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🔥 CAPITULO 2🔥

Narra Alessandra

Atenea: Vamos, por favor, solo una, si no te gusta no insisto más.

Aquí vamos de nuevo, lleva insistiendo mucho tiempo para que tenga una cita y ahora el chico con el que salió el otro día tiene un amigo... guapo, vamos a decirle.

Y según Ate me va a gustar, me mostró una foto, es... lindo, alto, cuerpo promedio, pelirrojo, ojos verde esmeralda, ni muy pobre ni muy rico, eso no me interesa en lo más mínimo.

No es mi tipo.

En realidad no sé cuál es mi tipo, pero no es pelirrojo, no es definitivamente un chico al que necesita de un amigo para buscar una mujer que quiera una cita con él.

Y absolutamente no es él.

Pero no puedo negarle mi ayuda a Ate, porque no solo sería yo en la cita, QUIEREN UNA CITA DOBLE, ¿en qué maldito planeta esas cosas terminan bien?

Atenea: Por favor, por favor.

Junta sus manos suplicando y me hace pucheros.

La m*****a siempre me convence cuando hace eso.

Alessandra: Bien.

Digo derrotada.

Atenea: ¡Sí! Ponte un vestido bonito.

Alessandra: Sabes que eso no va a pasar.

Se encoge de hombros con una sonrisa.

Atenea: Tenía que intentarlo, eres hermosa Aless, no es malo mostrar lo que eres, y si te miran los ignoras, no dejes que sus miradas te incomoden.

No me interesa que me miren, me incomoda el tipo de mirada que me dan, cómo si solo fuera un culo el cual follar.

Viví dos años con esas miradas y nunca me gustaron, ni me van a gustar.

Izan: Ponte la ropa que gustes, que si te miran yo los mato.

Puta costumbre que tienen estos gemelos de andar escondidos por toda la casa.

Atenea: ¿De dónde saliste?

Izan: De aquí y allá —se encoge de hombros— ¿A dónde van?

Atenea: No te importa.

Izan: ¿Por qué no nos invitan?

Me encantaría, aunque nos peleemos y jodamos, creo que son los únicos hombres con los que me siento en total confianza.

Podría estar desnuda, que ellos no me van a tocar o mirar si yo no lo permito.

Atenea: Porque es una cena de mujeres.

Con citas, pero no le puedo decir eso, se ponen tan malditamente locos cuando ven a Ate con un hombre.

Izan mira mi rostro buscando un indicio de mentira, no lo es, es una cena de mujeres, bueno, es la mitad de la verdad, eso cuenta ¿No?

Izan: ¿Qué es eso?

Señala mi celular que estaba desbloqueado con... la foto del pelirrojo.

Alessandra: ¿Eres bruto? Un celular, no sé si lo conoces, pero es táctil, pueden enviar mensajes, llamar, sacar fotos, entrar a redes sociales.

Izan: ¿Te crees muy graciosa? —acerca su rostro al mío hasta que nuestras narices se rozan y su aliento se mezcla con el mío— ¿Qué es esa foto, porque está en tu celular y quién es él?

¿Pensará que es la cita de Ate?

Debe ser, si no, por qué otra razón estaría tan furioso.

Alessandra: Es... la foto de un chico, pero no te preocupes, no es nada de tu hermana, es... es... ¿Mi cita?

Izan: ¿Es o no es tu cita?

Alessandra: Sí.

Contestó con más confianza, a lo que Ate se pega con la palma de la mano en la cabeza.

¿La cagué? Pero ¿por qué? Si no dije que ella también iba a la cita

Las fosas nasales se le ensanchan y aprieta la mandíbula.

Izan: ¿Ibas a ponerte un vestido para él?

Atenea: Yo le dije que lo haga, y a ti, no tiene por qué importarte lo que se ponga.

Izan: ¡Deja de decirle que se ponga vestidos para otros hombres! Ella es hermosa con todo lo que se ponga y si alguien dice lo contrario que se considere muerto.

Huy, creo que tengo que ir a verme los oídos, me pareció escuchar que me dijo hermosa.

Sin que los hermanos me vean me doy golpecitos en las orejas, sigo igual, eso quiere decir...

¡Me dijo hermosa!

¿Está mal que eso haya hecho latir un poco mi corazón? Si está supermal, no puedo pensar en esas cosas.

Ellos son familia y unos mujeriegos de cuarta, bueno, eso dicen, no han traído a ninguna mujer aquí.

¿Por qué sigo hablando en plural? No hay ellos, ni siquiera hay un él.

Me escapé de la habitación de Ate mientras ellos seguían discutiendo, antes de seguir pensando incoherencias prefiero ir a visitar a Tom.

Voy por los pasillos de la casa hasta llegar a su estudió, no quiero ver algo que me deje traumada de por vida, así que golpeó la puerta.

¿Qué? Vi en un documental el otro día, que los adolescentes de 15 años son propensos a masturbarse varias veces al día.

"Entre" lo hago, ahí está Tom, sentado frente a un lienzo enorme cubierto de pinturas, formando la silueta del perfil del rostro de una mujer, pero la silueta está formada por la ciudad y el mar.

Las dos cosas preferidas de Ate...

Hermoso, como todo lo que hace.

Tomasso: Aless, ¿Qué sucede porque te escondes aquí?

Me conoce tan bien.

Alessandra: ¿No podía venir a ver a mi hermanito porque lo extrañaba?

Me mira a los ojos como diciendo ¿estás de broma?

Alessandra: Bien, sí, me escapé de dos de los trillizos.

Tomasso: ¿Por qué?

Alessandra: Son muy intensos juntos.

Nos reímos, ese trío vive haciendo quilombos por toda la casa.

Tomasso: ¿Se estaban peleando otra vez?

Alessandra: Así demuestran su amor.

Y m****a que lo hacen, varias veces al día, por no decir todo el día.

Alessandra: ¿Quién es?

Preguntó refiriéndome al cuadro que está pintando, aunque ya sé la respuesta.

Tomasso: Mi musa.

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