Estaba en la oficina leyendo la solicitud a la reunión, mientras mi beta y uno de los alfa de la manada más fuerte gritaban porque no debía arriesgar mi vida, su beta estaba caminando en círculo mientras agitaba los brazos dando un discurso sobre la guerra inter especies; asistir a un evento donde se decía estaría presente unas de las vampire mas fuertes; su reina, no era precisamente mi decisión más madura del dia.
El papel era grueso, parecía hecho a mano.
- ¿Alguna vez habían visto un papel artesanal? - dije de manera despreocupada mientras los 3 hombres voltearon a verme, no quería restarle importancia al asunto. Leo, mi beta hizo un gesto de asco antes de levantar las manos al aire; completamente desquiciado por mi actitud.
Abrí la mano y dejé que la solicitud cayera de entre mis dedos al piso, no estaba interesado en asistir. Y ahora que tenía la atención de los 3 hombres y por supuesto estaba completamente desinteresado en solucionar un problema que no era mi problema, les dije con firmeza.
- Escuchen idiotas, tengo mucho trabajo…..¿Alguno me dirá porque debo ir a esa estúpida reunión? - bajé la vista hacia el escritorio y comencé a revisar los estudios financieros de la empresa que íbamos a absorber, había ido a esa reunión horas antes y estaba reconsiderando el trato, era una empresa que no aportaba mucho.
Me sentía atrapado entre tanta información y no podía perder el tiempo, el fin de semana tenía un compromiso en el palacio, algunos miembros de manadas iban a ir a contarme sus inquietudes. Como el Rey Alfa había asumido el cargo muy tarde, mi padre me dio la libertad de ir a donde quisiera y conocer el mundo. Luego se vino la guerra y tuve que regresar a casa, mi padre me otorgó demasiadas concesiones para poder emprender la defensa en su lugar. Luego incursioné en los negocios, me comenzó a dejar más y más responsabilidades; y finalmente un día de manera mágica el simplemente me llamó para decirme que estaba camino a Europa con mi madre. La pude escuchar despedirse a lo lejos en la llamada entre risas y platicas; parecía que llevaba con ella a alguien mas.
Poco después recibo una llamada del beta de mi padre para anunciar que su hijo ya estaba en funciones como mi beta mientras él pasaba al retiro, al fondo pude escuchar a mis padres platicando. No necesitaba mis estudios en negocios para saber lo que pasaba. Caí en su trampa. Me pusieron la corona mientras estaba distraído y se marcharon para no poderme negar. Hacía 40 años de eso.
Mientras había hecho todo lo que mi padre ya hacía y agregue una agenda social que mi madre me forzó a tener para encontrar a mi compañera destinada, no podía ni respirar. Estaba harto y asqueado. Aunque mi urgencia por encontrar a mi pareja había pasado a segundo término, hacía años que no luchaba contra mi triste destino. Perdí toda esperanza después de ver a ese ángel de la muerte en la guerra. Nada era digno de compararse.
Y aunque era joven y lujurioso, cada vez que me acercaba a una hembra algo en mi la recordaba, sentía las bolas duras y solo cuando ya estaba en frenesí lograba llegar a la liberación con cualquier hembra, incluso con las que detestaba más. Eso volvió la vida difícil.
- ¡Oye! esto es serio… - dijo Adam, el Alfa de SilverFang; que resulta ser mi primo consanguíneo. Su padre había formado parte del complot para mi coronación junto con mis padres y sus betas. Ahora no solo estaba enojado, asqueado y con las bolas azules. Quería correr, arrancarme la piel y destruir todo a mi paso. - la Reina Vampire ha luchado sola para mantener las especies protegidas, nos ha incluido en varios de sus estudios…no soy fan de los vampiros pero siendo honesto ese estudio clínico del que se rumorea es nuestra prioridad…. - el beta de Adam, Samuel movió la cabeza afirmativamente.
Mi beta agito las manos frente a mi cara, para llamar la atención. Debió imaginar mi preocupación porque rápidamente levantó el papel del piso y lo puso en mi escritorio, señalando una frase en particular con un grueso dedo.
