Capítulo 30
Ricardo sonrió y respondió:

—Estudié finanzas, ganar dinero invirtiendo es mi especialidad. Si no pudiera ganar algo de dinero para mejorar mi vida, ¿por qué me contrataría Luna International? Solo tú, pequeña tonta, te preocupas tanto que me sigues enviando dinero de vez en cuando.

Ricardo intentó por un momento pellizcarle la nariz como solía hacer cuando eran niños, pero Nina lo esquivó hábilmente. Después de lo ocurrido la noche anterior, Nina se dio cuenta de que ya no eran niños y que muchos de sus gestos infantiles ya no eran apropiados.

—No me pellizques la nariz. Si fuera falsa, la habrías aplastado de tanto pellizcarla cuando éramos pequeños —bromeó con gracia Nina.

Ricardo rió.

—Tu nariz sí estaba un poco achatada cuando eras pequeña. Menos mal que me gustaba pellizcarla.

Insinuaba que la nariz respingona que Nina tenía ahora era gracias a sus tiernos pellizcos.

Al recordar su infancia, Nina sintió una fuerte punzada de nostalgia. Aunque en el orfanato apenas comían carne u
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo