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Todos los capítulos de Recuerdos de un amor olvidado: Capítulo 1 - Capítulo 10
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CAPÍTULO 1
Pensamos que la vida es injusta por separarnos de la persona que amamos. Hay obstáculos y recuerdos olvidados, y todo sucede por un motivo. Debemos esperar pacientemente el reencuentro. Cuando estás destinado a estar con alguien, nada en la vida podrá separarlos.En el amplio pasillo de una prestigiosa universidad, una tímida joven caminaba con nerviosismo. Sus ojos se movían rápidamente de un lado al otro, buscando un lugar seguro.— ¿Cómo me dejé convencer de esto? — murmuró Milena con voz temblorosa, mientras sus manos temblaban visiblemente. Reconociendo a estas alturas que la propuesta de su prima sería difícil de cumplir y buscaba con la mirada un lugar donde pudiera llamarla.— ¡Perfecto! ¡Ahí podré llamarla! — dijo con ánimo, dirigiéndose al tocador de mujeres. En su apresurado paso, no se percató de una persona hasta chocar con ella.— ¡Disculpe! — dijo rápidamente y continuó su camino.Dentro del tocador, se encerró en un pequeño cuarto de limpieza, sacó su móvil y marcó. Su
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CAPÍTULO 2
Asombro, temor y nerviosismo eran las emociones que invaden el cuerpo de Milena mientras observaba el rostro del hombre frente a ella. Nunca había imaginado que él llegaría a mirarla de esa manera, pero de alguna manera pudo intuir las intenciones de Blas. Cuando él la sujetó por los brazos, un escalofrío recorrió todo su cuerpo y, al unir sus labios a los de ella, su cuerpo se paralizó automáticamente. Milena sintió la urgencia de empujarlo y salir corriendo por la puerta, pero su cuerpo no respondía.Blas separó sus labios de los de ella y contempló su rostro enrojecido y sus ojos bien abiertos. Él sonrió atrayéndola más hacia él. Milena salió de sus pensamientos nerviosos al sentir sus manos enredándose entre su cintura. Sin quitar su mirada de ella, Blas comenzó a caminar, y Milena, desconociendo lo que había detrás de ella, se dejó guiar, dando pequeños pasos lentos y torpes.Las pantorrillas de Milena hicieron contacto con algo acolchado y su atacante la arrojó salvajemente sobr
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CAPÍTULO 3
Aquella mañana fue la misma rutina de siempre: ejercitarse, desayunar, actualizar el sistema. Blas tecleaba rápido y revisaba los pendientes de su compañía “Prever” que él y su mentor fundaron años atrás. Su éxito fue gracias a un sistema de seguridad muy avanzado que habían desarrollado llamado Nullsystem. En poco tiempo extendieron su imperio complementándolo con tecnología sofisticada de todo tipo, creación de software, robótica y especialmente nanotecnología.A Blas no le agradaba la idea de ser profesor universitario; ya tenía muchas responsabilidades en su compañía; sin embargo, aceptó impartir clases por un buen amigo que lo había ayudado en el pasado. Calificar a más de 200 estudiantes era muy agotador, pero encontró la manera de hacerlo creando un sistema de calificación inmediata. Él se había negado a recibir el salario; sin embargo, su buen amigo le hacía llegar su pago puntual todos los meses.Esa mañana en particular se encontraba muy distraído. En varias ocasiones detuvo
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CAPÍTULO 4
Ese día Milena regresaba a casa de la universidad, sin saber qué hacer. Tina tenía tantas asignaciones atrasadas y horas antes un profesor la regañó al final de una clase.— No es justo, no sabía del trabajo — dijo Milena. — ¡Te cobraré más, cada vez que me regañen por ti, Tina! —, espetó con enojo.Estaba molesta con su prima y consigo misma. Si no se hubiera dejado convencer, Blas, no la hubiera reconocido, ya no estuviera asistiendo a la universidad por Tina y ahora su ingreso a facultad dependía ciegamente de excompañero del instituto.Para relajarse después de un pesado día de estudios, decidió darse un baño y después se recostó en su cama.— Hoy no lo vi — dijo Milena, recordando todo lo sucedido el día anterior y sonrojándose al pensar que esto volvería a pasar. Tocó sus labios y su cuello, evocando los besos de Blas y esas sensaciones que había experimentado por primera vez. Cerró los ojos, rememorando sus caricias en la piel de su cuerpo. — ¿Por qué me gustó tanto? — se pregu