- Aquí, dedicale 4 horas Ragnar ... .y te quitaré todo compromiso social de tu agenda este fin de semana para que puedas destruir todo a tu paso de manera tranquila y cómoda, ¿Qué dices? - los otros dos hombres se rindieron entre quejas y gestos exagerados de preocupación. Yo tenía mucho trabajo, compromisos y citas. Pero la realidad es que estaba en el fondo de un hoyo, sobreviviendo a base de whisky y destrucción. Pero su oferta era justo lo que quería, pero era un hombre curioso también. Para ser justos, quería ver a la Reina Vampire.
-Escuchen, aprecio su preocupación pero en serio tengo trabajo…. Si esta estúpida reunión es tan importante entonces iré,¿satisfechos?, pero entiendo que es peligroso por la Reina así que llevaré escolta, gestionen todo, iré a casa a arreglarme, solo estare 1 hora a esa estúpida reunión…pero es todo; dudo que una hembra sea tan peligrosa y creo imposible que pueda llegar a mi y sobrevivir…además es bien sabido que es, diplomática; así que no hay peligro... .entonces terminemos con esto…- la cara de conformidad de los tres me bastó para poderme relajar, mientras salían y seguían discutiendo, yo me recargue en el respaldo de la silla y me limpie varias veces la cara con frustración.
Esta m*****a Reina me estaba sacando de quicio, yo era el Rey Alfa, era más fuerte y ciertamente poderoso, pero también era inteligente; sabía de los rumores, había visto de primera mano la intervención que ella había hecho, La poderosa farmacéutica que había abierto operaciones hace un año apenas comenzó a posicionarse entre las mejores, sus investigaciones apenas rendía frutos pero sus trabajos ocultos sobre cuidado de las especies era lo que realmente había atraído mi atención. Quien fuera la mente maestra debía trabajar para mí, rápido.
Había cambiado los campos de batalla por las acciones, era una guerra con masacres pero de otro tipo; y el sentimiento de familiaridad me invadió.
La última gran guerra, mi padre me envió por primera vez a una zona de alianza con los vampiros; una manada de salvajes e híbridos habían atacado una ciudad al norte del continente. Los campos estaban llenos de cuerpos y la sangre había creado charcos que hedían a muerte. Hacía apenas unos años que había pasado la transición final de un Alfa, los machos regulares a los 18, los Alfa a los 16.
Yo era un pura sangre; gané la lotería a los 14 años.
Había crecido tanto y tan rápido que no lograba usar nada, los zapatos y ropa siempre fueron un fastidio. Prefería ir desnudo pero mi madre se quejaba, insistía en que era igual que mi padre. Así que me obligaron a usar ropa y zapatos hechos a medida; la armadura era de mi padre y aun así me apretaba en algunos lados. La genética no mentía, la sangre más pura corría por mis venas.
Llevaba la lanza que mi padre usaba para pelear, era fuerte pero ligera; mientras caminaba por el campo asegurándome que no hubiera nadie vivo, en algún momento me llegó una ligera fragancia que me apretó las bolas. Apenas habia descuberto el poder del sexo y el frenesi de la guerra; era adicto a la sensacion. Por eso me sorprendió la fragancia y la reacción que me provocó.
Mi hogar en las montañas, entre los bosques y una recién caída nevada era justamente lo que me parecía la mejor sensación del mundo. Una paz infinita. Se decía que la muerte era así. Fue una oleada de placer, la sensación de paz después de un orgasmo. Me removía con desesperación buscando más, sentía las bolas en la garganta.
Escuchaba las historias de las enviadas que bajaban a los campos de batalla para llevarse a los guerreros que sacrificaban sus vidas en el combate. Pero la mujer parada en la colina era la definición de ángel, llevaba una lanza y la clavaba a una criatura. Lo mantenía en el suelo con la bota, una bota que llegaba hasta el muslo descubierto; el vestido tenía una abertura en la pierna.
