace sin intención porque es muy estúpida, o si de verdad lo está haciendo a voluntad, no sé si se trata de mi imaginación, pero no puedo dejar de verla desnuda sobre la cama, y tengo que alejar esa imagen de mi cabeza, no solo porque es la novia de mi hermano, que es lo que menos me importa en realidad, si no porque somos vecinos, nuestras familias son amigas, y nunca me ha gustado todo ese rollo de mezclar placer con cercanía.
-¿Compraste un nuevo colchón? – le pregunto y ella me mira confundida.
-¿Se suponía que tenía que hacerlo?
Yo suelto un bufido, me llevo un par de dedos al puente de la nariz – ¿Tu acaso crees que vas a para un hotel cinco estrellas? – le pregunto de manera retorica.
-No…
-Tienes que llevar un colchón, nos estamos mudando, Prior, ut
Maxine. -¿Tu es que eres imbécil, idiota, retrasado o que es lo que pasa contigo? – le grito, bajándome del auto que esta ligeramente ladeado.Trevor se queda dentro del auto y parece que estuviera procesando todo lo que le he dicho, se ve lento y tonto, más tonto de lo que ya es por costumbre.-¡Joder Trevor, bájate del maldito auto! – vuelvo a gritar.Miro a mi alrededor y me paso las manos por los brazos, estamos en una carretera interestatal, alrededor de nosotros no hay nada mas que bosque y yo estoy prácticamente sola porque en este momento no puedo considerar a Trevor como una persona, en este momento él es solo un ser vivió al que yo quisiera matar con mis manos por ser tan bruto.-¡Trevor! – sigo gritando, pero él permanece dentro del auto.Maldita sea el momento en el que decidí que él tenia que conducir, deb
Maxine. Yo nunca he estado en un motel, es que nunca lo he imaginado ni siquiera, pero de haberlo hecho estoy segura de que habría sido un lugar mucho mejor que este en el que estamos entrando Trevor y yo. Todo se ve sucio, las paredes, el piso, casi parece sacado de una mala película de terror, me da asco todo el sitio y no quiero ni imaginarme como serán las habitaciones.Mientras llegamos a la “Recepción” pienso en dormir en el auto, pero lo descarto de inmediato porque estamos en medio de la nada, y no sé que es peor, si el motel o el estacionamiento desierto.-Hola – saludo al hombre regordete detrás de un escritorio improvisado – necesito dos habitaciones – le pido.Él levanta una ceja y mueve el palillo que tiene entre los dientes – ¿Dos habitaciones? – pregunta con incredulidad.-Si, dos habitaciones, nosotros no venimos en pl
Maxine.Me despierto con los primeros rayos del sol, intento moverme para alagar la mano y tomar mi celular que está en la asquerosa mesita de noche, pero un peso me impide moverme, parpadeo con fuerza hasta que mis ojos se adaptan a la luz y me doy cuenta de que prácticamente tengo el cuerpo de Trevor encima del mío, el hombre tiene su brazo pesado y musculoso acorralándome y no puedo moverme, y ni que decir de su pierna que está puesta sobre las mías.Tal parece que Trevor decidió utilizarme de almohada. Aunque en realidad eso no me molesta todo lo que debería, su cuerpo desprende calor humano y su piel tersa junto a la mía me hace sentir… extraña, supongo que en una buena forma.Me quedo un rato más allí aprisionada bajo el cuerpo de Trevor, hasta que tengo el presentimiento de que eso que está rozando mi culo por debajo de las sabanas no es prec
Maxine. Termino de organizar mi habitación y suelto un bufido pesado, ¡Por fin terminé! El lugar tiene medianamente orden, la ropa esta colgada en su sitio y mi cama ya está perfectamente hecha, si no hubiera sido porque Trevor se fue hace casi siete horas para Dios sabe dónde, probablemente ya habríamos terminado con el departamento, pero no, aun hay cajas tiradas por todos lados en cada una de las habitaciones, los únicos sitios en donde se puede transitar con normalidad es mi habitación y la pequeña sala del departamento.Me tiro en la cama cansada del largo día y agarro mi celular, hay una notificación en la esquina superior, la abro y me encuentro con un mensaje de Nick.-“¿Que tal va tu día?, preciosa” – el mensaje es de hace dos minutos y Nick está en línea asi que le respondo de una vez.
