Narra Izan
Estoy cabreado y quiero matar al bastardo que incómodo a Aless, no debió poner ese brazo ahí, menos sin preguntarle.
Si ya por ponerlo me enojo, estoy furioso porque ni siquiera le pregunto y no la soltó cuando notó que la incomodaba.
Esto es la m*****a culpa de mi hermana, siempre anda metiendo en problemas a Alessandra.
Y ahora está aquí, en medio de un restaurante vacío, tan mojada que los pezones se le marcan en la blusa, buscándonos porque sabe que fuimos nosotros los que activamos los extintores.
Claro que no se quedó por la m****a de ayudar, que le dijo a esos idiotas que la menospreciaron, ella no ayuda a nadie que no sea su familia.
Porque a ella nadie la ayudó cuando lo necesitó.
Alessandra: Salgan, no hace falta que se escondan, ya sé que fueron ustedes.
Iker: ¿Quién dijo que nos escondemos?
Alessandra: ¿Cómo le llamas a ponerte detrás de unas columnas?
Izan: ¿Distracción?
Abre grande sus ojos al entender y mira hacia todos lados.
Alessandra: ¿Dónde está el que falta?
Isaac: Aquí.
Susurra a su espalda.
Se lleva la mano al pecho del susto mientras lo insulta en voz baja.
Alessandra: ¿Era necesario mojarme para echar a los hombres que están cerca de tu hermana?
¿En serio piensa que hacemos todo esto por Atenea? Joder, mi hermana ya es mayor, tiene su vida.
Y malditamente sabe que no le diremos nada, por esa razón lleva a Aless con hombres, para jodernos la existencia.
Atenea ya está mayor y después de descubrir que a la larga o a la corta terminaría con Junior, dejo de molestarnos con quien se vería, porque terminaría con un buen hombre.
No, no los vamos a obligar a estar juntos, ni tampoco es por el acuerdo, se quieren, solo no saben cómo dejar de ser amigos.
Iker: Te ves exquisita mojada, bonita.
Sé que vio lo mismo que yo, pero en el momento en que nos dimos cuenta de que mirábamos fijamente sus pezones nos obligamos a mirarla a los ojos.
Isaac: ¿Por qué estás en una cita?
Alessandra: Quería conocer un hombre.
Miente, frunce apenas la nariz cuando lo hace, es apenas perceptible, solo alguien que la ha mirado fijo durante mucho tiempo se daría cuenta.
Ella no quería estar aquí, pero mi hermana la convenció, estoy seguro de eso.
Isaac: Intenta de nuevo, ángel, y sin mentiras.
Frunce el ceño y se cruza de brazos, ruego que mis ojos no bajen hacia sus pechos ahora levantados por la presión.
Alessandra: Es la verdad, quería conocer un hombre, quizás tener sexo después de mucho tiempo.
Miente, pero igual me enoja lo que dijo.
Y soy un maldito hijo de puta, porque yo lo tengo o lo tenía, no he tocado a una mujer desde que nos propusimos al fin tenerla para nosotros hace tres meses.
Iker: No necesitas conocer hombres.
Alessandra: ¿Por qué no? Ustedes tienen mujeres, Atenea y yo podemos tener hombres.
Isaac: No, putamente no busques otros hombres.
Alessandra: ¿Si saben que no son mis padres y que ya estoy grande no? En algún momento me voy a casar, tener hijos.
Podemos darle todo eso y más.
Pero tenemos que ir lento, no queremos abrumarla y que se asuste.
Isaac se acerca más a su espalda chocando su cuerpo con el de ella, supongo que por cómo abrió los ojos Aless, le apoyo la pelvis en sus nalgas.
Menos mal que es el más calmado de los tres.
Por suerte no se asustó y no se alejó.
Alessandra: ¿Qué... qué haces?
Isaac: Te demuestro que no necesitas otros hombres, nosotros podemos ser lo que buscas.
Iker se acerca por el frente y acaricia su mejilla, está lo suficientemente lejos como para que su erección no se le apoye en el vientre bajo.
Acerca más la parte superior de su cuerpo y le da un corto beso en la comisura de los labios.Se sonroja y me mira a mí en busca de ayuda, pero no decido qué ayuda, ¿Quiere que me acerque? O ¿Quiere que la saque de ahí?
Alessandra: Son mi familia.
Izan: Y es la razón por la que sabes que ninguno de nosotros va a lastimarte.
Parpadea varias veces y algo se presenta en sus ojos, algo que nunca había visto, decepción.
Alessandra: ¿Me trataron bien solo para follarme?
¿De dónde sacó esa pelotudez?
Iker: ¿Qué? ¡No!
Isaac: No queremos follarte, ángel.
"Todavía no" se traga las palabras.
La queremos para mucho más que eso.
Alessandra: ¿No soy tan linda como las mujeres con las que están?
¿Lo está haciendo a propósito?
Izan: Eres la mujer más hermosa que hay en este mundo.
Alessandra: ¿Por qué me hacen esto? Les prometo que no saco más a Ate con hombres, pero no me digan esas cosas.
