VERÓNICATengo que huir.Toda la mañana había estado con esas palabras en la mente, aún no había ideado un plan.Me tenía atontada el hecho de que Sebastian, mi mejor amigo de la infancia me hubiera secuestrado o que fuera un hombre lobo.A decir verdad no me importaba tanto como el hecho de que no creí en Acheron en el primer instante que me confesó que era mi compañero.Había tenido miedo de que no fuera cierto y estuviera utilizándome solo para quitarme a Nicki.Pero también me alteraba que yo si estuviera enamorada de él y que a Acheron no le importara mis sentimientos.Sebastian de repente entró llamando mi atención y trayéndome de vuelta a la realidad, traía comida en sus manos y justo ahí encontré mi modo de escape.—No me siento muy bien Sebastian...Él me miró intranquilo haciéndome saber que a lo mejor mi mentira si diera resultados.— ¿Qué tienes? —me preguntó preocupado dejando la comida sobre el buró para acercarse a mí.—Quiero vomitar ¿Podría ir al baño?A él se le llen
Han pasado 11 años y tengo que reconocer que fui una completa estúpida al huir de Acheron por ser un hombre lobo.Pero ¿Qué puedo decir?Los seres humanos le tememos a lo desconocido.Hoy no me imagino una vida sin Acheron pues se ha dedicado a hacerme feliz.Tenemos casi diez años de casados y 7 hijos que en su mayoría son niñas.Siendo esto un gran dolor de cabeza para mí compañero.Obviamente el primero es Nicholas que ahora odia que lo llame Nicki, sin embargo aún lo hago.Mi niño ha crecido tanto.Se está convirtiendo en todo un hombrecito que me enorgullece más y más.Ama y protege a sus hermanos siempre, en especial a mi pequeña Piper.Quien es nuestra segunda hija.A causa del envenenamiento que sufrí durante mi embarazo gracias a la hija de puta de Agnessa, mi Piper nació ciega pero eso no ha sido un impedimento para ella.Todos siempre la cuidamos y protegernos, en especial un lobo gruñón el cual siempre está cerca para cumplir los caprichos de mi dulce niña.Ian es el terce
La cena navideña estaba lista, he tenido ayuda de nuestras doncellas pero estoy tan cansada como si lo hubiera hecho sola.Los chicos están por venir a cenar y sin embargo, no pude evitar despejar mi duda cinco minutos antes.Estoy sosteniendo temblorosa el palito y mis ojos se cierran y se abren como si este fuera a desaparecer.—No puede ser.Miro el objeto en mi mano confirmando lo que llevo días pensando.Y recuerdo el momento exacto en el que estoy debió haber pasado.—Estás tan jodidamente sexy con ese bikini, gatita —las manos de Acheron se cierran alrededor de mi cintura trayéndome más cerca de él.Mi espalda colisiona contra su pecho musculoso y su miembro se aprieta contra mi trasero excitándome.Tengo que morder mi labio inferior para no soltar un gemido ansioso por su toque.Su aroma me embriaga seduciéndome.Acheron se inclina sobre mí mordisqueando el punto sensible en mi cuello lo que hace que contenga la respiración.—¿Lista para una ronda, gatita? —susurra en mi oído.
