Adoraba a mi padres, eran unas personas maravillosas y habían hecho un gran trabajo gobernando durante el tiempo que estuvieron en el poder. Luego estaba el hecho de que después de la guerra habían tratado de salvar a la familia en caso de que algo me pasara a mi y llegaron las pequeñas; Ingrid y Sigrid.
Vaya que las quería a esas niñas, eran una luz en medio de todo el caos. Pero yo era muy malo expresando mis sentimientos, me veían con temor. Mi apariencia no ayudaba mucho en esto, pero realmente las quería, gozaba viéndolas correr y jugar; solo eran dos pequeñas cachorras.
Seguramente estarán por ahí causando problemas, volviendo locos a los guardias o a las trabajadoras. Las amaba.
La sonrisa de mi madre iluminó la habitación, tenía su cabello canoso pero mayormente era de un castaño muy intenso. Se parecía a su hermano mayor, el antiguo alfa de la manada SilverFang, padre de Adam
Mi padre había visitado la manada un dia, para supervisar su adaptación al territorio nuevo; conocia al Alfa de SilverFang porque siempre habían sido los guardias del territorio Real, así que cuando vio a la hermana menor, supo que era su compañera destinada y los lazos se fortalecieron aún más. Se casaron poco tiempo después y lo demás es historia.
Mi padre es un hombre muy tranquilo, en cambio mi mamá era un verdadero tifón, ella arrasaria con el continente completo si mi padre no se lo impidiera.
- Debe ser muy importante si has pedido una cita…- mi papa me jalo al sillón y pidió a señas que me sirvieran una copa de vino,
- Seguramente se trata de una mujer,,,, - dijo mi mamá como si fuera algo trivial. Todos nos sobresaltamos y levanté la vista hacia mi padre y luego hacia mi madre. - ¡oh por dios!.... ¡Se trata de una mujer! …..¿La embarazaste?, ¡LA EMBARAZASTE! - lo gritó tan fuerte que todos los empleados se sobresaltaron incluyendo mi padre. La vi saltar y correr hacia mi, se puso de rodillas a mis pies. - Dime, dime…. ¿ella es hermosa?, ¿es amable?...-
- Espera ... .espera ... .espera…. todavía no sabemos si se trata de una mujer…. - mi padre esperó a que los empleados salieran, tomé la copa y la puse en la mesa junto a mi sillón. - ¿Se trata de una mujer? - lo vi expectante mientras ayudaba a mi madre a ponerse de pie.
- Bueno si me permiten contarles lo que pasa, quizás me ayudaran a decidir si se trata de una mujer…- vi la expresión de mis padres pasar de confusión a alegría y luego a miedo. - Pedire en matrimonio a una hembra, con fines políticos…-
“Eso se escuchó muy mal” pensé casi de inmediato.
- Espera…. vienes aquí a decirnos que por fin vas a tomar a una hembra….. y que esa hembra es alguien políticamente un objetivo ... .- mi madre estaba llegando a algún lado y definitivamente iba a ser difícil decirlo en voz alta.
Miré mis manos nervioso. Fuera de esta habitación, yo era un poderoso Rey; pero la realidad es que no quería decepcionar a mis padres, ellos habían luchado por esta paz. Quería que así siguiera.
- ¿Quién es? - mi padre atrajo mi atención cuando no dije más.
- Eso no importa…- dijo mi mama para calmar las cosas
- ¡Si importa! - gritó mi padre, sobresaltado a todos. Esto se pondrá difícil.
- La reina vampire….- El silencio que le siguió a la frase me causó escalofríos, esperaba gritos, insultos o quizás una pelea.
Mi padre guardó silencio, se sentó junto a mi madre y ambos me miraban como si estuviera loco. Lo estoy, ¿No?
- ¿Por qué? - cuando finalmente mi padre habló, pude sentir la decepción en su voz.
- Es una buena alianza, nos dará ventaja y …- intente sonar muy calmado.