Sus ropas de gasa que volaban suavemente a su alrededor, la armadura en su pecho moldeaba su estilizado cuerpo, era exuberante a pesar de estar delgada. Su rostro estaba descubierto por que el casco estaba en el piso, llevaba una espada corta colgando de un cinturón en la cadera, y el cabello trenzado, un largo y gris cabello que brillaba bajo la luz crepuscular; la vi levantar el rostro hacia el horizonte, mientras sostenía la lanza para matar a la criatura.
Su perfil hermosamente cincelado, parecía una tersa nevada recién caída; sus regordetes labios brillaban rojos como caramelo y sus ojos de un tono dorado tan llamativo que parecían oro. Era un maldito ángel de la muerte, la criatura más hermosa que jamas vi. Y me puse duro, desesperado por enterrarme en ella con fuerza y pasar el resto de mi vida ahí. La vi mirar a la criatura mientras arrancaba la lanza y luego miro al cielo, su cuello era tan delgado que pude casi saborearlo. Y lo decidí, caminé hacia ella y la tomaría. Nada que oliera así y luciera como ella, podría ser malo. Definitivamente los dioses me odiarían por robarme a su ángel de la muerte.
Despierte de mi sueño cuando la puerta fue azotada, vi a Samuel y Leo mirándome desde lejos. Vestian de negro y llevaban arneses donde colgaban armas, detras de ellos pude escuchar los murmullos de los demas guardias.
- Listos …- dijo finalmente Leo, luego se dieron la vuelta y salieron dejando la puerta abierta. Me estaba hartando de estar siempre escoltado. Me puse en pie y dejé todo en la mesa, al salir la seguridad cerró con llave todo y se quedaron dos gorilas vigilando.
Camino a la salida pasamos por un vestíbulo con varios empleados, entre ellos dos hembras que siempre se han querido meter en mi cama, lo intentaron y vaya que son buenas, una me hizo una mamada hace semanas. Y hasta ahí llegué con ella, terminé a base de fuerza y desesperación. No me emocionaba en lo más mínimo, sin importar que tan buena estuviera. Pase de largo haciendo un gesto de despedida; el viaje hacia el estacionamiento fue silencioso pero tenía que regresar a la Residencia que usaba para vivir porque un castillo ya era demasiado pretencioso. El castillo solo era para fines de semana.
Camino a la residencia revise el correo y me plantee la posibilidad de huir de todo esto. Al llegar a casa solo subí directamente a bañarme y vestirme, no pensé en nada más que en llegar al castillo y correr en el bosque, con esperanza de que las nevadas llegarán antes. Quería sentir la suave nieve bajo mis pies y que el olor del bosque nevado me llegara al alma, si todo salía bien; me masturbaría hasta quedarme seco.
Baje 30 minutos despues vestido de negro, con el cabello engomado hacia atras, con un arma bajo el brazo y mostrando los tatuajes que dejaban en claro que yo era la linea de sangre mas pura,
Basura,
Camino a la reunión solo pude lamentarme pensando en todo lo que podría hacer en lugar de estar aquí. Al llegar a la casa del ministro, vi la fila interminable de vehículos alrededor de la entrada, reconocí algunos incluyendo un viejo convertible azul pastel. Había brujas en la reunión, seguramente tendría que enfrentarse a sus estúpidas predicciones sobre mi destino a la grandeza, “justo lo que necesitaba” pensé.
Al bajar lo único en lo que pensaba era en comer y beber; seguí pensando en eso mientras caminaba por el pasillo principal de la enorme casa, los escoltas y sequitos de otros líderes nos miraban de reojo y otros evitaban mirarnos en absoluto. De alguna manera seguía pensando que no era mi lugar, finalmente me percate que no miraban a todos los mercenarios vestidos y armados; me miraban a mi; nada dice aterrador como un hombre de 6” 8’ lleno de tatuajes y armado.
Al final del corredor un hombrecito se puso muy pálido al verme y fue directamente a una puerta. Pude escucharlo gritar en el interior.
- Rey Alfa Asgeir… - Cuando entré a la habitación todos estaban sentados en la mesa de reunión, saludé a algunas personas mientras entraba, y solo esquive a la pequeña muy pequeña mujer que brincaba para llamar mi atención.
- Buen dia Lilia…- dije quedamente mientras suspiraba pesadamente.
