Adoraba a mi padres, eran unas personas maravillosas y habían hecho un gran trabajo gobernando durante el tiempo que estuvieron en el poder. Luego estaba el hecho de que después de la guerra habían tratado de salvar a la familia en caso de que algo me pasara a mi y llegaron las pequeñas; Ingrid y Sigrid.Vaya que las quería a esas niñas, eran una luz en medio de todo el caos. Pero yo era muy malo expresando mis sentimientos, me veían con temor. Mi apariencia no ayudaba mucho en esto, pero realmente las quería, gozaba viéndolas correr y jugar; solo eran dos pequeñas cachorras.Seguramente estarán por ahí causando problemas, volviendo locos a los guardias o a las trabajadoras. Las amaba.La sonrisa de mi madre iluminó la habitación, tenía su cabello canoso pero mayormente era de un castaño muy intenso. Se parecía a su hermano mayor, el antiguo alfa de la manada SilverFang, padre de AdamMi padre había visitado la manada un dia, para supervisar su adaptación al territorio nuevo; conocia
Leer más