VERÓNICA¡Ese era el hombre más jodidamente hermoso que he visto alguna vez!A pesar de estar sentado parecía increíblemente alto, uno de sus brazos musculosos estaba apoyando sobre la mesa mientras que el otro sostenía el tenedor como si este fuera a escapar de sus dedos, su pelo era un poco largo y estaba levemente enmarañado alrededor de su hermosa y masculina cara como si hubiera pasado sus manos muchas veces por este, pude darme cuenta que él era salvaje y que la atracción que sentí por él no era algo común.Jamás había sentido nada igual antes.Mi pecho se apretó y mi corazón bombeó con más fuerza bajo esa mirada penetrante que él me enviaba, eclipsando cualquier pensamiento racional de mi cabeza.— ¡Es guapísimo! ¿A qué sí?Pero no podía ser el mismo hombre el que estaba hablando Ana ¿O sí?—Quiero ir a hablarle pero no quiero dejarte sola —hizo un puchero antes de volver a tomar de su bebida.Solté el aire que estaba conteniendo lentamente.—Por mí no te detengas —dije sonrien
Desvergonzada caminé hasta mi tocador en busca de la crema que esparcí por todo mi cuerpo para luego ir en busca de mis bragas y sostén a juego.Pronto deslicé un vestido negro corto que Ana me había presentado y me maquillé frente al espejo, al acabar escuché el auto de mi mejor amiga afuera entonces bajé para irme junto con ella, pero antes de salir vi un sobre en el suelo que me causó escalofríos.Maldito seas.Esto no arruinaría mi noche así que lo guardé en mi bolso.— ¡Estás bellísima! Seguro que ese Drey no aparta las manos de ti hoy —dijo con picardía.Enseguida la fulminé con la mirada.—Drey no hará tal cosa porque yo no lo permitiré, además no creo que esté interesado en mí.Ana Alice se encogió en hombros restándole importancia.—No seas aburrida Vero.Pero no insistió porque sabía que mi posición era firme.*Al llegar a la casa de Drey me di cuenta que aquello no era una casa, sino una especie de mansión.Ambas nos miramos boquiabiertas antes de caminar en dirección a la
Las últimas palabras subrayadas me hicieron temer pero había algo más ¿Era impaciencia o confusión?Yo no lo sabía, pero estaba allí, dentro de mí.¿Qué quería decir él con falta poco?Entonces escuché la puerta de la habitación cerrarse de golpe e inevitablemente brinqué en el lugar.— ¿Te gusta provocarme dulzura? —preguntó una voz ronca que causó que el vello de mi nuca se erizara por completo y mi corazón se pusiera arrítmico.Dejé caer la carta de mi mano y me giré lentamente para encontrarse con un rostro familiar y sumamente hermoso que provocó que contuviera la respiración.*Finalmente estaba ahí con Verónica, una vez más frente a frente aunque ella no sabía quién es para mí ni lo que podría lograr con solo abrir su dulce boca.Cuando vi que estaba subiendo las escaleras sola perdí la cabeza y la seguí sin importarme nada y ahora viéndola frente a mí con los pechos erguidos bajo su vestido me di cuenta que no había cometido un error en seguirla.La necesitaba jadeando, desean
De inmediato lo fulminé con la mirada dándome cuenta de lo que estaba pasando, traté de levantarme de la cama pero Acheron me lo impidió.—Ahora que estás aquí no te dejaré marchar, está completamente prohibido permanecer lejos de mí —soltó juguetón pero ¿Por qué me había sonado a que para él esas palabras no eran un juego? —. Te vez preciosa bajo la luz de la luna —ronroneó colocándose encima de mí sin dejar caer su peso en mi pequeño cuerpo.¿Por qué él me resultaba tan familiar pero a la vez tan extraño?En seguida volvió a zambullirse en mi cuello salvo que esta vez no se dedicó solo a inhalar mi olor, esta vez fue más allá, lamió y chupó un punto sensible ocasionando que un par de gemidos escaparan de mis labios.—No te preocupes, nadie va a entrar eso te lo prometo.— ¿Por qué estás tan seguro? —pregunté casi sin aliento por lo que me hacía.—Porque esta es mi habitación.Frunciendo el ceño aparté las manos de su cabello como si quemara y separé mi cuerpo de su boca pecaminosa.