- Escucha Ragnar ... .tengo algo muy importante que decirte, además tengo a la bruja que me pediste ... .dime, ¿qué quieres hacer? -
- Lo discutimos después, te llamo…- le di la vuelta y me acerque a la cabeza de la mesa, lejos muy lejos de ella.
Conocía a la bruja hace 10 años y aunque la apreciaba, prefiere evitarla. No todas eran tan buenas como ella, me ayudaría a buscar a alguien que lograra invocar al ángel de aquel día. En cuanto me senté, mi cabeza tuvo muchos murmullos, “Alfa Ragnar, la reina vampire ha llegado” comentó Adam por el enlace mental, la familia siempre cuidando la espalda “Deja de ser un imbecil, somos primos” le respondí apretando la mandíbula de coraje; “Lo se”. Y se cerró toda la plática. Los guardias se pararon a mi alrededor y cuando la puerta se abrió el tiempo se paró.
De la mano de un hombre estirado con traje negro venia una hembra, tan alta y esbelta que incluso al lado de la escolta lo opacaba por completo. Pero su maldito olor, era el cielo mismo; apreté los puños y mis bolas lo hicieron solas. Una suave brisa en una mañana en el bosque, después de una densa nevada; el olor de mi hogar, un hogar donde crecí y el lugar donde siempre fui feliz. Ya conocía ese sentimiento, ese olor.
La simple visión de la hembra entrando de la mano del hombre me hizo tragarme un suspiro. Todos parecían igual de sorprendidos, pero Lilia se puso en pie de un brinco y la atacó como lo hacía con todos, le tomó de la mano y la enorme hembra parecía tratarla con delicadeza se movía lentamente, creo que no quería asustar a la Bruja. Daba la impresión de hablar y luego se retiró, ella solo se quedó de pie mirándome, a través del velo lo pude sentir.
Sus manos tenían una joyería que cubría sus dedos pero alcanzaba a ver parte de su piel, demasiado blanca como nieve. Luego dio un ligero brinco y se sentó, la vi moverse nerviosamente y sus dedos hicieron un ligero sonido. La diminuta mujer que se escondía tras de ella se acercó a su lado y se postró a su lado con devoción; se inclinaron y hablaron entre ellas. Me daba celos, yo quería a alguien que me viera así. Su especie la idolatraba como a una deidad.
La pequeña dama salió de la habitación y regresó con una bebida,¿acaso estaba nerviosa?, el olor a vino y sangre me llegó de pronto. Solo pensaba en eso, estar delgada era por que no se alimentaba, ojalá pudiera dar un par de tragos más. Al menos para mitigar el hambre,¿QUE?, ¿porque pensaba en eso?
Estaba nerviosa y hambrienta, y el nudo en mi estomago solo creció más. La vi poner la copa en la mesa después de unos tragos, sus movimientos eran lentos pero cada vez que hacía eso esa fragancia llegaba a mi.¿Dónde había olido eso antes?
El Ángel de la Muerte.
El pensamiento llegó de repente desde el fondo de mi mente, desde el más oscuro de mis recuerdos, así apareció. ¿Era ella? no podía ser posible. Aquel día cuando caminaba hacia esa colina, alguien gritó mi nombre y me distraje un momento. Cuando regresé la vista, el ángel no estaba, solo la brisa que trajo consigo su perfume. Y la sensación de vacío que quedó después ha sido el motivo por el cual jamás pude conectar con nadie, no tenía una pareja destinada. Por eso acepté las citas, sólo deseaba encontrar a una mujer agradable para casarme, aun si no la amaba.
Me cautivó por completo la suavidad de sus movimientos, después de todo nunca había visto algo así de delicado. Mi atención estaba en ella y cuando la vi levantar los dedos de su mano izquierda su escolta dio un paso al frente y comenzó a explicar banalidades sobre lo grandioso que era el trabajo de su señora. Realmente no presté atención a las discusiones con otras criaturas sobrenaturales por las tonterías. Yo solo la podía ver a ella, bajo ese velo su piel blanca parecía brillar. Pero cuando las risitas tontas de las brujas me llegaron al oído tuve un presentimiento, uno malo.
