Maxine.
-¡Trevor! – lo llamo mientras salimos del salón de clase de economía.
-¿Qué quieres, Maxine?
-Hablar del trabajo, tenemos dos días para hacerlo y deberíamos ponernos…
-Si, lo que tu digas, lo vemos está noche en el departamento – suelta, interrumpiéndome y dejándome allí de pie.
Veo como su cuerpo alto y musculoso se aleja de mi y maldigo una vez más, ¡Detesto que me haga esto! Odio que me deje hablando sola como si estuviera loca o como si el trabajo no fuera importante para él, después de todo, ha sido él quien me ha elegido como compañera.
¡Trevor es frustrante! En todas las formas en que una persona podría ser frustrante.
Termino las clases que han sido mas introductorias que otra cosa y voy al departamento dispuesta a dormir un rato hasta que Trevor llegue p
Maxine.Busco a Adam por todos lados, pero el hombre parece que hubiera desaparecido de la faz de la tierra.-Tara, ¿Has visto a Adam? – le pregunto.-Lo vi por el carrito de café de atrás – me dice sin mucho ánimo. -¿Te sucede algo?-Si, sucede que los hombres son una grandísima mierda – suelta y se va dejándome con una gran interrogante.-Está bien… – balbuceo mientras ella se aleja cabreada.Voy hasta donde Tara me dijo que estaba Adam y efectivamente lo veo allí, apoyándose en una ventana mientras se mete una línea de lo que supongo que es coca.Yo frunzo el ceño con rabia, no puedo creer que ese sea el hombre por el que Trevor está arriesgando el pellejo.Me acerco sigilosa hasta donde él está y antes de que pueda inhalar la línea de coca, soplo al peq
Trevor. He estado haciéndole la cacería a Maxine desde el jueves en la tarde en que volví a cagarla con ella, sé que fui rudo y que al contrario de haberme cabreado debí haberle agradecido el inmenso favor que le hizo a Adam, pero no puedo dejar de pensar en que ayudar a Adam de esa manera es un error, lo conozco, ha sido mi amigo por tres largos años, y una cosa es intentar protegerlo y otra cosa es salvarle el culo de forma en que él no deba preocuparse.Pero sé que la mierda de Adam no es culpa de Maxine, y es hora de que terminemos con esta pequeña guerra fría que tiene lugar en nuestro departamento.-¿A dónde vas? – le pregunto mientras ella sale arreglada de su habitación.Ella me mira con cara de querer matarme y tal parece que no está dispuesta a dar el brazo a torcer… Creo que me toca hacerlo a mí.-&iques
Maxine.-¡Estas preciosa! – chilla Tara mientras yo termino de alisar el vestido rojo que he comprado con Trevor hace un par de días – Si Nick no te folla está noche, créeme, yo lo hare – suelta y yo me burlo de su comentario.-Gracias por haber venido a ayudarme, no es como si lo necesite, pero lo aprecio – digo y ella rueda los ojos.-Si, sí, yo sé que eres muy ruda para aceptar que me amas como a la única amiga que tienes.Ignoro el comentario de Tara y me doy la vuelta para verme.-Creo que ya estoy lista – yo me pongo de pie frente al espejo de cuerpo completo en mi habitación y sonrío, me veo bastante bien en realidad, el vestido es precioso, las sandalias que estoy usando son elegantes y muy finas, mi maquillaje es más bien sutil y mi cabello cae en ondas de sirena por toda mi espalda, me gusta cómo me veo. &