- No ... .eso lo entiendo, pero si es por poder y control, como una alianza estratégica podrías aceptar a la hija del Alfa de la manada MoonShine, es soltera, de linaje puro y están bien estructurados ... .lo que no entiendo es ¿porque otra especie?, no te creo en absoluto...- mi padre estaba visiblemente molesto, intentaba no gritar o insultarme. Había hecho estupideces pero esto lo supera todo.
- Tráela aquí…- la mirada de mi madre estaba clavada en mi. Me tomó por sorpresa su respuesta. - Si la traes aquí, entonces te apoyaré ... .- Se puso de pie y comenzó a caminar hacia el vino. Cuando se terminó de servir, le dio un largo trago y miró a mi padre. - Puedes darnos un minuto a solas, querido…-
Mi padre entendió el mensaje y se puso en pie, caminó por detrás de mi sillón y me apretó el hombro. “Demonios” mi madre arrasaria con el continente y yo estaba en el camino.
- Se lo que pasa…. reconozco a un depravado cuando lo veo…- le tomó otro gran trago al vino.
- ¿Perdón? ..- me tomó por sorpresa. No lo esperaba, fue un golpe bajo.
- Tu padre hizo lo mismo cuando me conoció, ¿estrategia? ¡POR FAVOR! - estaba molesta- ¿Me crees estupida?, llegaste con una erección y con un pretexto. Se lo que pasa aqui, muchos no tienen suerte …los compañeros destinados son tan raros como una estrella fugaz o puedes ir a la tienda y encontrarla ahí ... .puede ser de nuestra especie o no. Ya el hecho de encontrarla es un milagro en sí….¿pero una vampire?,,,, es demasiado, ¿has pensado en tu descendencia?, no me importa los motivos, pero escoge a una hembra que no vaya a abusar de tu gente...o a comersela, como sea.... la hembra que escondes te dara descendencia y casate con quien quiera...bajo el pretexto que mas te guste....- la vi servirse nuevamente.
- Madre… - no quería desafiarla.
- No, Ragnar…..la traerás aquí, la conoceré. Si tiene aunque sea un defecto no importa la especie, yo misma me encargare de hacerle la vida un infierno. ..- se que daría un monólogo de su poder destructivo.
- ¡Madre! - la interrumpí inmediatamente, necesitaba decirle la verdad. - La he visto una sola vez…..- me rasque la nuca con fuerza, use ambas manos por el estrés.
- ¿Perdón? - bajó la copa a la mesa y puso sus manos en la cintura. Me llevo las manos a la cabeza con frustración. - No eres un adoescente Ragnar, haz lo que tengas que hacer, el matrimonio politico permite que tengas una consorte, solo asi lo permitiremos ... .yo me encargo de tu padre. De lo demás lo resolveremos cuando llegue el momento. Ahora lárgate, debo contentar a tu padre…- se dio la vuelta y salió de la sala dejándome solo.
Me quedé hundido en el sillón sintiéndome de 15 años otra vez, había olvidado lo frustrante que era tener que hablar con mis padres. Esa hembra realmente me había llegado profundo. “Que ridicules” pase de querer follarla a cortejarla en 5 minutos.
- ¡Leo! - lo vi aparecer poco despues sonriendo como idiota . -¿Qué? -
- Tengo su numero, ella quiere fecha y lugar para verte en privado…te he enviado su número a tu móvil… ¿te puedo dar un consejo? - de las pocas veces que Leo se metia en mis asuntos, en cuestiones de mujeres era sin duda sus favoritos. Cuando había otros cerca a nosotros él se comportaba como un diplomático; pero casi siempre que estabamos solos o con los SilverFang nos convertimos inmediatamente en un equipo. La lealtad lo era todo. Pero hacía tiempo había aprendido que si no eran de mi total confianza entonces no les podíamos mostrar realmente quiénes éramos.
Arriesgaría todo si alguien se diera cuenta de cuanta información compartimos los cuatro, Adam Silver no solo era mi familia también era mi mejor amigo, habíamos crecido juntos y cuando Samuel fue nombrado su beta, el grupo se amplió. Cuando entramos a la adolescencia, el padre de Leo lo trajo a entrenar; fue como si nos conocieramos de toda la vida. Nos volvimos inseparables.
