Dan Hot

- Pero de que estás hablando Poe?... Cómo que falta un cuerpo? ... Estás seguro?...- preguntó Intrigado el oficial Santos.

- Claro que sí!!!... Mirá!! , tú me acabas de decir que son diez cuerpos y aquí solo hay nueve y son tres mujeres no cuatro, ahora amigo, hemos trabajado en los casos más extraño pero este , sobrepasó los límites ... - dijo estresado el doctor.

- Uf!!! Justo en la noche llega el nuevo reemplazo, no podré ayudarte desde adentro de la policía para resolver este caso, no queda de otra... Tendré que venir a trabajar contigo... Así que amigo desde mañana seré tu nuevo asistente... - dijo decidido Santos.

 El doctor Poe abrió los ojos de alegría y le dió un abrazo a su amigo.

- Contigo trabajando juntos sé que resolveremos esté caso !!!...- dijo emocionado el doctor.

- Está bien Poe , ahora vamos al entierro del Conde Real, toda la ciudad estará presente y 

después me acompañas a buscar al nuevo...- dijo mientras le daba golpecitos en la espalda.

Los amigos salieron juntos rumbo al cementerio y cómo decía Santos toda la ciudad estaba reunida en el cementerio para darle el último adiós al Conde Real.

La familia de Real estaba reunida en el panteón de la familia, muchos de ellos familiares que habían viajado desde lejos entre ellos Amelia Real, otra bisnieta del Conde. Era una mujer de veinte y cinco años, para algunos ya era vieja para casarse pero ella no perdía las esperanzas, no era tan bonita como sus primas pero tenía un encanto singular, era rubia, muy alta , delgada y ojos de color verdes, le gustaba mucho venir a San Juan de la Luz, adoraba a sus primas, sobre todo a Elizabeth que la consideraba su hermana menor, y se divertía mucho con Caroline y sus locuras.

 Las muchachas al verlas corrieron abrazarla.

- Oh !! Queridas...que desgracia que el abuelo se fuera tan pronto... Pero la vida es tan predecible...- dijo angustiada.

- Prima ... porque no te quedas con nosotros una temporada?...en un mes será mi cumpleaños y quisiera que estuvieras conmigo...- dijo tiernamente Elizabeth.

- Mi hermana tiene razón Amelia, que haces en el campo cuidando a la tía Carlota? Eres joven y tienes mucho que vivir que limpiando los orines de una vieja decrépita ...- dijo con sarcasmo Caroline.

 Amelia abrió los ojos de espanto, su prima era así, sin filtro.

- Eres una traviesa Caroline!!.. Pero sí, me quedaré con ustedes , ya viene el invierno y el campo me hace mal para mis huesos, el asunto es que tendré que venir con la tía Carlota y... limpiar sus orines acá... - dijo en tono de broma.

 En el otro lado del panteón las miraba Silvia y la tía Carlota con enojó, la tía Carlota se acercó a las muchachas y dió un golpe al suelo con su bastón .

 - Parece que están felices por la muerte del abuelo!!...- les dijo con enojó.

- Oh !!! No tía Carlota, estamos recordando algunos consejos del bisabuelo, sobre todo que nos pidió que en su funeral no estuviéramos tristes , el no querría vernos del más allá llorando...- dijo Caroline con tono sarcástico.

 La tía Carlota la miró con enojó y volvió a golpear el suelo con su bastón.

- Basta!!... Comportarse como las bisnietas del Conde Real es un deber, ahora dejen de hablar y derechas !!!... Les ordenó su tía.

Las tres muchachas obedecieron y se quedaron calladas y serías mientras comenzaba el sepelio.

 El doctor Poe y el oficial Santos, comenzaron a observar a los asistentes con detenimiento.

- Parece que todo el pueblo está aquí, la mitad de ellos admiraba al Conde Real y la otra mitad lo despreciaba...- dijo el doctor Poe.

El oficial Santos lo miró con curiosidad.

- Porque? Tú sabes porque esa dualidad?...- preguntó con curiosidad Santos.

- Bueno, se dice que en la revolución , él apoyo a Napoleón y entregó algunos realistas entre ellos la familia Miroslav, ellos eran amigos y se dice que él los entrego a los soldados de Napoleón, la verdad no se supo nada de ellos, hasta ahora, llegó un rumor de un bisnieto que vivía en Italia, pero son rumores...- dijo cansado el doctor.

Después del entierro la gente comenzó a retirarse, las muchachas recibían las condolencias de las personas, sin darse cuenta que estaban siendo observaba por unos ojos rojos lleno de perversidad, Elizabeth sintió un escalofríos en su cuerpo, sintió que la miraban con intensidad, comenzó a mirar por todos lados pero no vió a nadie 

 El doctor Poe y el oficial Santos fueron al puerto a buscar al nuevo oficial.

Al llegar vieron a un joven de unos veinte y cinco años, alto de pelo rizado rubio y de ojos azules , se veía que esperaba alguien, cuando vió acercarse a los dos hombres, se sacó su sombrero de punta y los saludo de forma formal.

- Es usted el oficial Santos?...- preguntó de forma sería.

- Si joven...y usted es ?- preguntó Intrigado.

- Permítame presentarme, soy Dan Hot, su reemplazo señor...- dijo con tono reverente.

Los dos hombres lo miraron con curiosidad, se veía más joven de lo que aparentaba.

- Que sorpresa !! Nunca pensé que sería tan joven, pero bueno, le presentó al doctor Poe, él es el forense de nuestra ciudad, nos ayudado mucho a revolver algunos crímenes...- dijo presentando al doctor.

El joven le extendió la mano con respeto al doctor.

- Es un placer conocerlo doctor, su reputación lo precede, será un honor trabajar con usted doctor...- dijo sinceramente el joven.

- El placer es mío oficial Hot y si espero que trabajemos juntos de forma fraternal..- dijo con una sonrisa amigable.

- Bien oficial lo llevaré a su nueva residencia, debe estar cansado...- dijo Santos.

El joven asintió con la cabeza y siguió a los dos hombres al carruaje.

- Oficial Santos...escuché una historia en el barco, quizás ustedes me pueden aclarar si es cierto...- mencionó el joven.

Los dos hombres se miraron confundidos.

- Que historia le contaron?...- preguntó Intrigado Santos.

 - Que hace unos días se encontraron unos cuerpos en la calder

a del barco, es cierto esa historia?...- preguntó Intrigado Dan Hot 

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