- Y si nuestra prioridad es protegernos para podernos adaptar, ¿porque no creamos una fuerza que lo haga?, digo, la finalidad es poder evitar que experimenten con nosotros. Yo creo que la fuerza del Rey Alfa debería unirse a la fuerza de la Señora de la Casa; todos los demás no tenemos el recurso ni el poder para defender a nadie…- las 4 mujeres se miraron entre ellas para reafirmar el discurso.
Y entonces se me cayó la mandíbula hasta el piso. “¡QUE M****A!”, la ira corrió por mis venas como un veneno. Sabía que era una m*****a bruja pero esto era una estupidez.
- ¿Disculpa?...- casi a gritos dijo el segundo de la vampire, incluso se puso rojo de ira. - ¿Crees que casando a NUESTRA señora con el Rey Alfa, se solucionaran todos los problemas? - el énfasis en la expresión de posesión, fue el colmo. ¿Quién se creía ese imbécil? , podía sentir la vena en mi cuello palpitante, casi me rompo los dientes cuando apreté la mandíbula. La Reina estaba confundida y lo note porque ella miró a su guardia y luego volvió a mirarme,¿Porque me sentía molesto?,¿Porque no me consideraba lo suficientemente bueno para ella? Eso me enfureció aún más y golpeó la mesa con tanta fuerza que la rompí.
“Alfa, no ... .no lo hagas” dijo Leo en mi enlace. Pero no me importo,
- Sí para salvarnos, parar la guerra y proteger a mi pueblo…debo desposar a la Señora, será algo que solo ella y yo hablaremos. No soy un semental al que usaran… A. MI. NADIE. ME. DA. ÓRDENES… - vi su mano apretar la copa con ligereza. El aroma tan familiar se volvió intenso, un día de descanso en mi lugar favorito. “Le gusto” pensé, levantó su rostro ligeramente para ver a su segundo y luego giró el rostro hacia mi.
- Yo…- la escuche decir con suavidad pero firmeza. Todos voltearon a verla, “más que sublime” y estaba fascinado; su voz sonaba a caricia y me relaje inmediatamente aunque estaba excitado, ¿por qué? . - como Señora de la Casa, confirmó que nuestras finanzas no nos permiten forjar ningún matrimonio estratégico. Es un hecho que aquel hombre o mujer que lo desee, debe estar plenamente consciente que sus riquezas serán usadas para programas de adaptación, la paz interespecies, la investigación y salud de los nuestros; como también para combatir a los rebeldes y salvajes. No puedo permitir arrastrar a nadie más a mi situación. Así que disculpe Rey Alfa si suena a rechazo; pero no me gustaría dañar a su pueblo solo para proteger mis ideales…- cuando levantó sus finos dedos y rozó su pecho algo en mi se encendió. Era como un relajante natural, me recargue contra el respaldo.
“Vaya” pensé, “Ella es muy interesante” dije en el enlace mental, Leo murmuró un par de cumplidos. Pero ese suave aroma a bosque recién nevado llegó mezclado con un deseo; el deseo de alguien con ganas de entrar a su hogar. Me puse duro, tan duro que dolía respirar. A ella le gustaba. Y no pude evitar sonreír ligeramente, “qué criatura tan fascinante”.
El resto de la reunión solo fue relleno en mi mente, escuchaba a los viejos quejarse, de todo y de nada. Pero ella solo me miraba a mi, y yo a ella. No sabia que pasaba, pero ese velo solo se interponía entre nosotros. Cuando todo terminó solo quería acercarme a presentarme. Tenía un negocio que atender con ella. Pero vi como se la llevaban, su séquito quería sacarla rápido de aquí.
No antes de que la Bruja la abordara otra vez para atormentarla, cuando se despidió yo me acerqué lentamente, escuchando en mi cabeza todas las quejas de los guardias. La mujer miraba a sus acompañantes y mientras lo hacía la bruja jalo uno de los extremos del velo. La cara de horror de su guardia me sorprendió.
M*****a Bruja, esta vez traspasaste el límite.