Cuando la guerra llegó, tuve que aprender que no era bueno confiar en todos. Pero ellos seguían siendo totalmente leales a mi. Y desde entonces así ha sido, nos hemos separado muy pocas veces pero casi siempre por cuestiones realmente importantes. Hemos hecho nuestras vidas y permanecido juntos al mismo tiempo.
- Realmente quiero que seas feliz, pero no me gustaría que arriesgaras todo por una corazonada… - Estaba legítimamente preocupado.
- Lo sé…pero sé que esto es lo correcto…- me hundí en el sillón aun preocupado por la plática con mis padres.
- Por el bien de todos, espero que si…- saco un móvil de su saco y me lo entregó. Cuando lo examine, pude ver que mis contactos se habían sincronizado y aparecía un número registrado con el nombre de Camille.
Necesitaba pensar. Tomé todo mi valor y me puse en pie, al salir de la sala me tope con la supervisora de la casa.
- Despídeme de mis padres, diles que los veré en la comida dominical…- y ella se inclinó. Era una mujer mayor muy agradable.
- Si mi rey ... .- Su voz suave y baja, casi reconfortante. Guarde el móvil en el pantalón.
Había olvidado por completo que hacía apenas unas horas me jalaba la polla con tanta fuerza mientras pensaba en ella, que casi me la arranco. Era un placer que no podía compararse, hacía décadas cuando comencé a follar con mujeres lo disfrute. Fue el placer más grande, luego todo cambió y lo más cercano a eso había sido esa paja.
Pero no fue suficiente; quería más. Y lo necesitaba con urgencia.
Podía jalármela todo el dia, si eso liberaba un poco mi frustración; lo haría. Pero no con la tetona, en serio me desagrada su voz nasal y que siempre estuviera contando sus fantasías sexuales a cuanto macho se le cruzaba en el camino.
No se podía tener una conversación sensata o agradable con ella. Era mi deporte favorito: evitarla. Esta temporada la ignoraré usando guantes.
De camino a mi piso, pensaba en algunas cosas que resolver en el trabajo. No podía seguir mostrando mi rostro por mucho tiempo, ya me habían visto ahí casi 20 años. Tendría que empezar a buscar alternativas.
Metí la mano en la bolsa del pantalón, acaricie con suavidad el velo. Quería conocerla; a la bestia y a la hembra. Sentía curiosidad, pero también una profunda tristeza. Había pasado décadas buscando algo que todos dijeron que no existía.
Mi padre tenía razón, ¿por qué ella?, ¿por qué de entre todas las criaturas o hembras?,¿por qué mi pareja destinada tenía que ser ella? Mis padres creyeron que era un chiste, quizas lo era.
Y recordé a la m*****a bruja, me detuve al instante.
- Leo…- lo vi detenerse y despegar la mirada de la tableta donde terminaba de enviarme por correo el trabajo pendiente.
- ¿Qué pasa? - bajo la tableta y me miró con preocupación, levanté la vista. La idea me asaltó de pronto.
- La m*****a bruja lo sabía ... .- Nos vimos un instante antes de sacar el celular; busque el número de la bruja.
- ¿De qué hablas? - lo tenía prácticamente encima mirando lo que estaba haciendo; pero cuando vio el número de la bruja en la pantalla del móvil, me detuvo.- ¡espera!, ¿qué haces? -
- Ella lo sabía ... .- le intente marcar pero Leo me arrebató el móvil - Dame el maldito móvil,.. -
- Espera…. cálmate… ¿De qué estás hablando? él no entendía y seguramente se molestaría cuando le contara las cosas pero hacía meses que había buscado ayuda de las brujas para encontrar a la hembra que había visto en la guerra. Y todo paso por que mis padres trajeron a la rubia de la manada MoonShine, todo fue cuesta abajo desde entonces. - ¿Me dirás qué está pasando? -
Le hice la seña para que avanzara, prácticamente corrí a mi estudio. Abrí las puertas de golpe y quise destruir todo, ¿Realmente había sido tan estupido?, no me percate de que esa escena con el velo lo había planeado. Quizás ni siquiera era mi compañera destinada.