Verónica sintió un dolor desgarrador que pude sentir gracias a nuestra conexión, sin embargo, segundos después lamí su cuello y de una extraña manera para ella el dolor desapareció lo que hizo que ella se aferrara a mis hombros como si se trataran de un salvavidas.—Sí, Acheron...Gruñí embelesado por toda ella, estaba jodidamente conteniéndome para calmar el impulso salvaje que me decía que la follara hasta el cansancioElla es delicada, es humana.Gruñí para mi mismo.Su coño estaba matándome.Se aferraba a mí fuertemente, estaba tan apretada, tan dulce.Por un maldito segundo perdí la cabeza cuando la sentí moverse debajo de mí, era la mejor sensación que he tenido en siglos.No estaba vivo hasta que encontré a Verónica pero estar así con ella es un jodido tesoro.—Eso es gatita, toma todo lo que te pertenece, soy tuyo para tu placer.La vi cerrar los ojos mordiendo su labio inferior para no dejar escapar un gemido mientras que sus caderas se balanceaban en un deleite salvaje.Sabí
Volví a caminar para retomar mi marcha pero de repente vi algo que me heló por completo...En el bosque que tenía que cruzar para salir de ahí había dos hombres que yo conocía.El que me daba la espalda sin duda era Acheron, podía verlo por su cabello castaño oscuro y el otro se trataba de Drey.No pude escuchar lo que se decían pero ambos parecían molestos y de un momento a otro se fueron acercando amenazadoramente el uno al otro, hicieron algo que yo no me esperaba, ambos hombres se transformaron en un par de lobos muy grandes lo que casi me hizo desmayar cayéndome de espaldas por la impresión.La pelea comenzó pero yo no podía dejar de ver al lobo castaño, tan imponente, tan bestial y salvaje.Comencé a arrastrarme por el suelo sin dejar de mirar en dirección de la pelea.Una vez que mi estupefacción pasó me levanté como un resorte y corrí a todo lo que mis piernas daban para llegar a casa, la vista se me nublaba por las lágrimas de terror, yo... me había acostado con una bestia.C
ONCE MESES DESPUÉS:Había logrado después de un año vivir tranquila.Toda la locura del pasado ha quedado atrás y por suerte me estaba yendo tan bien que siento que ahora la vida me sonríe.Es que no podía estar mejor, mis padres estás sanos y felices en el nuevo país que nos ha abierto las puertas, tengo un trabajo tranquilo y con un buen sueldo como maid en una cafetería japonesa y como si fuera poco soy la mamá del niño más precioso que había en el mundo.Cuando lo tuve en los brazos supe que no había nada que no hiciera por él.Nick es tan hermoso con sus ojazos azules, piel blanca y cabello oscuro, que apenas podía dejar de mirarlo cuando llegaba de trabajar. Él es lo mejor que me ha pasado en la vida aunque al descubrir mi embarazo estuve tan horrorizada que lloré por horas.Tenía miedo de ese bebé.¿Y si es cómo él?Era la pregunta más frecuente que me hacía durante la gestación, tenía miedo de dar a luz un lobezno pero gracias al cielo que en los momentos de dolor que me ataca
ACHERONUN DÍA ATRÁS—Alfa, lo hemos encontrado, tiene mucha seguridad con él.Esas son las palabras que había querido oír hace mucho tiempo.—Muy bien Kaden, informa a todos que debemos estar en posición, ha llegado la hora y nadie como yo va a saborear el momento, por ese bastardo he tenido que estar tanto tiempo apartado otra vez de mi compañera y mi cachorro, al fin voy a vengarme.Hace un año habíamos creído encontrar a mi maldito enemigo pero luego nos dimos cuenta de que el imbécil había enviado a otro para ocupar su lugar, era su marioneta.Finalmente el día había llegado, no me importaba demasiado la venganza, sin embargo, estaba desesperado por volver a verla.Mi hembra había huido de mí con la estúpida idea de que podía alejarse, cuando me enteré estuve sumamente furioso, pero luego determiné que su decisión lejos de dañar mis planes me ayudaba, necesitaba que ella estuviera a salvo y para eso tenía que estar lejos de mí.Cosa que tanto a mi lobo como a mí me frustraba de s