Akio: Es un placer conocerte, ¿Vienes a comer aquí seguido?
Me preguntó girando su cabeza viendo todo el puesto, es un carro que tiene una plancheta encima de una hornalla conectada a un tubo de gas y una freidora conectada en el mismo tubo.
Alessandra: La verdad es que si, el señor Franco hace las mejores hamburguesas de Sicilia.
Contestó con una sonrisa amistosa.
El señor Franco me hace una seña avisándome que mi pedido está listo.
Alessandra: Ya está mi pedido, nos...
...: ¡Preciosa!
Por el apodo diría que es Izan, pero lo que me lo confirma son sus ojos el izquierdo gris y el derecho azul, su copia lo tiene al revés.
Akio: Disculpe, ¿lo conoce o necesita ayuda para algo?
¿Dónde estaba la gente así cuando me secuestraron? Cuando gritaba por ayuda nadie me preguntaba si los conocía, todos asumieron que eran familiares y yo era muy rebelde.
Alessandra: Sí, descuide, lo conozco.
Izan: Preciosa, la enana me mandó a buscarte, dijo que estabas un poco incómoda hoy, ¿Te sientes bien? ¿Te llevo al médico? ¿Es muy grave? ¿Te duele?
Esa vieja bruja, ¿cómo supo que con el único que estaba bien era él?
Izan: ¿Quién es él?
Alessandra: Cálmate exagerado, estoy bien, ves —doy una vuelta para que vea mi cuerpo sin ningún rasguño— no tengo nada.
Izan: ¿Qué le pasó a tu mejilla?
Alessandra: Nada importante, ya me ocupé.
Me pareció escuchar un «Y cómo», pero cuando veo al hombre está callado y observando todo atento.
Alessandra: Oh, él es Akio.
Izan: ¿Akio?
Akio: Sí.
Izan: Te me haces conocido, ¿Eres de por aquí?
Akio: No, no, llegué hace una semana, soy de Japón.
Alessandra: Oh, eso es genial, yo tengo un viaje allí el mes que viene.
No sé por qué lo dije, pero salió sola la información, no es como si les importará.
Izan: Sí, es verdad, yo voy contigo, Ate no puede, tiene un viaje a Colombia.
Sonrió con eso, no me molesta el gemelo, pero no es por eso, me alegra que Ate vaya a ver a Junior, ha estado un poco tensa su relación, lo que sea que signifique para ellos.
Siempre diré que tienen que estar juntos, pero ellos hicieron un pacto, algo de esperar a alguien o algo, no sé, pero mientras, harían sus vidas libremente.
Claro que esta información no la tiene nadie más que yo.
Akio: Bueno, si no estoy de viaje de negocios para ese momento, puedo enseñarles la ciudad.
Izan: No es necesario, yo la conozco.
Si Addy los ha llevado allí, cuando hizo tratados con el jefe de la Yakuza, tengo entendido que tiene que ir de nuevo, ya que el actual jefe es muy viejo y le va a dejar el mandato a su hijo.
Del cual desconozco todo.
Izan: ¿Ese es tu pedido?
Alessandra: Sí, agárralo y vamos, que Tom las debe estar olfateando desde el estudio.
Izan: Son tan iguales que asustan a veces.
Alessandra: Hombre, tienes un gemelo y una melliza y te asustamos nosotros, me avergüenzas, Adiós Akio fue un gusto.
Me saluda moviendo su mano de derecha a izquierda y me voy con mis preciadas hamburguesas.
Izan: ¿Lo habías visto antes?
Alessandra: No, es la primera vez que lo veo, pero es raro, no me incomoda su presencia, ¿Debe ser algo bueno no?
Izan: Si tu cuerpo no lo rechaza es bueno, preciosa, todo lo que te haga sentir cómoda lo es.
Dejamos la conversación hasta ahí y volvemos a la casa, le dejo 3 hamburguesas a Tom en el estudio y el resto me lo llevo a mi habitación, invite a Izan a ver una película así que las vamos a comer.
Sé que se niega a admitirlo, pero le encanta la comida del señor Franco.
Izan: ¿Qué vamos a ver?
Alessandra: ¿Avatar?
Izan: ¿La uno o la dos?
Alessandra: La segunda, por supuesto.
Asiente y se acuesta en mi cama dejándome un lugar a su lado. Me acuesto lento, viendo las reacciones de mi cuerpo, siguiendo su consejo.
"Si tu cuerpo no lo rechaza es bueno, preciosa, todo lo que te haga sentir cómoda lo es."
Sigo hasta que estoy tumbada a su lado, de costado, prácticamente pegando mi cuerpo al suyo, él no se mueve ni más cerca de mí ni más lejos, está ahí paciente viendo lo que hago.
Agarró su mano que está a mi espalda y la pasó por encima de mí, sobre mi cadera hasta dejarla apoyada en mi vientre.
Espero que mi cuerpo se tense, le agarre pánico o empiece a temblar, pero no lo hace.
