Vladimir Sokolov Desperté por un fuerte dolor sobre mi hombro, gemi antes aquel dolor intenso. Me incorporé un poco sobre la cama y al mirar hacia mi lado, me encuentro con la imagen que más deseaba ver. Sarah duerme como un bebé, su cabello esparcido por la almohada, su boca entreabierta y su respiración es tranquila. La observé unos segundos, mirando cada detalle de su rostro. Tiene un lunar sobre su mejilla derecha, no me había fijado en eso. Pero lo que más me sorprendió fue si labio rojo, tenía una herida sobre su labio. Arrugué mi ceño y me acerqué a un más, su pómulo estaba hinchado, morado y rojo. Apreté mis labios con rabia, la ira entraba por mis venas. Alguien la había golpeado, le habían hecho daño y conociéndola, no me lo iba a decir. Pero tengo una leve sospecha de mi hermano, él había cambiado la opinión sobre ella y se volvió más rebelde. Sarah empezó a moverse y abrió sus ojos, esos ojos conectaron con los míos y su sonrisa, se dejó v
Sarah Brown Desperté y la luz del sol, empezó a deslumbrarme, me estiré y me gire, pero Vlad no estaba a mi lado. Me incorporé y miré por toda la habitación, levanté de la cama y fui hacia el baño, pero tampoco estaba. Salí de la habitación y cuando llegue al final de las escaleras, escuché unas voces, una de ellas era de Vladimir y la otra de su hermano. Me acerqué más y les vi discutiendo, hablaban en su idioma y no entendía absolutamente nada. Pero puedo imaginarme, que Vlad le está reclamando lo que me hizo, conociéndole, era imposible para él quedarse callado.Andrei se esta riendo, era como si hiciera gracia todo, como si no le importara nada. Andrei parecía bueno, dulce. Pero no, me equivoqué, es peor que su hermano. Es un ser malévolo, cruel y creo que él fue el culpable de la muerte de su esposa y eso, lo tengo que averiguar y salvar la vida de mi padre. Poner ante los ojos de Vladimir que mi padre es inocente y su hermano el verdadero culpa
Sarah Brown Caminaba por el jardín cubierto de nieve, caminaba como podía entre tanta nieve. Hacia frío, pero me encantaba sentir ese aire fresco, lleno de paz y tanta calma. Mirase donde mirase, estaba lleno de escoltas, entrar aquí, es imposible. Desde esta mañana no sé nada de Vlad, no le vi y sinceramente, no sé en donde anda metido.Creo que no le gustó echar a su hermano ni discutir con él, al fin al cabo, es su hermano. La tranquilidad de este lugar, me encanta, no hay ruidos y eso, es lo mejor de esta casa. Pero extraño a mí familia, a mis padres, a mí amiga. No sé nada de ellos y los necesito tanto, tengo miedo de morir y no verles junto a mi. Vlad no me deja llamarles, me tiene controlada y en cierto modo, es normal. Aunque este más cariñoso y haya cambiado conmigo, no significa que confíe en mi ciegamente. —Señorita. — la voz de un hombre, hizo girarme asustada. —El señor, dice que entre. —Enseguida voy. — el hombre se fue, dejándom
Vladimir Sokolov Llegué al lugar donde fui tiroteado, observé el lugar detalladamente. En un punto del suelo, había un poco de sangre, estaba seca, después de tantos días. Miré a mi alrededor, mirando desde donde me habrían disparado, pero no sabía de dónde vino. No estuve pendiente y jamás me imaginé que me dispararan.Flashbacks.Estaba junto a mi hermano, observando como descargaban la mercancía de cocaína. Trabajan a toda prisa, sin perder ningún detalles. Con mis manos metidas en los bolsillos, mirando a mi alrededor. —Señor, ¿Dónde llevamos el cargamento? — me preguntó uno de los hombres.—A la bodega, Charlie te dirá dónde. — él asintió. Me fui hacia el coche, pero un ardor fuerte perforar mi hombro. Me senté en el suelo y me giré, mis hombre buscaban por todos los lados. Mi hermano se acercó a mi y presionó la herida. Dolía, ardía y la sangre salía a chorros. —¡Ayudadme, joder! — gritó Andrei. —No cierres los ojos. — pero era imposible, l
Hola, mis bellas lectoras. Bueno me paso por aquí por pedir disculpas por el retraso de las actuaciones, hemos estado en una época donde hemos estado malos. Mis hijos estuvieron con gripe y no a la vez, primero uno y luego el otro, después fui yo. Hemos estado malitos y no he podido darles actualizaciones y por eso, os pido mil disculpas. Ya estoy escribiendo el capítulo y espero que hoy tenga el capítulo, perdón otra vez. Besos desde España.
