Eloísa contempló el cielo nublado, al horizonte, las nubes se acumulaban como montañas de nieve y parecía que la tormenta no hacía más que comenzar, pero a pesar de eso, el hombre que la seguía no se daba por vencido.Eloísa pensó que era un acosador, uno de tantos, pero no, había algo diferente en él, parecía más profesional, pero ella no era una estúpida, sabía perfecte que la estaba siguiendo. Se preguntó si era algún trabajador de su padre que había sido enviado para protegerla, pero no importaba, en un par de minutos logró perderlo a pesar de su uniforme de colegio y cuando entró por las instalaciones algo dentro de ella le decía que no era una buena señal, lo sintió en los huesos, pero ignoró el sentimiento, nunca había sido una mujer muy creyente. ****El agua caía del cielo con una intensidad descomunal, como si el firmamento se desmoronara en fragmentos helados. Las piedras de hielo impactaban contra los techos de arcilla con tal violencia que quienes buscaban refugio bajo
Leer más