Vi a la Reina mirar a todos lados y cuando giro hacia mi, no me sorprendió verla en shock. Su pequeña dama corrió rápidamente y se interpuso entre nosotros.
- ¡No!, ¡Por favor no la mire!...- dijo mientras levantaba sus manos para bloquear la vista. Ella era tan pequeña como una humana cualquiera, pero se enfrentó a toda mi guardia, incluso a mi; el Rey Alfa, para proteger a su señora. Y cuando levanté la vista hacia ella, noté que realmente era alta, pero aún era pequeña comparada conmigo, me gusto la forma en la que miraba hacia arriba para verme a los ojos.
Y la reconocí de inmediato, ese rostro tan blanco como un campo nevado, unos ojos dorados que parecían oro, los labios carnosos y acaramelados; la fragancia a campo recién nevado. Pero sobre todo las facciones estilizadas casi angelicales. Era ella.
Pero el deseo, el fuerte deseo. Me hizo agua la boca. La pobre levantó la mano y trató de ocultar su rostro con el dorso de su mano y al no lograrlo se dio la vuelta y salió corriendo.
Salió de la sala llevándose todo el aire de mis pulmones, y su séquito fue tras ella con el horror en su rostro. La bruja solo se encogió de hombros y tiró el velo, le importaba muy poco lo que había hecho. Las otras brujas salieron tras de ella entre risas y chismorreo.
Abrí el enlace mental con mi equipo y solté la bomba, “debemos contactar a la reina vampire, tengo asuntos que atender con ella”
“¡QUE!” escuché gritar a todos en el enlace.
Me acerque al velo y lo levanté del suelo, durante unos momentos lo observe, le pase el pulgar varias veces sintiendo la sensación de la tela.
“Ya se quien es la mente brillante detrás del estudio clínico” dije en el enlace mental, “y se como traerla a nuestro equipo”, corte todo enlace, no quería que nadie oyera lo que ocurría en mi cabeza.
“Esto va a ser interesante” pensé mientras levantaba el velo hasta mi nariz e inhaló con fuerza el aroma que tenía.
La sonrisa que se me escapó me hizo desear cazar, ¿Le gustara la cacería a ella?
Ese día en el campo de batalla pude hacerla mía entre los cadáveres y la sangre; hubiera sido inmensamente feliz. Algo me dijo que había perdido mi oportunidad para dejar de sentirme miserable. En especial porque antes de ella podía disfrutar de una hembra sin preocupaciones.
Recien habia descubierto el sexo, era algo que ciertamente me gustaba. Luego la vi en aquella colina, me llegó su aroma y mi vida cambió por completo. Pasé las últimas décadas sufriendo y añorandola. Pensé que había enloquecido porque deseaba a una criatura que no existía.
Aquí estoy ahora, acariciando un velo mientras pienso en esos labios carnosos que parecen hacer un puchero, de un color rojo caramelo líquido, sus dorados ojos alargados, somnolientos y afelinados. Pero somos de dos especies diferentes, tenía que rechazarla. No había futuro en esto.
- Vamonos - dije finalmente mientras metía el velo en la bolsa de mi pantalón de vestir. - Debo ir al palacio a hablar con mis padres …-
Todos estaban sorprendidos y algunos seguían con la boca abierta, ver el rostro de la reina vampire no era algo que ocurría con frecuencia. Escuche a varios leprechaun decir que ella se negó a casarse con el hombre que la acompañaba, había sido un matrimonio arreglado desde antes de nacer, “eso suena a un problema”, no quiero preguntar porque no es mi asunto, yo la voy a rechazar por completo en la reunión que tendremos. Me pregunto porque rechazó casarse con ella, es hermosa casi rayando en lo divino. Mi beta pudo leerme sin usar el enlace.
“Él no la rechazó, ella rompió el compromiso; dicen que ella se negó a privarle el derecho a encontrar a su pareja destinada” dijo Leo en el enlace.
“¿Cómo sabes eso?” le dije rápidamente. “Ella lo dijo públicamente, él la ama; pero ella no”. Que caprichoso es el destino, quizás necesitaba hablar con ella más rápido de lo pensado.