Su declaración sumada al beso posterior que me dio hizo que todo mi mundo tambaleara.Después de eso y de mucho sexo en nuestra habitación, me tomé una pastilla del día después. Supuse que eso sí serviría, Acheron tuvo que hacer algo.Mi corazón late de prisa con un montón de pensamientos en los que incluyo cómo matar a mi maldito esposo lobo.—Maldita sea, compañera estás jodidamente sexy con ese vestido negro. ¿Sabes lo que quiero hacerte ahora mismo?Acheron me sorprende tomándome de la cintura tirándome hacia su cuerpo para meter su cara entre el hueco de mi cuello.No ha visto la prueba en mis manos y siempre utilizo el perfume de mi aroma para que nadie, sobre todo él, pueda olerme. Así que el bastardo no sabe lo que me hizo.—Aparta tus manos de mí —gruño apartándome de su agarre para girarme en su dirección.Mi ceño está fruncido al mirarlo y noto como el rostro de Acheron se desencaja en confusión.—¿Qué hice?—¡¿Qué hiciste?! ¡Esto fue lo que hiciste!Estampo la prueba en su
‘’Con el rostro cubierto de lágrimas te vi por primera vez, no me importó nadie a mí alrededor, ni siquiera el idiota que estaba a tu lado en ese preciso momento.Desde ahí supe que serías mía.El deseo nubló mi vista y tu olor quebró mi razón.Desataste mi lado animal, Verónica.’’Y con esas cinco líneas impresas en un papel negro fue que mi tormento comenzó.No entendía de qué se trataba todo eso, nunca nadie me había dado ni siquiera una carta, no me consideraba una chica linda para llamar la atención de nadie, no tenía grandes atributos y mi cara es bonita pero simple, sin embargo, recibía esa nota que lejos de gustarme me ponía los pelos de punta, sobre todo esa frase final contundente.Ni siquiera salía de casa y cuando lo hacía era para ir a la universidad, de allí de vuelta a mi dulce hogar, no sabía ni cómo ni dónde había despertado el interés de un chico del cual estaba segura no conocía pero no le di mucha importancia, en ese momento no lo sabía ni estaba preparada para tod
ACHERONCuando vi a Verónica por primera vez fue mucho antes de enviarle la primera carta, tenía que ser sigiloso, no podía dar a conocer mi identidad ante ella ni ante nadie, no en medio de una guerra donde caerían los más inocentes.La veía de lejos, sí, pero solo cuando encontraba un tiempo libre de resto enviaba a Kaden, mi beta para que este me contara todos sus movimientos y la protegiera de las amenazas. Aunque tan solo pensar que otro hombre que no fuera yo pudiera deleitarse con su belleza e inocencia me hace arder en celos.Si pudiera evitarlo lo haría, pero no había otra manera, así debe ser, mi luna debe estar absolutamente protegida, nada ni nadie podrá lastimarla. Pero esto no puede detener las inquietantes ganas de darme a conocer, de que Verónica sepa que es mía y no de nadie más.Sin saberlo, aquella mañana que la había visto junto con un idiota a su lado la furia me había dominado y de no ser por Kaden y Rakish me habría mostrado ante ella en una faceta que la hubier
Supe porque llorabas, ese idiota no te merece.Me contuve cuando le escuché gritándote, quería matarlo, lo juro, despellejar su piel sin remordimiento, él no merece si quiera mirarte, eres demasiado hermosa como para él.Él va a pagar, lo juro.Lo vi salir de la casa furioso pero no le di importancia porque mis ojos solo estaban puestos en ti y en tu piel expuesta.¿Buscas provocarme?Te desnudaste frente a la ventana cariño.Lo has hecho, me has conseguido.Desatas mi lado animal, Verónica.—Mierda… santa mierda.El día anterior no había prestado atención a que no me había llegado carta alguna, después de salir del baño llamé a las chicas y después de que ellas también se disculparan cenamos en un restaurante muy bonito antes de que Ana inventara hacer una pijamada, queriéndome olvidar de todo accedí.A la mañana siguiente pasé deprisa por la casa para llevarme mis cuadernos e ignoré el papel en el suelo pero al regresar efectivamente descubrí que se trataba de la tercera cartita, ne
‘’Al irme a casa anoche no pude dejar de pensar en ti.Y una cosa llevó a la otra, ya sabes.Imaginé que tú misma me tocabas como yo deseaba, con tus delicadas manos, que me tomabas en tu gloriosa boca.Solo la luna sabe todo lo que te deseo...Desatas mi lado animal, Verónica.’’Y leer esta carta fue lo que finalmente hizo que mi vómito saliera enseguida, maldita fueran las resacas, malditas fueran las cartas psicóticas y maldita yo por hacer caso a Ana, no recordaba absolutamente nada después del primer trago pero según Jaz estuve besuqueándome con un desconocido bastante sexy.Gruñí limpiando mi cara para luego ir a mi habitación y dejarme caer en mi cama.—Quisiera recordar al sexy desconocido en vez de las palabras sucias de mi acosador.Ana Alice había tenido razón después de todo, él había estado tanteando terreno para irme diciendo guarradas.—Cerdo —susurré levantándome de la cama.Después de tomar una aspirina Ana me llamó pidiéndome disculpas por abandonarme y rogándome que