Christian caminaba por el sendero del campus, sus pensamientos ocupados con la imagen de Alya. De repente, vio a Clara acercándose y decidió interceptarla.—Clara, necesito hablar contigo —dijo, su voz firme.Clara lo miró con desdén. —¿Qué quieres, Christian?—¿Dónde está Alya? —preguntó, ignorando el tono hostil de Clara.Clara se cruzó de brazos, su mirada dura. —No está en condiciones para tus juegos, Christian. Búscate a otra chica con quien pasar el rato. Con Alya no es.Christian frunció el ceño, su paciencia agotándose. —Alya me importa, Clara.—Si te importa como dices, aléjate de ella y haz algo bien por primera vez —replicó Clara, su voz llena de desafío.Christian se quedó solo, confundido y enojado. No podía dejar las cosas así. Decidió que iría a buscar a Alya, sin importar lo que tuviera que hacer.Con determinación, se dirigió hacia el dormitorio de Alya. Si tenía que usar la fuerza bruta y palabras dolorosas para hacerla entrar en razón, lo haría. No permitiría que se
Leer más