Maxine.
Yo nunca he estado en un motel, es que nunca lo he imaginado ni siquiera, pero de haberlo hecho estoy segura de que habría sido un lugar mucho mejor que este en el que estamos entrando Trevor y yo. Todo se ve sucio, las paredes, el piso, casi parece sacado de una mala película de terror, me da asco todo el sitio y no quiero ni imaginarme como serán las habitaciones.
Mientras llegamos a la “Recepción” pienso en dormir en el auto, pero lo descarto de inmediato porque estamos en medio de la nada, y no sé que es peor, si el motel o el estacionamiento desierto.
-Hola – saludo al hombre regordete detrás de un escritorio improvisado – necesito dos habitaciones – le pido.
Él levanta una ceja y mueve el palillo que tiene entre los dientes – ¿Dos habitaciones? – pregunta con incredulidad.
-Si, dos habitaciones, nosotros no venimos en pl
Maxine.Me despierto con los primeros rayos del sol, intento moverme para alagar la mano y tomar mi celular que está en la asquerosa mesita de noche, pero un peso me impide moverme, parpadeo con fuerza hasta que mis ojos se adaptan a la luz y me doy cuenta de que prácticamente tengo el cuerpo de Trevor encima del mío, el hombre tiene su brazo pesado y musculoso acorralándome y no puedo moverme, y ni que decir de su pierna que está puesta sobre las mías.Tal parece que Trevor decidió utilizarme de almohada. Aunque en realidad eso no me molesta todo lo que debería, su cuerpo desprende calor humano y su piel tersa junto a la mía me hace sentir… extraña, supongo que en una buena forma.Me quedo un rato más allí aprisionada bajo el cuerpo de Trevor, hasta que tengo el presentimiento de que eso que está rozando mi culo por debajo de las sabanas no es prec
Maxine. Termino de organizar mi habitación y suelto un bufido pesado, ¡Por fin terminé! El lugar tiene medianamente orden, la ropa esta colgada en su sitio y mi cama ya está perfectamente hecha, si no hubiera sido porque Trevor se fue hace casi siete horas para Dios sabe dónde, probablemente ya habríamos terminado con el departamento, pero no, aun hay cajas tiradas por todos lados en cada una de las habitaciones, los únicos sitios en donde se puede transitar con normalidad es mi habitación y la pequeña sala del departamento.Me tiro en la cama cansada del largo día y agarro mi celular, hay una notificación en la esquina superior, la abro y me encuentro con un mensaje de Nick.-“¿Que tal va tu día?, preciosa” – el mensaje es de hace dos minutos y Nick está en línea asi que le respondo de una vez.
Maxine. -No vuelvas a tomarte mi leche de almendras, está mañana he tenido que comerme mi cereal seco – le digo a Trevor, que está saliendo de su habitación perfectamente acicalado.-¿Quien? – me pregunta, cogiendo las llaves de su motocicleta.-¿Quién qué?-¿Quién te pregunto?Yo ruedo los ojos, no puedo creer lo infantil que es.-¿Cuántos años tienes? ¿Cinco? – pregunto de mala gana mientras él abre la puerta.Trevor no me responde y por el contrario sale dando un portazo de nuestro departamento, y ¡Si damas y caballeros! Ese ha sido el único tipo de contacto que hemos tenido Trevor y yo en la semana que llevamos aquí, después de la fiesta no hemos hablado de absolutamente nada, a menos que sea para fastidiarnos o reñirnos, y en realidad yo no alcanzo a adivina