Isaac: Sabemos que la que te saca es ella, ángel, no nos veas como estúpidos, no es a ella a la que no queremos ver con hombres cerca, es a ti.
Alessandra: ¿Por qué?
Izan: Eres nuestra, preciosa.
Iker: En el momento en que cruzaste la puerta de la casa sellaste tu destino, bonita.
No fue tan así, si nos cautivó con su sola presencia, en el momento en que sus tormentosos y negros ojos se posaron en nosotros, sabíamos que estábamos jodidos por ella.
Pero estaba tan mal, que decidimos que de la única forma en que la íbamos a tener era como familia, así que la cuidamos, la apoyamos, la amamos a la distancia y la vimos renacer.
Todo cambió el día en que un hombre se le acercó a pedirle el número, mientras comíamos, algo en nuestro cerebro hizo clic, nos hizo darnos cuenta de que podríamos perderla.
Isaac: Siempre has sido nuestra, ángel, solo no te habías enterado.
No le asquea el «eres nuestra» como lo hizo cuando el estúpido pelos de zanahoria se lo dijo, ¿Eso es bueno no?
Si lo rechaza, no sé ellos, pero tengo un plan de contingencia.
Si no es mía... seré suyo.
Narra AlessandraEstán locos, completamente locos. Izan: Eres nuestra, preciosa. Iker: En el momento en que cruzaste la puerta de la casa sellaste tu destino, bonita. Isaac: Siempre has sido nuestra, ángel, solo no te habías enterado. Están desquiciados, esto está mal, completamente mal. ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué me ponen esos apodos que hacen latir mi pequeño corazón? ¿En serio pueden amarme? ¡No! ¡Me niego a dejarles las cosas fáciles!... Que comience el juego. Alessandra: Yo no soy de nadie. Isaac: Eres nuestra. Es inquietante lo mucho que me desagradaron esas palabras en la boca de los otros tipos y lo poco y nada de la de ellos. Alessandra: Nunca. Izan: Preciosa, no voy a hablar por mis hermanos —estos lo miran mal, está haciendo algo que no acordaron— pero permíteme a mí, ser tuyo. Ser tuyo. Es la primera vez que alguien me dice eso, y no puedo negar lo que me gustó. Por primera vez en mi vida, no soy de nadie, alguien quiere ser mío. Izan: Permíteme ser
Narra AlessandraYa pasaron dos días y no he visto a ninguno de los hermanos, sé que me están dando espacio, que no pedí. Pero eso no va a arruinar el buen humor que tengo, mi madre al fin decidió darle sepultura a María. Se despertó con la loca sensación de que su amiga ya fue vengada, no hace 7 años cuando incendió el prostíbulo y mató al padre de mi saco. No cuando le cortó los dedos de la mano derecha, no cuando fileteo sus nalgas, tampoco cuando le cortó las orejas y le perforó los tímpanos para que no pueda escuchar las voces de mis padres. Ni siquiera después de ser usada durante casi siete años como saco de boxeo y tiro al blanco, la cuenta de mi madre se sentía saldada, pero hoy sí. María va a tener el privilegio de tener a cuatro personas de la familia vaciando sus cargadores en ella hoy. Mi madre, mis padres, Mattia y Matteo y por supuesto yo. Ya estamos fuera de su jaula esperando que salga. ¿Olvide decirles que antes de que la dejarán sorda se le obligó a aprender
Narra AlessandraAkio: Es un placer conocerte, ¿Vienes a comer aquí seguido? Me preguntó girando su cabeza viendo todo el puesto, es un carro que tiene una plancheta encima de una hornalla conectada a un tubo de gas y una freidora conectada en el mismo tubo. Alessandra: La verdad es que si, el señor Franco hace las mejores hamburguesas de Sicilia. Contestó con una sonrisa amistosa. El señor Franco me hace una seña avisándome que mi pedido está listo. Alessandra: Ya está mi pedido, nos... ...: ¡Preciosa! Por el apodo diría que es Izan, pero lo que me lo confirma son sus ojos el izquierdo gris y el derecho azul, su copia lo tiene al revés. Akio: Disculpe, ¿lo conoce o necesita ayuda para algo? ¿Dónde estaba la gente así cuando me secuestraron? Cuando gritaba por ayuda nadie me preguntaba si los conocía, todos asumieron que eran familiares y yo era muy rebelde. Alessandra: Sí, descuide, lo conozco. Izan: Preciosa, la enana me mandó a buscarte, dijo que estabas un poco incómoda