Sarah Brown Mordí mi labio al ver cómo él, obedeció mi orden. Jamás imaginé que lo hiciera, pero también tiene que entender que lo hago por su bien.Él me cuidó, aunque muchas cosas, las tengo prohibidas, pero sé que puedo contar con él, que jamás me dejaría sola. Vladimir sabe cómo cuidarme, cuando me dan los ataques, sabe calmarme. Sabe mirarme a los ojos y relajarme, ahora, me toca a mí cuidarle y obligarle hacer determinadaa cosas. Salí del despacho y en el salón me encontré con María, que doblaba una cortinas. Me acerqué a ella con una sonrisa —Hola, María..— ella se giró y me mostró su dentadura tras aquella sonrisa. —¿Cómo estás? —Hola, mi niña. — me saludó sin dejar de hacer sus cosas. —¿Cómo te encuentras? Vlad a subido a ducharse.—Lo sé, le he obligado, tengo que curar su herida. — María dejó de hacer lo que hacía y me observó, yo me puse nerviosa tras aquella mirada confusa.—¿Vladimir hizo eso? — asentí. —No me lo puedo creer, él jam
Sarah Brown Desperté, la luz del sol se colaba por la habitación. Me giré y Vlad no estaba a mi lado, miré la hora y marcaban las nueve de la mañana.Esté hombre es un madrugador, ¿No se puede quedar más tiempo en la cama?Me levanté y fui al baño, encendí la llave de la ducha y entré en él. Me relajé debajo de la regadera, el agua caía por mi cuerpo, relajando cada músculo de mi cuerpo. Dios, esto es una bendición, me daba una paz y calma.Cuando acabé, me enredé una toalla en mi cuerpo y otra en el pelo. Me miré en el espejo y me noté más delgada, mi rostro marcaban mis ojeras. »Sarah, tu enfermedad sigue avanzando y sintiéndolo mucho, irá a peor. La medicación ayuda, pero cuanto más avanzas, menos efecto hace. Sarah, estás en lista de espera. Tenemos que esperar para tu operación.«Los recuerdos y las voces de mi doctor, penetran mi cabeza. Saber que tenía los días contados, que iba a morir, no es algo que quieras recibir. Disfruto de los dias
Vladimir Sokolov La dejé que llamara a sus padres, no sé porque lo hice, pero ver una sonrisa en sus labios y lo vi. Salí de la casa y fui al polígono, mi escolta me informó que encontró al hombre que me disparó. Aún estoy adolorido por el balazo, me molesta, pero necesito encontrar al culpable. Sé que fue él, pero fue contratado por alguien.Cuando llegué, observé el lugar, no había nadie, todo estaba solitario. Caminé hasta la puerta gris que tenía enfrente, entré y me encontré a un hombre sentado en una silla, con la cabeza tapada y sus manos atadas. Mis escoltas detrás de él, con las manos hacia delante. Uno de ellos, se acercó a él y le quitó el sacó de la cabeza. El hombre levantó la cabeza y parpadeaba seguidamente por la luz, acostumbrándose a la luz. Me observó y le sonreí de lado, caminé hasta él, cogiendo una silla y sentándome frente a él.—¿Sabes quién soy? — él negó, podía ver su miedo en sus ojos. —¿No? Si eres quién me disparó a dist