Maeve—No sé, chicas, —suspiré, sintiéndome ahogada por la situación. —Todo esto es nuevo para mí, y no quiero meterme en problemas.—Bueno, solo ten cuidado, —dijo Sarah, su tono serio por un momento. —Pero también, escucha a tu corazón. A veces, las cosas complicadas merecen una segunda mirada.Asentí, agradecida por su apoyo, pero mi mente seguía divagando, dividida entre lo que debería hacer y lo que deseaba hacer. La figura de Kane, sentado solo en su mesa, seguía capturando mi atención, y sabía, en lo más profundo de mí, que esto no había terminado. —¿Escucharon de la fiesta esta noche en la casa de Amelia? —dijo Dani, cambiando de tema abruptamente, —ya saben, por el inicio de clases.—Yo no, me levanté directamente a la clase, —me reí, el recuerdo aún fresco de haber saltado de la cama y casi volar hacia la universidad.—¿Les sirve que las pase a buscar a las ocho? —propuso Clau con un tono sugestivo, arqueando una ceja, claramente emocionada por la idea de otra noche fuera.
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