Capítulo 28. Un aliado inesperado.
Amelia sintió como si el suelo se deslizara bajo sus pies, el aire se volvía espeso y pesado, y todo a su alrededor parecía detenerse mientras intentaba procesar las palabras que acababan de salir de los labios de Sergio. ¿Una esposa? ¿Por qué le estaba proponiendo matrimonio? ¿A qué se debía todo eso?, se preguntó sin dejar de preocuparse. La pregunta se enredó en su mente, sin hallar respuesta, como un grito ahogado que no encontraba salida.—Sergio… —su voz apenas logró escapar, temblorosa, rota—. No entiendo. ¿Por qué… por qué me propones eso?Sergio respiró hondo, sus ojos oscuros reflejaron una tormenta contenida, mientras se pasaba una mano por el cabello, sin apartar la vista de ella, como si temiera que pudiera desvanecerse en cualquier momento.—Amelia, sé que esto suena irracional, pero por favor, escúchame. —Su voz era grave, cargada de una seriedad que hizo que el corazón de Amelia latiera más rápido—. Tú necesitas mi ayuda, mi apoyo, para recuperar a tu hija, para salir
Leer más