Arrebatada  Pasión
Arrebatada Pasión
Por: Salyspears
1. ~Mi vecino~

Paseaba sin rumbo por la calle central, miraba todo a mi alrededor con total aburrimiento, — En serio que este día era fatal para mi— La universidad, el trabajo y encima él. Si él mi vecino él que últimamente me tenía con la mente ocupada con sus mensajes sin enviar o quizás ya no tenía ganas de escribirme, sin embargo ayer lo vi, cuando pasaba por su casa estaba de pies mirando su celular quise saludarlo pero no tuve valor, pase caminando a toda prisa y su voz me detuvo en seco.

—Ya ni saludar quieres—Replico con seriedad a lo que fruncí el ceño expectante esperando a ver que más me decia—Muy seria mi vecina.

—No lo creo—Respondi señalando su celular, el lo observo y luego sonrió, mire que empezó a escribir y a los instantes un mensaje entró, diciendo.

—Parece que tu novio ya no te deja chatear conmigo—frunci el entrecejo y sonreí con burla.

—No será al contrario—Comento con sarcasmo, escribo rápidamente y le mando un mensaje—Cuidado es tu mujer la que no permite que saludes a los vecinos.

Note su gesto y luego me saludo con su habitual sonrisa, decidi seguir mi rumbo y de reojo vi que entro dentro de su casa, pero antes escribí rápidamente y nuevamente me entra un mensaje de él.

—Estoy solo, no tengo ni mujer, ni novia, pero me gusta una vecina, hermosa y esta pasando por mi casa.

Muerdo mi labio y niego, quizás habla de otra, volteo a ver por todos lados y no hay nadie, levanto la cabeza y lo veo observándome por su ventana, esta vez me sonroje a lo que negué y seguí caminando a tomar el bus de la universidad.

—Cuídate linda, espero poder seguir chateando contigo.

Sonreí cómo boba, decido responder rápido.

—Esta bien, espero podamos seguir y otra cosa no tengo novio.

Le doy enviar, a lo que el responde rápido.

—Perfecto, espero esta noche podamos conversar un poco, haré todo lo que me pidas.

Vaya, es en serio, uff hacer todo lo que yo le pida, si le pido que me llevé a la luna, será posible que pueda. 

Obvio literalmente. 

Rio para mis adentros y decido dejar de mensajear por ahora. 

Dejo de lado mis cavilaciones para concentrarme en la calle, este dia esta mas caluroso de lo habitual, cruzo la calle rapidamente y sin percatar resbalo con una cascarilla de banano, por suerte unas fuertes manos me sustuvieron de la cintura, avergonzada agradezco pero me quedo de piedra al ver que se trata de Jair mi exnovio.

—Estuviste apunto de caer de bruces, estas bien?—asiento alejándome de su cercania, el sonríe negando.

—Muchas gracias estoy bien. —Exprese bajando la cabeza.

—¿Como has estado?—Pregunto acariciando mi mejilla a lo que quise alejarme, sin embargo no pude, aun me afecta su cercanía.

—Gracias a Dios he estado bien, ¿porque?—Inquiero curiosa

—Digamos que me preocupas, ya sabes después de nuestro rompimiento, he notado que has delgazado, tu pequeña hermana me ha comentado que casi no comes, pasas encerrada en tu habitación.

Pero qué demonios le sucede a Estrella, porque le cuenta mis cosas a este imbécil.

—Piensas que estoy de esa manera por nuestro rompimiento, pues no Jair ya te he superado, no te creas el centro de atención. Hace meses que nos dejamos, ni creas que estoy así por ti—Repliqué firme y sin dejar de verlo a al cara, él negó sonriendo.

—Entiendo que digas eso, sin embargo aún te pienso y te extraño mucho, quisiera que nos diéramos una oportunidad más, quizás mis actos no fueron los buenos, pero por ti puedo cambiar—pidió tratando de persuadirme, a lo que niego sin sentir ni una pizca de sinceridad.

—Ya paso Jair, lo nuestro no funciono, así que estamos bien, tu preferiste a esa Chica. 

—No estoy con ella, nunca la ame, solo fue cosa de sexo.

Reí con sarcasmo, a lo que él me observa con seriedad.

—No lo intentes, así que adiós, tengo cosas que hacer— Repliqué Caminando rápido

—Te amo, okey.