- ¡Maldita bruja! - Arrastre las manos sobre el escritorio y arroje todo contra el muro. Gruñí tan fuerte que los cristales del ventanal detrás del escritorio vibraron.
Cuando por fin pude respirar con calma, me di la vuelta. La cara de Leo era pura confusión.
- Me dirás qué está pasando…- lo vi moverse por el despacho hasta sentarse en una pequeña sala cerca de la entrada. Camine directo a las botellas y tome una botella de whisky, la abrí y comencé a beber grandes tragos. El me observaba inquieto, puso mi móvil y la tablet sobre la mesa de centro.
Cuando estuve calmado me fui a sentar y me dejé hundir en el sofá.
- ¿Qué está pasando Ragnar?- estaba calmado pero se que solo aparentaba.
- Durante la guerra, vi una mujer en lo alto de la colina… su olor, sentí el vínculo… todos dijeron que fue una alucinación; mi desesperación por encontrar a mi compañera…pero ella…ella no es una alucinación ... .lo se….. entonces Lilia me dijo que ella podría decirme quién era, pero tendría que esperar la señal. Cuando mis padres trajeron a Britany, me dejaron en claro que tenía que elegir a una compañera y tener un heredero. supe que se me había agotado el tiempo ... .así que hice un trato con Lilia ... .- la cara de mi beta se puso tan pálida que incluso en las sombras pude notarlo.
- ¿Qué clase de trato? - sus manos apretaron el reposamanos del sillón, él intentaba encontrarle lógica. Sabía que había arruinado las cosas, en especial porque muchos de los tratos mantenían mi identidad en las sombras. No se puede ser dueño o CEO de la misma empresa por 60 años y seguir luciendo igual. ¿Había arruinado su trabajo?.
- No preguntaría él porque…yo…- su rostro palideció aún más.
- ¡QUÉ CLASE DE TRATO RAGNAR! - me gritó, hacía años que no discutimos. Casi siempre él y los SilverFang eran los que actuaban como inmaduros. Pero esta vez, estaba en lo cierto. Lo había arruinado.
- Lilia dijo que yo sabría cómo pagarle y que no debía preguntar el porque, solo aceptarlo… - le di otro trago al whisky y deje la botella en la mesa del centro.
- ¿Qué significa eso? - Me puse en pie y traje un vaso, le serví un trago a mi beta y me quedé con la botella, me dejé caer en el sillón nuevamente.
- Significa que es tan grave que ella no quiso arriesgarse a que me negara ... .en la guerra… cuando me dijo que no había alucinado a la mujer de la colina, que me ayudara a encontrarla; que yo tendría que pagarle el favor…..Lilia ya sabia quien era- Me rasque la nuca con desesperación. - Luego el día que mis padres trajeron a Britany, la m*****a bruja aparece aquí para que me preparara…
- ¿Eso es bueno?...- tomó el vaso y se tragó todo el whisky de un golpe. Puso el vaso en la mesa esperando que le volviera a servir y así fue. nos tragamos el licor sin respirar siquiera los dos al mismo tiempo
- No ….. la m*****a ya sabía, siempre lo supo….- le di otro trago al whisky, apenas comenzaba a sentir una relajación etílica, poco efecto me hacía una botella. Solo quería estar tranquilo y pensar. El estaba confundido, su rostro lo decía todo. Era hora de confesar.
Solo podía pensar en el problema en el que estaba metiéndome, el olor de la mujer en la colina y el olor de la señora vampire, el trato con Lilia, no hacer preguntas y todo lo de Britany. “Maldición” fue lo único que me venía a la mente. Lo repetí varias veces antes de hacer la conexión.
Miré a Leo con sorpresa.
La sangre me hervía.
