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Todos los capítulos de Deseo Enfermizo : Capítulo 1 - Capítulo 10
74 chapters
I. Sueños cumplidos
Advertencia:En la siguiente historia encontrarás violencia, vocabulario soez, torturas, maltrato físico y psicológico, asesinatos, temas relacionados con el bajo mundo y lenguaje explícito.NO es una historia ROMÁNTICA, por lo que te pido que tengas en cuenta esta advertencia.Si eres sensible al tipo de contenido fuerte, te recomiendo abandonar la lectura antes de empezar, todo con el fin de evitar pasar un mal rato.Habiendo aclarado esto, les deseo una lectura apoteósica.No tengo día fijo de actualización, así que te pido mucha paciencia (yo sé, más de la que me han tenido), pero ustedes saben que así sea tarde, les traeré capítulos.De nuevo mil gracias por todo el apoyo y cariño que le brindan a mi trabajo. No olvides comentar, votar y guardar este libro en tu biblioteca si es de tu agrado.¡Nos leemos muy pronto con este nuevo y retorcido mundo!******Ella era tan perfecta, tan pura, tan inocente; que, pese a no ser mía, la deseaba poseer sin importar a quién tuviera que apa
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II. Nueva vida
—Australia, ¿eh? —inquirió mamá, dejando de lado los bollos que estaba haciendo para mirarme a los ojos—. ¿Y cuándo van a irse?—En tres días. Will tiene que estar en la Corporación el lunes a primera hora.—Vaya, qué apresurado es todo, pero me alegro mucho de que lo hayan elegido como el gerente. Se lo merece —sonrió—. En cuanto a otro tema, sí estarás muy lejos de nosotros, pero comprendo que debes apoyar a tu esposo.—Vendré en vacaciones y te llamaré todos los días. No creas que para mí es fácil marcharme tan lejos y dejarte a ti y a papá solos.—No te preocupes por nosotros, mi amor. Tú lugar es donde esté tu esposo, y si Will se va a la China, no tienes de otra que ir con él.Reí y abracé a mi madre con fuerza, rememorando su aroma a frutas y guardando en mi corazón la calidez de sus brazos.Con sentimientos encontrados terminamos de cocinar los bollos y el almuerzo. No habíamos dicho nada a nuestras familias para no hacernos ilusiones tan grandes, pero ahora que los sueños de
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III. Julen Black
Me senté en la barra de la cocina con mi portátil tan pronto preparé el desayuno. Mientras Will terminaba de prepararse para ir a su primer día de trabajo, me dediqué a buscar ofertas de empleo.Aunque mi esposo me aseguró que no tenía problema alguno si mi decisión era trabajar o no, no me siento del todo cómoda quedándome en casa. Toda mi vida he trabajado, por lo que sería raro no hacer nada. Me gusta comprar mis propias cosas, mantenerme activa y aprender cosas nuevas.Busqué largo rato ofertas de empleo que se ajustaran a mi perfil y apliqué a varias. En lo que leía una para ser secretaria en una de las industrias más importantes de Australia, no dudé un segundo y apliqué con la esperanza de quedar. Nunca trabajé en el sector automotriz, pero no está de más aprender si me llegasen a elegir.—¿Buscando empleo tan pronto, mi amor? —Will besó mi frente y pasó por mi lado hasta la cafetera—. Pensé que tomarías unos días para conocer la ciudad y acoplarte.—Puedo hacer las dos cosas.
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IV. Eres lo que buscaba
De momento no supe qué decir, sus palabras me tomaron por sorpresa, pero a la vez me alegraron de sobremanera. Cuento con ocho años de experiencia, varios cursos que mi ex-jefa me hizo tomar cuando trabajaba con ella, hablo cuatro idiomas diferentes y mi hoja de vida es intachable. La Sra. Johnson no dudó un segundo en prepararme desde que puse un pie en su empresa, sino que también me dio la mejor recomendación laboral.—Tu amplia experiencia nos será de gran ayuda —volví en mí al escuchar su voz, así que lo miré sorprendida y emocionada a partes iguales—. A partir de este momento serás mi nueva secretaria, por lo que espero mucho de ti y de tus... vastos conocimientos.—Oh, por supuesto que sí, Sr. Black. Daré lo mejor de mí —sonreí—. Muchas gracias por darme la oportunidad, le aseguro que no se arrepentirá de su decisión.—Desde luego que no —dijo y levantó la bocina del teléfono sobre su escritorio—. Despacha a las otras, ya elegí a Amanda Reynolds. Por favor, tráeme el uniforme y
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V. Consulta
Una semana se pasó demasiado rápido para mi gusto, más teniendo en cuenta que la Sra. Aura se iría y tendría que hacerme cargo de todo yo sola.Durante estos días me enfoqué en memorizar todo lo que más pudiese para no tener ningún problema con el Sr. Black, incluso mi propio jefe me ha ayudado con algunas de mis obligaciones que no he comprendido completamente. La paciencia que me tiene es sorprendente, por lo que quiero demostrarle que no seré una carga más en cuanto su secretaria de hace más de diez años se vaya de la empresa.Una industria tan grande y que cuenta con muchos derivados en varios sectores es difícil de entender, sobre todo cuando el Sr. Black debe hacerse cargo de ellas al mismo tiempo. Industrias Black no solo es una empresa de red energética, también cuenta con mercados en el marketing, con sedes de seguridad privada e incluso también está posicionada en una de las industrias más importantes de joyas y refinería. No por algo la familia Black es una de las más ricas
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VI. Inconveniente
Hoy nos entregan el resultado de los exámenes, y me he sentido tan ansiosa de salir del trabajo, que no he hecho más que sumergirme de lleno en los informes que debo realizar para no enloquecer.Aunque ya hablamos y decidimos que, sin importar el resultado que fuese, seguiríamos con el plan de tener un hijo, no puedo dejar de estar intranquila. Pese a todo, estamos hablando de nuestra salud.Me encontraba en la hora del almuerzo cuando recibí una llamada de mi mejor amiga; Eliza, lo que se me hizo sumamente extraño, puesto que ella debería estar durmiendo.Respondí sin dudar, pensando que había sucedido algo malo, pero su bostezo y un leve murmullo me hizo esbozar una sonrisa.-¿De nuevo con insomnio? -pregunté, comiendo perezosamente el almuerzo.-Sí, pero no hablemos de eso porque no quiero seguir llorando.-¿Jimmy volvió?Resopló con fuerza y sentí la necesidad de ir a su casa y abrazarla.-Ya sabes, todo seguirá igual por más que venga a decirme dos palabras bonitas cada que se ab
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VII. ¿Accidente o provocación?