Maxine. -No vuelvas a tomarte mi leche de almendras, está mañana he tenido que comerme mi cereal seco – le digo a Trevor, que está saliendo de su habitación perfectamente acicalado.-¿Quien? – me pregunta, cogiendo las llaves de su motocicleta.-¿Quién qué?-¿Quién te pregunto?Yo ruedo los ojos, no puedo creer lo infantil que es.-¿Cuántos años tienes? ¿Cinco? – pregunto de mala gana mientras él abre la puerta.Trevor no me responde y por el contrario sale dando un portazo de nuestro departamento, y ¡Si damas y caballeros! Ese ha sido el único tipo de contacto que hemos tenido Trevor y yo en la semana que llevamos aquí, después de la fiesta no hemos hablado de absolutamente nada, a menos que sea para fastidiarnos o reñirnos, y en realidad yo no alcanzo a adivina
Trevor.Me muevo con Maxine al ritmo de la música, me acerco a su cuerpo y lo aprieto delicadamente, me gusta cómo me siento en este momento con ella, no sé de que se trata, no sé si es la tensión que hay entre los dos, pero quiero bailar con Maxine por el resto de la noche.Maxine se pone de espaldas a mi y comienza a moverse sensualmente mientras la gente a nuestro alrededor suelta griticos, vitorea y aplaude nuestros movimientos, Maxine me prende y no sé que tan bueno sea eso.-¿Tu novio sabe que bailas asi? – pregunto con la voz ronca, mientras ella se pone nuevamente frente a mi y enreda sus brazos en mi cuello.-¿Enserio quieres hablar de mi novio justo ahora? – cuestiona mordiéndose el labio.¡No! ¡por supuesto que no quiero hablar de Nick! Puede que sea mi hermano, pero no deja de ser un idiota, aunque ahora que lo pienso, en realidad qui
Maxine. Voy a mi habitación a recoger mi maleta para poder irme del departamento a estudiar, pero cuando voy entrando me choco con un cuerpo desnudo y mojado.-Maxine, lo siento, pensé que ya te habías ido – yo intento responderle, pero la imagen que tengo al frente me desconcentra.Trevor esta completamente mojado, de su cabello negro caen gotas de agua que se deslizan por su pecho, lleva una toalla en el hombro y no entiendo porque no se la pone como las personas normales. Tengo que tragar saliva para recuperar la compostura.-Se supone que la toalla es para que te cubras – le recuerdo, dirigiéndole la palabra por primera vez desde que estuvimos en aquella fiesta.-Pensé que estaba solo – insiste.Yo intento tranquilizar mi respiración, pero mi corazón está acelerado, mi labio inferior está temblando y estoy haciéndome de todos mis esf
Maxine. -¡Trevor! – lo llamo mientras salimos del salón de clase de economía.-¿Qué quieres, Maxine?-Hablar del trabajo, tenemos dos días para hacerlo y deberíamos ponernos…-Si, lo que tu digas, lo vemos está noche en el departamento – suelta, interrumpiéndome y dejándome allí de pie.Veo como su cuerpo alto y musculoso se aleja de mi y maldigo una vez más, ¡Detesto que me haga esto! Odio que me deje hablando sola como si estuviera loca o como si el trabajo no fuera importante para él, después de todo, ha sido él quien me ha elegido como compañera.¡Trevor es frustrante! En todas las formas en que una persona podría ser frustrante.Termino las clases que han sido mas introductorias que otra cosa y voy al departamento dispuesta a dormir un rato hasta que Trevor llegue p