Alessandra: ¿En serio quieres ser mío?
Izan: Nada me hacía más feliz.
Alessandra: ¿Aunque lo más lejos que podamos llegar es a este tipo de abrazos en mucho tiempo?
Izan: Me encanta poder tenerte así.
A mí me gusta poder sentirte así.
Izan: ¿No te hace incomodar esto?
Habla de él apoyado en mi espalda y su brazo en mi vientre.
Alessandra: No.
Izan: ¿Y esto?
Apoya su rostro en el hueco de mi cuello, siento su respiración en mi piel y los vellos se me erizan, pero no me incomoda o asquea.
Alessandra: No.
Izan: Me alegro, ¿Ahora podemos ver la película o seguimos haciendo experimentos?, Oye, no me quejo lo que tú quieras, pero a mí me alcanza con tenerte así en mis brazos.
Alessandra: Vamos a ver la película.
Se ríe y me da un beso en la mejilla antes de volver su rostro a mi cuello.
Es inquietantemente delicioso el roce de su piel con la mía y las leves caricias que hace en mi vientre me calman.
1 mes más tarde...Narra IzanHoy salimos en el jet de mi madre a Japón, Aless tiene una presentación en una academia culinaria, es la invitada de honor en una clase especial de mochis. Que son unos pastelitos rellenos cocinados al vapor, son muy ricos, pero lo que más me gusta que cocina son los cupcakes. Hace unos de chocolate que tienen un relleno de crema de dulce de leche que matan. Y últimamente para la bronca de mis hermanos, soy al único de los tres al que se los hace, lleva un mes haciéndoles la vida imposible. Si le hablan los ignora, si entran a una habitación ella se va, si cocina algo les convida a todos menos a ellos dos. Isaac está que hecha humo por los oídos, escuché a nuestros padres quejarse de que trata a todos mal en la empresa de mi madre. Y mi copia, que decir de él, no está encabronado como el mayor, está dolido, quería que nos acepte a los tres. Pero ellos se lo buscaron, no entendieron a las buenas que ella no va a ser tratada como objeto, según ellos s
Narra AlessandraLo llamé mi novio. Bueno, es lo que quiero. ¿Él lo querrá? No le pregunté antes de decirlo. Tampoco lo negó y dijo, mi preciosa novia, ¿Se estaba burlando? ¡Ah! Alessandra: Izan, yo... este... Estoy nerviosa, ¿Qué se supone que haga si me dice que no quiere? No podría volver a mirarlo. Izan: ¿Quisiste decir lo que dijiste? ¿Que si quería? Joder, me moría por hacerle saber al mundo que es mío y no entiendo de dónde salió ese sentimiento posesivo. Mío, esa palabra hace bombear más rápido a mi corazón, un escalofrío me recorre la columna y una incomodidad desconocida se instala en mi entrepierna. Alessandra: ¿Tú quieres? Izan: Joder, preciosa, sí. Alessandra: Menos mal, porque estaba considerando decirle a tu mamá que me cambie el nombre y me desaparezca donde no pueda volver a verte por la vergüenza. Izan: ¿Segura que quieres que sea tu novio? No me pasa desapercibido que dijo ser tu novio y no, ser mi novia. Alessandra: Segurísima. Izan: ¿Y cómo te hace
Narra IzanAlessandra: Es... hermosa. Nunca habían dicho eso de mi polla, pero no me molesta en lo absoluto viniendo de ella. Izan: Y tuya. Recalcó eso, necesito que sepa que siempre lo será, desde el momento que me aceptó, soy suyo en cuerpo, corazón y alma. Nadie podría reemplazarla, ni siquiera llegar a igualarla, la vida no tendría sentido sin ella. Alessandra: ¿Puedo tocarla? Puta madre, puedes hacer lo que quieras con ella, eso quiero decirle, pero lo que digo es: Izan: Sí preciosa. Se acerca más a mí en la cama, me senté apoyado en el respaldo con las piernas estiradas cuando termine de bajarme el pantalón y el bóxer. No quiero que se asuste y si eso significa romperme las muelas, para que cuando se acerque no intente que sus labios me rocen la polla, que así sea. Pone su pequeña mano rodeando el ancho y con curiosidad hace hacia abajo y después hacia arriba y unas gotas de pre semen salen de la punta. La desparrama por la cabeza con el pulgar y se lo chupa cuando ter
Narra AlessandraIzan: Bonita, Tengo que ir a buscar unos papeles a la empresa para llevarlos al despacho, ¿Quieres ir conmigo? Ese no es el apodo que usa mi novio, pero es él, su ojo izquierdo es gris y el derecho azul, es claro que es él, pero él nunca me dice así. Alessandra: ¿Bonita? Izan: Es lo que eres. Alessandra: ¿Qué pasó con el, preciosa? Izan: Eres todo eso y más, preciosa, bonita, hermosa, el amor de mi vida. Me olvidé de todos los apodos que me dijo y me centré en lo último. El amor de mi vida. No me había dicho eso. Izan: ¿Vamos? Alessandra: Claro. Me agarra la mano y una nueva electricidad me recorre el brazo, ya lo había agarrado así, pero se sintió diferente esta vez. Seguramente solo es mi mente enloqueciendo. Nos montamos en el auto y nos llevó hacia la empresa de tecnología de Addy. Es probable que me crucé con Isaac o Iker, no me apetece hacerlo hoy, los he estado ignorando varias semanas, y cuando llegamos de nuestro viaje hace una semana no aparecie
