Verónica sintió un dolor desgarrador que pude sentir gracias a nuestra conexión, sin embargo, segundos después lamí su cuello y de una extraña manera para ella el dolor desapareció lo que hizo que ella se aferrara a mis hombros como si se trataran de un salvavidas.—Sí, Acheron...Gruñí embelesado por toda ella, estaba jodidamente conteniéndome para calmar el impulso salvaje que me decía que la follara hasta el cansancioElla es delicada, es humana.Gruñí para mi mismo.Su coño estaba matándome.Se aferraba a mí fuertemente, estaba tan apretada, tan dulce.Por un maldito segundo perdí la cabeza cuando la sentí moverse debajo de mí, era la mejor sensación que he tenido en siglos.No estaba vivo hasta que encontré a Verónica pero estar así con ella es un jodido tesoro.—Eso es gatita, toma todo lo que te pertenece, soy tuyo para tu placer.La vi cerrar los ojos mordiendo su labio inferior para no dejar escapar un gemido mientras que sus caderas se balanceaban en un deleite salvaje.Sabí
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