—Espero que no tengas ningún problema con tu esposo por viajar tantos días. Por lo general, mis viajes no tardan más de un día —el Sr. Black rompió el silencio que se había formado en cuanto subimos a su avión privado.—Mi esposo no se molesta, él entiende la situación a la perfección.—Oh, qué bueno, porque sería una pena que se molestara por situaciones que no se pueden controlar.—Will es muy comprensivo —sonreí, observando la bonita vista desde los cielos—. Además de que entiende y respeta mi trabajo. Nunca, en los ocho años que llevamos juntos, hemos tenido algún problema por el ámbito laboral. Entendemos que el otro tiene responsabilidades que cumplir, así que sería una pérdida de tiempo discutir por algo que no vendría al caso, ¿no le parece?—Desde luego —lo oí decir en voz baja.—Sr. Black, ¿puedo hacerle una pregunta un poco personal?—Adelante, estoy para resolver todas tus dudas.Giré el rostro para verlo y sus fijos en mí más su sonrisa me hicieron sentir una pizca de ver
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VIII. Mal humor
En silencio caminamos hasta la recepción, donde nos dieron nuestras respectivas habitaciones y nos guiaron al restaurante. Aunque en realidad quería ir a mi habitación, hablar con mi esposo por un rato y dormir hasta el siguiente día, no podía ignorar mi estómago. Mis tripas gruñían a medida que caminábamos por el amplio comedor y el olor a la comida llenaba mis fosas nasales.Una vez en nuestra mesa, el Sr. Black sacó la silla para mí y le agradecí en un susurro, sintiendo que su mirada se volvía diferente.Él tomó lugar frente a mí, pero no apartó su mirada de mí incluso cuando una de las camareras trajo la carta. ¿Acaso tenía algo en la cara y por eso me miraba tanto? ¿Estaré despeinada, con el maquillaje corrido o tendré micos en la cara y por eso me observaba de esa manera tan inquietante?Su mirada me ponía tan nerviosa con cada segundo. No me gusta que las personas se me queden viendo tan fijamente, menos un hombre.—¿Qué te gustaría comer? —inquirió con voz suave y profunda—.
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IX. Amor, fuego pasión y mucho más
Completamente desnuda me encaminé hacia el baño, donde una gran bañera esperaba por mí. Mientras esperaba paciente que se llenara, le mostré con total desinhibición los senos a mi marido, quien mantenía su fiera mirada en mí y cada parte de mi piel expuesta.—Quiero tenerlas en mi boca y entre mis manos —susurró con voz profunda y cargada de deseos—. Y sí, quisiera deslizarme una y otra vez entre ellas. Son tan perfectas.Sus palabras más esa forma ronca de hablar me tenía sumamente húmeda y con ganas de estar entre sus brazos para cumplir todas nuestras fantasías.—¿Podrás soportar tres días, cariño mío? —pregunté juguetona, deslizando la yema de mis dedos por la cima fruncida y endurecida de mis pechos—. No es tanto tiempo. ¿o sí?—Es demasiado —suspiró, mordiendo su boca—. Me vas a matar, mujer. Sabes que eres puro fuego del más corrosivo. No tienes ni un poco de compasión de mí.Sonreí, acariciando perezosamente mis pechos y mi cuello, antes de acomodar el teléfono de tal manera d
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X. Piedra en el camino
◊JULEN◊Reproduje una vez más el video en mi computador personal, pero esta vez poniéndolo en silencio, detestando la idea de volver a escuchar ese cruce de palabras que solo incrementaron mi ira a niveles que no sabía podía existir.Le di un trago más a la botella de whisky y me enfoqué en el hermoso rostro de Amanda, en sus labios rojos y rellenos por la forma tan violenta en que los muerde, en sus mejillas sonrojadas, en sus hechizantes ojos avellanas que transmiten tanto y a la vez nada, en su piel nívea y suave.El calor del whisky se centró en mi creciente erección, por lo que cerré los ojos por un momento, apretándola entre mi mano y tratando de sentirme conectado a ella.Abrí los ojos nuevamente y suspiré hondo, recorriendo ese cuerpo de infarto que me enloqueció desde el primer momento en que lo vi. Sus senos redondos, grandes y perfectos moviéndose al compás de su agitada respiración, su vientre plano, sus caderas anchas y sus piernas de par en par mientras su mano se pierde
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