No respondí a nada, ya que no me interesa lo que él piensa ahora. Hace unos meses sufri por lo que me hizo, me engaño con esa chica, que según era su mejor amiga, pero resultó una farza, los amigos se comían  saceando su sed y yo la tonta que pensaba que eran buenos amigos e inseparable, fui una estúpida ilusa, pero ahora soy más viva que él y ella. No me afecta para nada, por ahora mis ojos están fijos en otra persona y ese tiene nombre y apellido.

Sonriendo decido en no ir a la universidad, necesito comprar unas cosas por lo tanto entro al supermercado a comprar lo que me a pedido mi madre, entre mis compras agrego unas latas de mojitos para refrescar la garganta, los necesito para esta noche, quizás consiga valor para realizar mi objetivo en llamar a Federico y confesar lo que siento. 

Llego a casa, dejo todo en la alacena, pongo los mojitos a refrigerar, luego entro a mi habitación, prendo el equipo de música mientras tanto, Edsheeran suena a todo volumen. Entro al cuarto de baño y me ducho dentro de la tina, pienso en todo lo que ha sucedido durante este mes, al empezar mi juegos de chat con mi vecino, Fede es muy serio y a la vez posee una sonrisa real, que hace que mi corazón retumbe hasta el grado de que me de un paro cardiaco. —Se que exagero un poco, pero en fin, se debe ser dramática cuando algo te interes—A Fede, lo conozco desde hace muchos años, en ese tiempo él era rudo tenia su cabello largo, le gustaba utilizabar pañueletas de colores al rededor de su cabeza, realmente se veía como un total delincuente, sin embargo no lo era ya que siempre ha trabajado.

Suspirando dejo de lado a Federico y me concentro en mi baño y necesito concentrarme en mis exámenes finales, me falta pocos meses para finalizar la universidad, pronto seré licenciada en Psicología social, de echo esa carrera fue opcional, ya que en el recinto no hay Escritura literaria, ni diseños gráfico, son las carreras que más llamaban mi atención pero como nunca me fui de mi ciudad natal, no logré estudiar lo que más me gusta, pero en fin, ni modo, se que seré buena en lo que estoy estudiando, eh pasado todas mis pasantillas, han tenido buenos resultados en mis practicas. 

Termine mi baño de una hora, si una hora, de tanto estar metida en la bañera hasta se han arrugado las manos y los pies. Rio para mis adentros.

Al secar mi cuerpo aplico crema para hidratar la piel, luego me pongo mi pijama que es un conjunto de blusa desmangada y shorts corto. Me acosté en mi cama y vi varios mensajes unos de Jair y los otros de mi Vecino, el cual uno de ellos decía.

—Hola preciosa, estoy ansiado de verte—con el corazón a mil sonreí de lado, vaya yo estoy igual, deseo verlo 

—En serio, estamos igual, cuando seria.

Observe que estaba en línea y empezó a escribir.

—Cuando tu quieres, estoy disponible solo para ti Lunita. 

—Waou entonces puede ser esta noche —Propongo a punto de morderme las uñas.

—Esta bien, dime si puedo llegar ya.

Mordiendo mi labio inferior, tecleo rápidamente a mi madre.

—Madre a que hora vienes.

—Iré mañana al mediodía, no podré llegar en la noche, todo bien hija.

—Todo perfecto madre, buenas noches.

Mi madre me mande un emoji y luego sale de línea, le escribo a Federico.

—Puedes venir ahora.

—Espérame unos 10 minutos y yo estoy ahí.

—Esta bien.

Me desconecto del messenger, me levante de mi cama dirigiendo a mi closet, me visto rápido con un vestido negro, dejo mi cabello negro suelto, aplico un poco de labial, después salgo de mi habitación y entro a la de mi hermana, Estrella esta entretenida en su lapto. Sin hacer ruido voy hasta el jardín, abro el portón trasero y lo veo ahí de pies con su habitual pose y sonrisa.

—Ven—Lo llamo a lo que camina con rapidez, se acerca y deje un beso en mi mejilla.

—Hola Luna.

—Hola Federico.

—Estoy dispuesto a todo Cariño.—Asentí acalorada. 

No se si es lo correcto sin embargo deseo prender ese fuego que ha estado dormido por meses, quiero que el lo apagué cuanto antes.

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