1 mes más tarde...Narra IzanHoy salimos en el jet de mi madre a Japón, Aless tiene una presentación en una academia culinaria, es la invitada de honor en una clase especial de mochis. Que son unos pastelitos rellenos cocinados al vapor, son muy ricos, pero lo que más me gusta que cocina son los cupcakes. Hace unos de chocolate que tienen un relleno de crema de dulce de leche que matan. Y últimamente para la bronca de mis hermanos, soy al único de los tres al que se los hace, lleva un mes haciéndoles la vida imposible. Si le hablan los ignora, si entran a una habitación ella se va, si cocina algo les convida a todos menos a ellos dos. Isaac está que hecha humo por los oídos, escuché a nuestros padres quejarse de que trata a todos mal en la empresa de mi madre. Y mi copia, que decir de él, no está encabronado como el mayor, está dolido, quería que nos acepte a los tres. Pero ellos se lo buscaron, no entendieron a las buenas que ella no va a ser tratada como objeto, según ellos s
Narra AlessandraLo llamé mi novio. Bueno, es lo que quiero. ¿Él lo querrá? No le pregunté antes de decirlo. Tampoco lo negó y dijo, mi preciosa novia, ¿Se estaba burlando? ¡Ah! Alessandra: Izan, yo... este... Estoy nerviosa, ¿Qué se supone que haga si me dice que no quiere? No podría volver a mirarlo. Izan: ¿Quisiste decir lo que dijiste? ¿Que si quería? Joder, me moría por hacerle saber al mundo que es mío y no entiendo de dónde salió ese sentimiento posesivo. Mío, esa palabra hace bombear más rápido a mi corazón, un escalofrío me recorre la columna y una incomodidad desconocida se instala en mi entrepierna. Alessandra: ¿Tú quieres? Izan: Joder, preciosa, sí. Alessandra: Menos mal, porque estaba considerando decirle a tu mamá que me cambie el nombre y me desaparezca donde no pueda volver a verte por la vergüenza. Izan: ¿Segura que quieres que sea tu novio? No me pasa desapercibido que dijo ser tu novio y no, ser mi novia. Alessandra: Segurísima. Izan: ¿Y cómo te hace
Narra IzanAlessandra: Es... hermosa. Nunca habían dicho eso de mi polla, pero no me molesta en lo absoluto viniendo de ella. Izan: Y tuya. Recalcó eso, necesito que sepa que siempre lo será, desde el momento que me aceptó, soy suyo en cuerpo, corazón y alma. Nadie podría reemplazarla, ni siquiera llegar a igualarla, la vida no tendría sentido sin ella. Alessandra: ¿Puedo tocarla? Puta madre, puedes hacer lo que quieras con ella, eso quiero decirle, pero lo que digo es: Izan: Sí preciosa. Se acerca más a mí en la cama, me senté apoyado en el respaldo con las piernas estiradas cuando termine de bajarme el pantalón y el bóxer. No quiero que se asuste y si eso significa romperme las muelas, para que cuando se acerque no intente que sus labios me rocen la polla, que así sea. Pone su pequeña mano rodeando el ancho y con curiosidad hace hacia abajo y después hacia arriba y unas gotas de pre semen salen de la punta. La desparrama por la cabeza con el pulgar y se lo chupa cuando ter
Narra AlessandraIzan: Bonita, Tengo que ir a buscar unos papeles a la empresa para llevarlos al despacho, ¿Quieres ir conmigo? Ese no es el apodo que usa mi novio, pero es él, su ojo izquierdo es gris y el derecho azul, es claro que es él, pero él nunca me dice así. Alessandra: ¿Bonita? Izan: Es lo que eres. Alessandra: ¿Qué pasó con el, preciosa? Izan: Eres todo eso y más, preciosa, bonita, hermosa, el amor de mi vida. Me olvidé de todos los apodos que me dijo y me centré en lo último. El amor de mi vida. No me había dicho eso. Izan: ¿Vamos? Alessandra: Claro. Me agarra la mano y una nueva electricidad me recorre el brazo, ya lo había agarrado así, pero se sintió diferente esta vez. Seguramente solo es mi mente enloqueciendo. Nos montamos en el auto y nos llevó hacia la empresa de tecnología de Addy. Es probable que me crucé con Isaac o Iker, no me apetece hacerlo hoy, los he estado ignorando varias semanas, y cuando llegamos de nuestro viaje hace una semana no aparecie
Narra IkerVeo a Aless limpiarse las lágrimas antes de que la puerta se cierre y mi sangre hierve. Isaac: ¿¡Por qué te llamó Izan y por qué usas lentillas!? Iker: ¡Qué hace esta mujer todavía aquí! Secretaria: Este es mi lugar de trabajo. Estúpida, todavía se da el tupé de hablarme. Iker: Ya no tendría que serlo, hace mucho, mucho tiempo, así que me preguntó hermano, ¿Qué hace aquí? Isaac: Ninguna de las seleccionadas por recursos humanos hace bien su trabajo. ¿Cómo la gente dice que este hombre es inteligente O ser ignorado por Aless lo hizo estúpido? Iker: ¿Te refieres a recursos humanos donde el jefe es Davide Ferrara, el amante de esta mujer? Secretaria: ¡Mentira!, Isaac yo jamás te haría algo así, tenemos algo lindo juntos. ¿Se gana el Nobel a la más estúpida o a la más inteligente? Isaac: Sasha, nunca tuvimos ni íbamos a tener nada, te follé dos veces porque estaba borracho y fue hace meses, ni siquiera me acuerdo si llegue a follarte, solo sé que desperté en tu casa,