Narra IkerVeo a Aless limpiarse las lágrimas antes de que la puerta se cierre y mi sangre hierve. Isaac: ¿¡Por qué te llamó Izan y por qué usas lentillas!? Iker: ¡Qué hace esta mujer todavía aquí! Secretaria: Este es mi lugar de trabajo. Estúpida, todavía se da el tupé de hablarme. Iker: Ya no tendría que serlo, hace mucho, mucho tiempo, así que me preguntó hermano, ¿Qué hace aquí? Isaac: Ninguna de las seleccionadas por recursos humanos hace bien su trabajo. ¿Cómo la gente dice que este hombre es inteligente O ser ignorado por Aless lo hizo estúpido? Iker: ¿Te refieres a recursos humanos donde el jefe es Davide Ferrara, el amante de esta mujer? Secretaria: ¡Mentira!, Isaac yo jamás te haría algo así, tenemos algo lindo juntos. ¿Se gana el Nobel a la más estúpida o a la más inteligente? Isaac: Sasha, nunca tuvimos ni íbamos a tener nada, te follé dos veces porque estaba borracho y fue hace meses, ni siquiera me acuerdo si llegue a follarte, solo sé que desperté en tu casa,
Narra AlessandraLas cosas han estado tensas en la casa últimamente, Ate no ha vuelto de Colombia, mis padres andan a los gritos junto con Addy y sus psicópatas. A los únicos que no he visto gritar es a los tres hermanos, en realidad no les he visto directamente, desde el día que fui a la empresa. También he sentido a alguien seguirme cuando hago mis escapadas a las peleas, no sé por qué mi mente evoca a mi tío, bueno, el que era eso. Pero es el único que podría hacerme daño o querer más plata, son dos opciones válidas, por qué hasta donde recuerdo no le he hecho mal a nadie. Así que aquí estoy, golpeando la puerta del estudio de Tom, por qué necesito asegurarme de que no va a odiarme después de cumplir con la decisión que tomé en la mañana. Tom: Pasa Aless. Entró y lo encontró haciendo un boceto del bosque que le fascina a nuestra madre. Alessandra: ¿Cómo sabías que era yo? Tom: Nadie viene, solo tú y Ate, ella no está y tampoco golpea, aparte tú golpeas dos veces con una paus
Narra AkioHace un poco más de un mes que una mujer me obsesionó como ninguna antes. Jamás me había importado una, solo eran folladas de una noche o nada, pero no con ella. En el momento en que la vi ignorar el tamaño y el poco prestigio que mi luchador había ganado, supe que ella sería mi más grande obsesión. Y cuando se consagró ganadora lo confirme. Sería la perfecta reina de la Yakuza, solo había un problema para eso, yo ahí no soy el líder, y mi madre que no sé cómo sé enteró de ella, no la aprueba. No entiendo cómo mi madre, Hiroko Shimizu, se dio cuenta, solo había visto a Alessandra tres veces y con extrema cautela para que no se enterará. Después de que volví a Japón al otro día de encontrarla por "casualidad" en la hamburguesería, dos de mis hombres más fieles y discretos la siguieron, me decían a dónde iba, con quién, si alguien se acercaba. Me desconcertó saber que ella era militar, también qué es familia de dos de las mujeres más poderosas en la mafia, que no son n
Narra AkioAlessandra: ¿Quieres que te cuente qué carreras estudié? ¿No? Bueno, como no me importa lo que digas, te voy a decir de igual modo, hice pastelería, repostería, panadería, chef y la que más te va a gustar, militar, sabes, hay varias torturas que se usan para asustar a los nuevos cadetes. Alessandra: Normalmente las usan para medir su valía o asustarlos para que abandonen, mi favorita es la eléctrica, pero contigo empezaremos desde la que menos me gusta >> Estoy tan fascinado por lo que hace y dice que no me doy cuenta de que eligió el martillo. Alessandra: El martillo lo utilizaban para romperle las rodillas a los cadetes y ver si volvían después del alta, vamos a ver cuántos martillazos aguantas antes de suplicar. El primero llega con poca fuerza, pero eso no evita que lo haga sisear e insultar por lo bajo. Muero de ganas de escucharlo suplicarle a la niña. El segundo va con más fuerza que el anterior, se lo pegó en la otra pierna y el impacto afectó como ella quería