Salí corriendo sin mirar atrás, con todos viéndome y mi séquito pisándole los talones; tropecé con tantas personas en mi huida que no me percate que estaba en otro corredor que no daba a la salida.Las personas ahí me miraban con horror o sorpresa, estaba nerviosa. Nadie podía saber con certeza lo que me pasaba, ni yo sabía lo que pasaba.Cuando era muy joven había descubierto algunas cosas desagradables sobre mi linaje, por ejemplo algunos fluidos tenían pequeñas cantidades de sangre, y eso generaba una anemia que me obligaba a consumir; básicamente cualquier tipo de ser vivo. Cazar era la mejor opción, pero hacía décadas que eso resultaba sospechoso y no podíamos estar en la mira, la discreción era parte de la nueva adaptación.Pero había cambiado mucho de eso cuando mis padres incursionaron en terapias alternativas, la ciencia médica humana estaba muy atrasada en comparación con la nuestra. Parte de esa ventaja era el tiempo a nuestro favor. No quería pensar en tonterías o divagar
Había tenido pensamientos constantes sobre cosas en particular; algunas veces era una inversión, un problema incluso a veces pensaba en porque me tocó la mala suerte de no encontrar a mi pareja. Pero en todos mis años jamás había tenido un pensamiento constante sobre una mujer. Era curioso como mi mundo cambio de perspectiva de manera repentina. Llevaba las manos dentro de las bolsas del pantalón, pero apretaba el puño con fuerza y en la otra mano apretaba el velo. Me parece increíble la simple idea de llevar un velo para cubrir su rostro. “Que hembra tan estúpida, debería estar orgullosa de su apariencia”. En mi mente solo podía repetir una y otra vez, “No la mire” y los enormes ojos afelinados color oro, mirándome con sorpresa. Estaba preocupada por otro atentado, realmente no era algo que debería preocupar; su sistema de seguridad debía ser un asco si seguía preocupada por eso. Puse atención a mi primo, caminaba frente a mí, a su lado iba su beta, erguidos y mirando con confia
Estar parados aquí no era la forma correcta de abordar una plática tan larga, solo quise estar sola un momento.- Zhara, podrías preparar mi sala privada para recibir a todos ... .- La vi salir corriendo muy alegremente mientras los demás hablaban de la solicitud a los licántropos. Zhara terminó de preparar la sala privada y movió a mis visitas ahí, yo me quede sola un momento. Pensaba en todos los escenarios posibles. Escuchaba a los Meller hablar con Sergei sobre lo que pasaría cuando el Rey respondiera; estaba intentando concentrarme pero no dejaba de espiar la conversación.Pude verla entrar y salir de la sala a mi habitación mientras evitaba molestarme, se que quería darme mi espacio para poder tranquilizarme. Pero me estaba comenzando a irritar.- Basta Zhara….. solo entra ya …- estaba intentando mantener mi voz baja no me gustaba levantarla ni usar mi fuerza para dar órdenes.La vi aparecer tímidamente detrás de la puerta, le sonreí para calmarla pero sabía de antemano que no m
Adoraba a mi padres, eran unas personas maravillosas y habían hecho un gran trabajo gobernando durante el tiempo que estuvieron en el poder. Luego estaba el hecho de que después de la guerra habían tratado de salvar a la familia en caso de que algo me pasara a mi y llegaron las pequeñas; Ingrid y Sigrid.Vaya que las quería a esas niñas, eran una luz en medio de todo el caos. Pero yo era muy malo expresando mis sentimientos, me veían con temor. Mi apariencia no ayudaba mucho en esto, pero realmente las quería, gozaba viéndolas correr y jugar; solo eran dos pequeñas cachorras.Seguramente estarán por ahí causando problemas, volviendo locos a los guardias o a las trabajadoras. Las amaba.La sonrisa de mi madre iluminó la habitación, tenía su cabello canoso pero mayormente era de un castaño muy intenso. Se parecía a su hermano mayor, el antiguo alfa de la manada SilverFang, padre de AdamMi padre había visitado la manada un dia, para supervisar su adaptación al territorio nuevo; conocia