Trevor.Me muevo con Maxine al ritmo de la música, me acerco a su cuerpo y lo aprieto delicadamente, me gusta cómo me siento en este momento con ella, no sé de que se trata, no sé si es la tensión que hay entre los dos, pero quiero bailar con Maxine por el resto de la noche.Maxine se pone de espaldas a mi y comienza a moverse sensualmente mientras la gente a nuestro alrededor suelta griticos, vitorea y aplaude nuestros movimientos, Maxine me prende y no sé que tan bueno sea eso.-¿Tu novio sabe que bailas asi? – pregunto con la voz ronca, mientras ella se pone nuevamente frente a mi y enreda sus brazos en mi cuello.-¿Enserio quieres hablar de mi novio justo ahora? – cuestiona mordiéndose el labio.¡No! ¡por supuesto que no quiero hablar de Nick! Puede que sea mi hermano, pero no deja de ser un idiota, aunque ahora que lo pienso, en realidad qui
Maxine. Voy a mi habitación a recoger mi maleta para poder irme del departamento a estudiar, pero cuando voy entrando me choco con un cuerpo desnudo y mojado.-Maxine, lo siento, pensé que ya te habías ido – yo intento responderle, pero la imagen que tengo al frente me desconcentra.Trevor esta completamente mojado, de su cabello negro caen gotas de agua que se deslizan por su pecho, lleva una toalla en el hombro y no entiendo porque no se la pone como las personas normales. Tengo que tragar saliva para recuperar la compostura.-Se supone que la toalla es para que te cubras – le recuerdo, dirigiéndole la palabra por primera vez desde que estuvimos en aquella fiesta.-Pensé que estaba solo – insiste.Yo intento tranquilizar mi respiración, pero mi corazón está acelerado, mi labio inferior está temblando y estoy haciéndome de todos mis esf
Maxine. -¡Trevor! – lo llamo mientras salimos del salón de clase de economía.-¿Qué quieres, Maxine?-Hablar del trabajo, tenemos dos días para hacerlo y deberíamos ponernos…-Si, lo que tu digas, lo vemos está noche en el departamento – suelta, interrumpiéndome y dejándome allí de pie.Veo como su cuerpo alto y musculoso se aleja de mi y maldigo una vez más, ¡Detesto que me haga esto! Odio que me deje hablando sola como si estuviera loca o como si el trabajo no fuera importante para él, después de todo, ha sido él quien me ha elegido como compañera.¡Trevor es frustrante! En todas las formas en que una persona podría ser frustrante.Termino las clases que han sido mas introductorias que otra cosa y voy al departamento dispuesta a dormir un rato hasta que Trevor llegue p
Maxine.Busco a Adam por todos lados, pero el hombre parece que hubiera desaparecido de la faz de la tierra.-Tara, ¿Has visto a Adam? – le pregunto.-Lo vi por el carrito de café de atrás – me dice sin mucho ánimo. -¿Te sucede algo?-Si, sucede que los hombres son una grandísima mierda – suelta y se va dejándome con una gran interrogante.-Está bien… – balbuceo mientras ella se aleja cabreada.Voy hasta donde Tara me dijo que estaba Adam y efectivamente lo veo allí, apoyándose en una ventana mientras se mete una línea de lo que supongo que es coca.Yo frunzo el ceño con rabia, no puedo creer que ese sea el hombre por el que Trevor está arriesgando el pellejo.Me acerco sigilosa hasta donde él está y antes de que pueda inhalar la línea de coca, soplo al peq
Trevor. He estado haciéndole la cacería a Maxine desde el jueves en la tarde en que volví a cagarla con ella, sé que fui rudo y que al contrario de haberme cabreado debí haberle agradecido el inmenso favor que le hizo a Adam, pero no puedo dejar de pensar en que ayudar a Adam de esa manera es un error, lo conozco, ha sido mi amigo por tres largos años, y una cosa es intentar protegerlo y otra cosa es salvarle el culo de forma en que él no deba preocuparse.Pero sé que la mierda de Adam no es culpa de Maxine, y es hora de que terminemos con esta pequeña guerra fría que tiene lugar en nuestro departamento.-¿A dónde vas? – le pregunto mientras ella sale arreglada de su habitación.Ella me mira con cara de querer matarme y tal parece que no está dispuesta a dar el brazo a torcer… Creo que me toca hacerlo a mí.-&iques