capítulo 3

—Pues me alegro, tienes tiempo queriendo pasar con él más que unas horas, a Ethan lo vi por ahí, también se está despidiendo—. ¡Y de qué manera! Piensa ella.

—¿Y ustedes de aquí se van a...

La mira sugerentemente.

—Nada de eso—. No la dejó terminar.

—Mujer sensata... Sabes, Miguel se me quedaba mirando con una carita, amiga—. Suspira. —hablaré con José de nuevo a ver con que sale ahora, tenemos diez meses y nada que se separa—.

Desde el principio él le dijo que era prácticamente un hecho su divorcio, que le diera poco tiempo para concretar todo, Audra esperaba que así fuera, no le gustaría verla sufrir.

—Me iré a cambiar yo ahora, vengo en un momento—.

Los chicos llegaron y cada una se fue con el que le tocaba.

«La verdad es que el descaro de Ethan me sorprendía, estaba como si nada, lo deje estar de momento» pensó Audra.

Estaban a medio camino, cuando notó que Audra estaba muy distante.

—Pequeña, estás muy callada ¿Qué pasa?—.

—¿De qué quieres que hable?—. Responde mirando aún por la ventanilla—. Aunque sí, quiero hacerte una pregunta—. Lo mira con mala cara —¿Para qué querías traerme al club? ¿Para qué te vea tirándote a otra?—.

Frena de golpe, la mira por unos segundos y retorna al camino ya que no puede detenerse en plena carretera.

—Cariño...

—No me digas así—. Le dice en tono tranquilo, pero mordaz.

—Pensé que había cerrado la puerta—. Habla como para él mismo, con semblante incómodo.

—No es que buscaras el lugar más privado del mundo—.

—Soy hombre y tengo mis necesidades, hay mujeres que lo ponen demasiado fácil, sabes que me interesas y mucho, que muero por estar contigo, nena y esa locura me lleva a saciarme en otro lado—.

—¿Ahora tengo la culpa?—. Lo mira incrédula.

—Claro que no. Me gusta que ningún hombre te haya tocado, te quiero solo para mi. Quiero que llegado el momento me dejes estar contigo, mientras tanto, no tiene nada de malo que me desahogue en otro lado, solo es eso, no me interesan ninguna de esas mujeres—.

—Solo las utilizas...

—Nos utilizamos ¿Piensas que esas mujerzuel4s buscan algo más que se×0?—. La mira y luego retorna la vista al frente. —Solo quieren placer y yo se los doy, igual que lo obtengo, Esas no son mujeres para formalizar—.

Audra sabía que, con él, nunca sería la única.

—¿Es que no me piensas hablar? Eso no significa nada para mí, pequeña, ya te lo dije— Le agarra la mano, ella la recupera. —¿Ahora no quieres que te toque?—.

—Solo quiero llegar a casa, Ethan—. Dijo con evidente frustración.

—Ya llegamos... Escucha, no voy a forzar las cosas, pero, por favor, no dejes que esto se interponga entre nosotros ¿No podemos quedar para hablar de esto mañana?—.

—Tengo cosas que hacer— Audra niega con la cabeza. —Gracias por traerme—.

Audra sale apresuradamente y entra al edificio de cinco apartamentos sin mirar atrás, pasando por la puerta se encuentra con Mikena.

—Hola, Ada ¿Cómo te fue? ¿Lo hicieron?—.

—No—. Se sienta en el sofá de la sala y su amiga corre a sentarse a su lado, se la queda mirando un buen rato y como Audra no dice nada, se aventura a preguntar.

—¿Qué pasó? Dijiste que querías hacerlo—.

—Pues otra se me adelantó y los encontré haciéndolo en uno de los vestidores— Aunque ella no tenía seguro lo de acostarse con él. —Después me dice que no significó nada, que las cosas entre nosotros deberían seguir avanzando—.

—Es un... ¿Qué piensas hacer?—.

—Nada, las cosas se quedan como están, ahora iré a darme un buen baño y mañana voy a salir por ahí, te pediría que me acompañes, pero sé que ya quedaste con alguien—. La miró sonriendo para que no se preocupara. —¿Y Lina?—.

—Le tocó turno en el hospital y mañana cubrirá a una compañera. Me encantaría ir contigo—Dice con pesar. —Hace semanas que no salimos las tres juntas— Lina y Mikena son primas, mayores que Audra con 25 y 26 años.

Ya en su cuarto, se desviste y va directamente a la ducha, notó que todo su cuerpo estaba muy sensible, sus $en0s excitados y unos deseos tremendos de ser tocada, acariciada... M4ldit0 Ethan piensa, terminó de ducharse y se secó rápidamente.

Audra ve que su teléfono parpadea, tiene llamadas perdidas de Ethan, lo apaga, se pone un pijama y va a buscar algo para cenar, todavía a las 12 de la noche da demasiadas vueltas en la cama, se le viene a la mente una escena de una película n0p#r, busca su teléfono, lo enciende, se coloca los auriculares y busca... Aparece una chica siendo foll4d4 por un hombre, ella está sobre la cama y él embistiéndola, saca su miembr% de la chica y a Audra se le hace agua la boca con el tamaño que tiene ¿Cómo sería tener algo así dentro? Se cuestiona, él lo introduce de nuevo, Audra empieza a tocarse por fuera, siente frustración por no estar con alguien en ese momento, son intensos los jadeos de ellos dos y se acompasan con los de ella, que al final, mira al techo y cree que tiene más deseos que antes.

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