El próximo cap es el último, gracoas por acompañarme hasta aqui
Elizabeth—Ela es parte de nosotros, y siempre lo será —repitió Nick con suavidad, su voz estaba cargada de amor y gratitud por la vida que estábamos construyendo juntos.Lo miré, sintiendo cómo el calor de sus palabras llenaba los vacíos que habían estado presentes en mi corazón durante tanto tiempo. Este año había sido una montaña rusa de emociones, un viaje lleno de altibajos, pero estábamos aquí, más fuertes y más unidos que nunca.—Sí, siempre lo será —respondí con una sonrisa que reflejaba la paz que finalmente sentía.Nick me besó en la frente y luego me tomó de la mano. Juntos, salimos de nuestro departamento, listos para enfrentar lo que el día tenía reservado para nosotros. La fiesta que habíamos planeado era pequeña, pero significativa, con solo nuestros amigos más cercanos, aquellos que habían estado con nosotros en los momentos más oscuros.Mientras caminábamos por las calles de la nueva ciudad que ahora llamábamos hogar, me sentí llena de esperanza y emoción por el futuro
— ¿Y tu hermana? — esa pregunta me toma por sorpresa—No tengo ninguna hermana — respondo mirándolo seria, él sonríe— Pues no es lo que dice, nuestra base de datos—tira una carpeta frente a mí, la miro y luego a él —Ábrela —ordena, lo hagoNo puede ser. En la hoja aparece una foto de mi Yaela, también una hoja llena de información de ella y para mi sorpresa también hay una foto—Yaela Ramírez —menciona —Tiene seis años de edad, y hace tres años le detectaron una grave enfermedad ... —— Cáncer de pulmón — completo por el— ¿No que no tenías hermana? — levanto la mirada y su sonrisa me confirma mi metida de pata—A ella, no la tocas — siseo furiosa, él resopla con autosuficiencia—Tenemos el poder, y si tu no cooperas, podemos hacer que tu hermana... ——No —digo de inmediato, porque se a lo que se refiereÉl sonríe con triunfo, mostrando que me tiene donde quería, festejando que no tengo escapatoria, que estoy entre la espada y la pared, que a pesar de que luche, huya, pelee... Ellos
ELIZABETH. Tomo una copa de la charola que el mesero pasa por mi lado, la bebo y degusto el delicioso sabor burbujeante de esta maravillosa bebida, converso con varias personas hasta que me pongo en su campo de visión.Mientras entablo una plática interesante con una rubia de mí misma edad, noto como no deja de mirarme, así que pongo el cabello detrás de mi cuello para atraerlo más, sigo conversando con la chica que me informa que en este lugar hay tres millones de dólares, guardados en la habitación, donde se cuentan para luego llevarlos a la bodega, le hago saber que eso es impresionante y él llega a mí.—Hola —saluda a ambas y la rubia, sonríe para después retirar con una despedida dirigida a mí, a la cual correspondo con gusto—Hola — le digo una vez estamos solos—¿Eres nueva por aquí? —indaga recorriendo con sus ojos mi escote—No, vine la otra vez que subastaron el yate — sus cejas se levantan en sorpresa— ¿Cómo así no te vi? — cuestiona —Jamás perdería ese rostro de mi vista
NICOLAS SMITH Llego al recinto hecha una furia, voy directo a mi oficina, sin hablarle a nadie, los ignoro a propósito, ya que saben que cuando estoy que reviento, lo mejor es no molestarme.No puede ser. Me encierro en mi espacio y tiro a la pared el vaso de café que compré, mi respiración agitada hace que mis hombros suban y bajen de vez en cuando, siento como la adrenalina corre por mi cuerpo y es ahí cuando exploto.Tiro los papeles de la mesa, tiro la silla, pateo el bote de basura, vuelco el escritorio, el archivador, como es muy pesado, saco cajón por cajón y los estrello en la pared haciendo un gran caos. No me interesa si me escuchan mis compañeros de trabajo, lo que deseo es destrozar todo, hoy debía ser el día que los atraparía, pero no.Se escaparon. Se escaparon. Por años he buscado a “La banda” una de las organizaciones más delictiva y peligrosa del país, se especializa en robo, y siempre que los tengo en la mira, se me escapan, dejándome como al inicio. Debo atrapar