Entre los árboles no muy adentro del bosque pude ver una pequeña figura, esperaba pacientemente en medio de la neblina mientras apretaba un trozo de tela con fuerza a su pecho. El broche que tenía en el hombro parecía brillar bajo la luz de una farola; donde iniciaba el camino de los jardines. Habia unos guardias pasando por detras, vestian de negro y llevaban un permeable negro de capa, llevaban un broche muy parecido al de la mujer. Incluso a lo lejos pude escucharlos platicar sobre un bar ubicado en la intersección del estado, donde varias especies podían ir y convivir sin ser molestadas. Me sorprendió de algún modo que existiera un lugar así, pero es una buena señal. El territorio está adaptándose y los míos con élLos guardias que me escoltaban estaban a varios pasos de distancia, rezagados. Cuando llegué a las orillas del bosque pude sentir el frío de la neblina arremolinarse a mi alrededor. La fuerza corría nuevamente por mis muslos, sentía la piel estirada casi a punto de romp
Todo parecía en blanco y negro sin sonido alguno, veía a Adam y Leo gritar, agitar los brazos y caminar de aquí para allá. Samuel estaba de pie con las dos manos en la puerta, su cabeza colgaba entre los brazos; estaba riendo como un maniático. Les había contado lo necesario. Era un caos pero supongo que entre risas y gritos, todo parecía irreal. Rayando en la locura. -¿Por qué no lo dijiste antes? pudimos buscar una solución a todo esto, antes de hablar con los padres alfa…. - Adam estaba enloquecido.-¿Y qué te iba a decir?, que le gusta una hembra de otra especie, seamos honestos: no sabrías cómo manejarlo, solo miralo ¡MIRALO!, ni él sabe cómo manejarlo…- Leo agitaba los brazos hacia mí, para así enfatizar su molestia.Samuel seguía riéndose como loco en su lugar sin prestar atención a la discusión.-El no sabe si realmente le gusta ... y menos que sea su compañera…. ¿Cierto Ragnar?....- Adam quería defender las leyes de la Diosa Luna. O eso creía yo en algún punto.Pero yo no
“¡MIERDA!” pensaba una y otra vez, mientras recordaba el mensaje.-¡Qué atrevido! - la risita traviesa de Zhara mientras dejaba el móvil nuevamente en la bandeja. Se puso en pie y caminó hacia la puerta. - Quién diría que los licántropos fueran tan progresistas ... .- dijo mientras traía unas piezas de leña de un soporte cercano. -Es increíble ... .- dije en un susurro. Me hundí en la tina y mi cabeza se acomodo en el borde, mire hacia el cielo. Las estrellas tintineaban de manera tan clara, el clima era tan agradable en estas épocas del año. El viento frío, la neblina y la constante incertidumbre de una nevada. Me gustaba el contraste de mi vida y los bosques nevados. - No creí que llegaríamos tan lejos…. ¿ahora que? …- gire la cabeza ligeramente para verla.Zhara estaba de pie a unos metros de distancia, me miraba con una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas. Llevaba varias piezas de leña en los brazos, bajó la mirada y caminó hacia el fogón, arrojó unas piezas, emprendiendo e
Estaba sorprendido por la forma en que las cosas dieron el primer paso, no me esperaba su cumplido; como tampoco me esperaba que ella tomara la iniciativa de la invitación.Estaba mirando por el ventanal mientras meditaba mi siguiente paso cuando la idea me golpeó de lleno.-Esperen……- me gire hacia los tres que estaban sentados en la sala mirando la tableta que estaba en el centro de mesa. Me miraron. - ¿No es cosa de vampiros?--¿Que?, ¿Que te aborde? - Leo parecía confundido.-No, no …. el protocolo de invitación…. ya sabes…. ¿Hay algún protocolo para invitar a salir a alguien de su estatus? , de su especie…- mire un momento el velo en mi puño y volví a meter la mano al bolsillo del pantalón. No conocía nada al respecto.Vi a Leo sacar su celular de su saco y hundirse en el sillon. Texteando con alguien. Poco después bajó del móvil y me miró desde lo profundo del sillón. -El señor Meller, dice que debes enviarle un regalo antes de verla en persona… según la tradición de los vampi