El supo por mi reacción que algo más pasaba, y extendió el brazo hacia mí para pedir un trago. Cuando le llené el vaso, dedujo que la noticia tenía que ver con la reacción y era proporcional al trago.
- Será mejor que te prepares ... Esto será un viaje redondo ... .al infierno…- me puse de pie y traje dos botellas más de whisky. Las puse en la mesa y me dejé caer en el sillón.
- ¡Hay m****a! - dijo quedamente, se terminó todo el vaso de licor de un trago y sacó el móvil, lo vi hacer algo antes de finalmente apagarlo y meterlo a la bolsa de su saco.
Pocos momentos después la puerta se abrió de golpe y pude ver a Samuel ahí parado, agitado y sudado, vestía ropa de entrenamiento, justo atrás llegó Adam. Mi primo era más tranquilo, sinceramente era una patada en las bolas. Pero no perdía los estribos ante mis “falsas crisis” , como las llamaba él. Pero Samuel, a él le encantaba mi drama de hembras. Él vivía y respiraba por esos dramas.
- ¡¿Es cierto?! - su voz era chillona, casi como si imitaba a la tetona. A Britany.
Recargé la cabeza en el respaldo del sillón, emití un gemido fuerte y doloroso. Lo escuché soltar una carcajada fuerte mientras cerraba la puerta. Adam pacíficamente se sentó en uno de los sillones más alejados y extendió su mano. Leo se acercó a las botellas y tomó una para arrojarla a mi primo. Pude ver de reojo como Samuel se arrojó al sillón cercano a mi, se recostó con una sonrisa en su rostro.
- ¿Y bien?, ¿Quien es la hermosa afortunada? - estaba disfrutando esto, como yo disfrutaba el infierno de la autocompasión. O quizás solo estaba exagerando, como lo hacía él. Pero algo era seguro, cuando les contara las cosas. Nada sería igual.
- Se quien es mi compañera….- Cuando levanté la cabeza, los vi a los tres con la boca abierta. Incluso Samuel ya no se burlaba con sorna. Éramos 3 amigos de la infancia hablando de problemas sentimentales. No más Rey y súbditos. Solo 3 fracasados, ebrios y rotos. Rotos a muchos niveles. Muy en el fondo dejábamos de ser seres superiores y fuertes. Éramos simples hombres con problemas de hombres.
“Adiós a los hijos de la Diosa Luna” pensé mientras me daba cuenta de la realidad.
Les comencé a contar lo que pasó aquel día en la colina, en medio de la guerra y la muerte. Pero cuando les dije que Lilia me había abordado para contarme sobre un trato, sus reacciones fueron de decepción, en ese punto Adam tomó la otra botella y le dio un trago. Sorprendiendonos a todos, no suele beber.
- ¿Saldrá algo bueno de ese trato? - la voz de Adam era tan baja, apenas audible. Estaba más que decepcionado, estaba preocupado; mucho.
Volví a dejar caer la cabeza al respaldo del sillón.
- Ya salió algo de ese trato…- solo quería ahogarme en alcohol aunque solo durara unos minutos. - La señora de la casa Kushim… es la mujer de la colina….- puse la botella en mi boca y abrí la llave, deje que todo el licor entrara en mi garganta. Cuando la botella se vacío y baje la cabeza. Vi el rostro de los 3, estaban no sólo pálidos, estaban desconcertados y sumamente confundidos.
- Por eso visitaste a los padres alfa…¡Eres un maldito! - grito Leo.
- Les dijiste….- murmuró Adam.
Esto se volvió el infierno.