ELIZABETHEntramos al lugar que es tan reconocido para mí, saludo a todos ya que me conocen y sigo mi camino hasta llegar a recepción.—Liz, hola — me saluda Scarleth, la recepcionista y mira al Diablo con interés—Hola Scar —su mirada enojada me hace reír—Deja de llamarme como el tío de Simbad —suelto una carcajada y ambos me imita—¿Y cómo te va con tu galán? —indago una vez nos hemos calmado—Pues ya no tengo galán —dice en tono triste, eso me sorprende y ella ve la duda en rostro —Me salió con que no quería que trabajara, que una mujer debe estar en casa y ocuparse del esposo y los hijos —para cuando ella deja de hablar mi cara debe reflejar rabia y odio ante lo que me contó—Es un idiota — habla el Diablo — Las mujeres tienen derecho a trabajar, a ganar su propio sueldo, a sentirse organizadas igual que nosotros, a ser independientes y no se la esclava de un hombre machista e imbécil — beso al Diablo y el me abraza—Ay, ojalá ese idiota hubiera pensado así —hace un puchero— Dia
ELIZABETH.Yaela llora en mis brazos y yo me siento la peor, por lo cual yo también lloro, Diablo llega detrás mío y toca mi hombro, lo miro.—Déjame abrazarla, ya te alcanzo — mi cuerpo tiembla porque estoy reteniendo el llanto fuerte que lucha, golpea y batalla por salir de mi —Por favor, ve y desahógate mi amor — asiento y beso la cabeza de Ela para levantarme e ir al baño Una vez adentro, bajo la tapa del inodoro y me siento sobre ella y llevo mi mano la boca para que no se escuchen mis gemidos de dolor. Las lágrimas salen sin parar, y mi cuerpo se sacude con las lágrimas, me siento impotente de no poder darle lo que ella quiere y me siento muy mal, tan mal que desearía morir, o tener otra vida donde ella no esté enferma, donde esté sana y pudiéramos ir a todos lados, pero no puedo.El tiempo que paso ahí es bastante, tanto que ya no me salen lágrimas, mis ojos están hinchados y casi no puedo ver, tengo el rostro con lágrimas secas en él y me duele la cabeza de tanto llorar. Moj
ELIZABETH. Abrí los ojos luego de un sueño muy reconfortante y lo primero que hago es revisar que Ela esté bien, reviso que no esté con frío y sonrío al ver que duerme con una sonrisa en su hermoso rostro. La amo con todo mi corazón. Al girarme para volver al sofá doy un grito pequeño cuando una forma humana está mirándome fijamente, pero luego sonrío al darme cuenta de quien es. —¿Desde cuándo estas ahora ahí? — indago bostezando y estirándome —Llegué hace una hora, no quise levantarte — es lo que me responde mientras sus ojos me recorren —Gracias, necesitaba descansar — le doy un beso —¿Cómo fue anoche? — indaga sentándome en sus piernas —Bien, creo que lo de la playa le hizo bien — sonríe — Fue increíble, nos divertimos mucho y ella sonreía todo el tiempo. Fue el mejor momento que hemos pasado desde hace mucho — —Me alegro amor — besa mis labios — Te traje desayuno — sonrío —Que rico — me levanto de sus piernas — Gracias Héctor — le doy una nalgada cuando pasa frente
NICK.Llego a mi departamento y suspiro al sentir la gran soledad que hay aquí. Hace dos años este lugar estaba lleno de alegría, de vida y era mi lugar favorito para estar. Entro de manera lenta, me ducho y me acuesto en la cama, no tengo sueño y solo son las 8:13, pero no veo razón por la cual estar en la sala o haciendo otra cosa. Esa es la rutina que he llevado todo este tiempo, realizo los actos de manera robótica y así es mejor, cuando estoy a punto de quedarme dormido mi mente va a un momento que viví con ella:“— ¡Al fin llegaste! — exclama con entusiasmoLa miró y una gran sonrisa adorna su cara, sus ojos están brillantes, y su semblante es muy muy feliz. Con mi entrecejo fruncido y mirando todo alrededor con extrañeza me acerco a ella, notando las velas que están puestas y encendidas, la mesa tiene manteles, y unas flores muy hermosas también, hay platos puestos y varias bandejas que imagino que contienen la comida, además hay un olor exquisito en todo el lugar e inmediatam