Maxine. -¡Joder! – grito fuerte, porque de todas formas sé que no hay nadie quien pueda escucharme en medio de todo este bullicio.Es media noche del jueves y a Trevor le pareció una idea genial traer a todos sus amigotes y a gente desconocida para hacer fiesta en nuestro departamento ¡Ugh! No lo tolero, no me gusta la gente desconocida aquí, sobre todo porque tienden a robarse todo lo que hay en mi nevera y orinar en el baño de invitados, y ambas cosas me dan asco, además que mañana es día de semana y debo estar muy temprano en la universidad.Trevor no tiene consciencia de la realidad, Trevor es un desconsiderado y pretendo hacérselo saber.Me pongo una bata rosada sobre la diminuta pijama y me la amarro en la cintura, salgo de mi habitación y le pongo llave por fuera, lo que menos deseo es que personas desconocidas entren a hacer porquerías en mi c
Trevor. -Está noche es muy probable que llegue tarde, por favor no te comas la comida china que deje en la nevera – me pide Maxine mientras se peina el cabello con los dedos.-¿Por qué vas a llegar tarde?-Tengo una cita con un compañero de clases y no sé cuánto me demore.-¿Una cita? – la miro de manera suspicaz.-Si, una cita, un encuentro entre dos personas que quieren conocerse o pasar un rato juntos, hablar, beber algo.-Conozco el proceso – la corto.-Pues bien, tendré una cita.-¿Nick sabe que estas teniendo citas con tus compañeros?-No – responde tajantemente y entonces sale del departamento.Yo apago el cigarrillo que me estoy fumando, dejo la viruta en el cenicero, y no sé qué es lo que me pasa o lo que me obliga a levantarme y salir del departamento, pero casi sin darme cuenta,
Maxine. -¿Enserio? ¿Incluso aquí tengo que aguantarte? – le digo a Trevor mientras entra por la puerta principal de la casa de sus padres.-¡Joder, me lleva el demonio! No sabía que ibas a venir – responde de mal humor – Tara me dijo que tenían planes.-Los cancelé a última hora para estar con Nick.-No lo sabía.-Pues ahora lo sabes.-No voy a devolverme.-Yo tampoco.-Bien.-Bien – respondo – intentare alejarme de ti tanto como me sea posible – siseo frunciendo los ojos.-Perfecto Maxine, por fin estamos en la misma sintonía – él pasa a mi lado y me golpea el hombro, haciéndome daño.-¡Vete a la mierda, Trevor! – grito, sobándome el brazo que ahora me duele.-Por si no te habías dado cuenta, ya estoy allí – Trevo
Trevor. -¿Qué haces aquí, Trevor? – me pregunta Maxine con la voz derrotada.Se ve triste y cuando la veo un poco más detenidamente me doy cuenta de que está llorando en silencio.-Me gusta venir aquí de noche, todo está en calma y puedo pensar – respondo.Ella asiente con la cabeza y sé que no quiere hablar porque no quiere que me dé cuenta de que está llorando, incluso aunque ya sea muy tarde para eso. -¿Qué pasa, Prior? ¿Por qué estás aquí a medianoche y llorando? – pregunto después de un rato de silencio.-Vine aquí a pensar, igual que tú.Su respuesta es demasiado vaga para alguien como ella, a quien se le salen las palabras hasta por los ojos.-Estas muy callada esta noche.-No tengo ganas de hablar – está vez ella sorbe po
Maxine. Oigo que alguien entra en nuestro departamento y deja caer algo al suelo, solo espero que no sea la lámpara del recibidor que recién acabo de comprar, pienso, mientras quien sea que este afuera de mi habitación suelta una maldición.Yo me incorporo en la cama y me apoyo sobre mis codos, tengo sueño, estoy medio dormida, me siento lenta y quisiera poder regresar a dormir, pero no puedo hacerlo con todo el ruido de afuera, parece que hubiera entrado pie grande y no una persona normal.Me tiro de nuevo en la cama y cierro los ojos, pero Trevor abre mi puerta y asoma la cabeza en mi habitación.-Maxine, ¿Estas despierta? – sisea.-Ahora lo estoy – respondo de mala gana, con la voz pastosa.-Bien, bien, muy bien – no sé qué es lo que quiere Trevor, pero tampoco deseo averiguarlo justo ahora, sin embargo él termina de abrir la puerta y