Entre los árboles no muy adentro del bosque pude ver una pequeña figura, esperaba pacientemente en medio de la neblina mientras apretaba un trozo de tela con fuerza a su pecho. El broche que tenía en el hombro parecía brillar bajo la luz de una farola; donde iniciaba el camino de los jardines. Habia unos guardias pasando por detras, vestian de negro y llevaban un permeable negro de capa, llevaban un broche muy parecido al de la mujer. Incluso a lo lejos pude escucharlos platicar sobre un bar ubicado en la intersección del estado, donde varias especies podían ir y convivir sin ser molestadas. Me sorprendió de algún modo que existiera un lugar así, pero es una buena señal. El territorio está adaptándose y los míos con élLos guardias que me escoltaban estaban a varios pasos de distancia, rezagados. Cuando llegué a las orillas del bosque pude sentir el frío de la neblina arremolinarse a mi alrededor. La fuerza corría nuevamente por mis muslos, sentía la piel estirada casi a punto de romp
Todo parecía en blanco y negro sin sonido alguno, veía a Adam y Leo gritar, agitar los brazos y caminar de aquí para allá. Samuel estaba de pie con las dos manos en la puerta, su cabeza colgaba entre los brazos; estaba riendo como un maniático. Les había contado lo necesario. Era un caos pero supongo que entre risas y gritos, todo parecía irreal. Rayando en la locura. -¿Por qué no lo dijiste antes? pudimos buscar una solución a todo esto, antes de hablar con los padres alfa…. - Adam estaba enloquecido.-¿Y qué te iba a decir?, que le gusta una hembra de otra especie, seamos honestos: no sabrías cómo manejarlo, solo miralo ¡MIRALO!, ni él sabe cómo manejarlo…- Leo agitaba los brazos hacia mí, para así enfatizar su molestia.Samuel seguía riéndose como loco en su lugar sin prestar atención a la discusión.-El no sabe si realmente le gusta ... y menos que sea su compañera…. ¿Cierto Ragnar?....- Adam quería defender las leyes de la Diosa Luna. O eso creía yo en algún punto.Pero yo no
“¡MIERDA!” pensaba una y otra vez, mientras recordaba el mensaje.-¡Qué atrevido! - la risita traviesa de Zhara mientras dejaba el móvil nuevamente en la bandeja. Se puso en pie y caminó hacia la puerta. - Quién diría que los licántropos fueran tan progresistas ... .- dijo mientras traía unas piezas de leña de un soporte cercano. -Es increíble ... .- dije en un susurro. Me hundí en la tina y mi cabeza se acomodo en el borde, mire hacia el cielo. Las estrellas tintineaban de manera tan clara, el clima era tan agradable en estas épocas del año. El viento frío, la neblina y la constante incertidumbre de una nevada. Me gustaba el contraste de mi vida y los bosques nevados. - No creí que llegaríamos tan lejos…. ¿ahora que? …- gire la cabeza ligeramente para verla.Zhara estaba de pie a unos metros de distancia, me miraba con una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas. Llevaba varias piezas de leña en los brazos, bajó la mirada y caminó hacia el fogón, arrojó unas piezas, emprendiendo e
Estaba sorprendido por la forma en que las cosas dieron el primer paso, no me esperaba su cumplido; como tampoco me esperaba que ella tomara la iniciativa de la invitación.Estaba mirando por el ventanal mientras meditaba mi siguiente paso cuando la idea me golpeó de lleno.-Esperen……- me gire hacia los tres que estaban sentados en la sala mirando la tableta que estaba en el centro de mesa. Me miraron. - ¿No es cosa de vampiros?--¿Que?, ¿Que te aborde? - Leo parecía confundido.-No, no …. el protocolo de invitación…. ya sabes…. ¿Hay algún protocolo para invitar a salir a alguien de su estatus? , de su especie…- mire un momento el velo en mi puño y volví a meter la mano al bolsillo del pantalón. No conocía nada al respecto.Vi a Leo sacar su celular de su saco y hundirse en el sillon. Texteando con alguien. Poco después bajó del móvil y me miró desde lo profundo del sillón. -El señor Meller, dice que debes enviarle un regalo antes de verla en persona… según la tradición de los vampi
ELLAEl ramo de camelia blancas parecía tener decoraciones con perlas y un moño de seda plata. Era un trabajo muy hermoso y definitivamente sabía de quien. Era un esfuerzo muy notorio tratar de congraciarse conmigo, sin duda el Rey Alfa era un gran político. No cualquier macho con su poder trataría de aprender las reglas básicas de etiqueta de otra especie. Simplemente pasaría sobre todos.Sin duda alguna sabía mover sus fichas y para alguien que desconoce nuestras costumbres era un paso muy grande. Era sin duda un macho que llamó mi atención por completo. Podía ver mientras la pequeña Zhara iba y venía, exaltando la belleza del ramo de camelias y el detalle de enviar dulces.-Que bello detalle ... .sin duda sabe cómo empezar una conversación … - la vi acercarse al mueble cercano a la puerta y buscar un jarrón, trajo consigo en forma de tazón junto con dos botellas de agua, y le colocó en la mesa con las cosas; ella se tomaba muy en serio el trabajo de arreglar las flores que llegab
ELLANo estaba segura de lo que estaba viendo y por mucho que intentaba encontrarle forma, lo único en lo que pensaba era:-¿Qué estoy viendo? - el maniqui de silueta tapizado en terciopelo negro, llevaba unos botones dorados a los lados de los que colgaban finas cadenas de oro. Parecían olas, muchas de ellas llegaban muy abajo pero fuera de eso no había nada más visible.- ¿Dónde está el vestido?Las manos de Zhara se paseaba en círculos sobre el maniquí haciendo énfasis en las olas doradas.-Este es el vestido…. - Hacía años que la pequeña Zhara había demostrado su capacidad para diseñar y sin duda alguna le había dado la libertad de siempre traerme lo que ella creyera justo y necesario para mi guardarropa. Por eso le había dedicado tanto tiempo al almacenamiento y organización de mi guardarropa. La amaba por eso.-No veo el vestido Zhara…- le dije mientras le daba otro trago al té. - Quizás si lo modelas…. yo pueda entender el diseño mejor…- estaba bajando la taza, cuando la cara de
ELSalí del baño después de darme una ducha fría; mire el reloj digital sobre la mesa de noche. No iba a lograr dormir nuevamente, cada vez que cerraba los ojos solo podía pensar en ella moviéndose sobre mi vientre, luchando contra mi agarre. Podía aún sentir el calor de su piel en mis manos, la suavidad de su carne.No había suficientes duchas para quitarse la erección. No podía pensar en nada más que en tomarla y con un poco de suerte no terminar en cuanto le metiera la polla.Saqué unos pantalones de entrenamiento y una playera para vestirme, solo llevaba la toalla a la cintura. Cuando tocaron a la puerta, me estaba terminando de poner la ropa.-Ragnar…. debes bajar… - Leo sonaba inquieto, pero tras de él llegó una fragancia conocida.-Brujas ... .- dije mientras lo miraba sobre mi hombro. Era difícil no percibir ese olor a “New Age” que arrastraban tras de sí; entre hierbas y veneno. Inconfundible.El afirmó con la cabeza y cerró la puerta tras salir. Estaba seguro que nada bueno s
ELLA Los dedos callosos del macho pasaron por encima de las marcas que tenía sobre la piel, quería invocar el cierre del sigilo para salir de su mente pero no podía concentrarme; su cabeza cayó hacia atrás, perdido en el éxtasis. No me había percatado de que lo estaba masturbando de manera involuntaria y le apreté el miembro; mientras su mano acarició mi brazo hasta el codo; incitando me a continuar. Estaba perdiendo la lucha contra el frenesí, tenía un hambre voraz, su cuello expuesto no me permitía concentrarme en el sigilo y aunque quería desviar la mirada no podía. Quería morderlo, tragarme todo lo que tenía que ofrecerme, para así sentirlo fluir por mi cuerpo como uno mismo. Y el hambre se mezcló con el deseo, mi gemido nació desde lo profundo de mi pecho, lo vi enderezar su rostro hacia mi. En su mirada había sorpresa, ni siquiera yo esperaba esta reacción; y pase del frenesí al deseo en un instante, los pezones me dolían y necesitaba calmarlos. Abrí los labios buscando más