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CAPÍTULO 5
El sábado por la mañana, Milena nuevamente despertó tarde. Se había quedado hasta altas horas de la noche pasando todos los trabajos que Blas le había dado, memorizando las fórmulas y las pruebas de esa semana. Se duchó rápidamente, buscó sus pantalones y el suéter que él le había conseguido, y salió corriendo de la casa sin desayunar nuevamente.Blas se encontraba impaciente dentro del autobús en el estacionamiento de la Universidad. Miraba la hora con ansiedad, faltando poco para partir, y Milena aún no aparecía. Todos los alumnos comenzaron a ubicarse en sus asientos, y Blas se sintió cada vez más preocupado. Decidió que le pediría su número de teléfono para poder comunicarse con ella la próxima vez y así inventar algo hasta que llegara. Faltando cinco minutos para la partida, informó al conductor que debían partir.Mientras el autobús comenzaba a moverse, Blas suspiró enojado. Le había advertido a Milena que debía estar antes de la hora de partida, pero ella no había llegado. Sin
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CAPÍTULO 6
Blas, al sentir las muñecas de Milena dejar de resistirse, las soltó, pero el gesto no fue de compasión. Apoyó las manos en el suelo a ambos lados de sus hombros y contempló su hermoso cuerpo con una mezcla de deseo y dominación. Su respiración acelerada revelaba su ansiedad, resultado de días de fantasías reprimidas por las veces que la vio en su oficina sin poder tocarla.Milena, con evidente pánico, observó los ojos de Blas recorriendo su cuerpo. Mordió sus labios, intentando controlar el temblor que los recuerdos de lo sucedido en la oficina, porque sabía que se iba a repetir esa terrible tortura. Se sentía segura con las prendas que llevaba puestas, pero eso no iba a detener a su excompañero del instituto. Blas, sin poder resistir más, se inclinó y la besó con una pasión que rayaba en lo agresivo. Milena se sintió atrapada y asustada, incapaz de luchar contra el control que él ejercía. Blas succionaba sus labios, introduciendo su lengua profundamente en su boca, mientras una de
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CAPÍTULO 7
Blas, por otro lado, no se había percatado de que se encontraba perdido en esas emociones. Tomó las manos de Milena y las llevó sobre sus hombros, deseando que ella le correspondiera. La mirada de Milena hacia él en ese momento era diferente: el temor en sus ojos había desaparecido y la vergüenza se había desvanecido.Ahora era Blas quien ante este relajado rostro de Milena, rememoraba los bellos momentos que vivieron juntos mientras estudiaban en el instituto. Ambos siguieron contemplándose, pero esta vez fue Milena quien lentamente acercó sus labios hacia él, desatando un gran sentimiento olvidado. Cuando sus labios se tocaron, quedaron perdidos en una profunda pasión.Aquel beso estaba cargado de muchos recuerdos, sentimientos guardados y olvidados. Milena comenzó a acariciar y tocar el cuerpo de Blas con mucha confianza.La dureza entre sus piernas era ya tan fuerte que Blas instintivamente comenzó a chocar su evidente erección contra Milena. El cuerpo de Milena se movía hacia arr
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CAPÍTULO 8
En la universidad, Blas observó a la distancia a los alumnos retirarse y buscó con la mirada a Milena entre todos hasta hallarla. Ella estaba escribiendo un mensaje. Desde su teléfono, Blas leyó lo que ella escribía a Tina, solicitando el pago del dinero que habían acordado.Milena, sin recibir alguna respuesta y con evidente enojo, escribió otro mensaje indicando que ya no seguiría con el acuerdo, ya que Tina no había cumplido con su parte del trato. Esto hizo que el corazón de Blas se estremeciera por el temor de no verla nuevamente.Pocos momentos después, Milena recibió una transferencia en su cuenta bancaria, que a duras penas podía cubrir los gastos de la semana siguiente. También recibió un corto mensaje de Tina, quien decía que haría un pago total la próxima semana, ya que su abuela estaba muy mal y había gastado dinero en sus medicamentos.Blas vio que Milena comenzó a teclear rápidamente, pero antes de enviar el mensaje, lo borró y guardó su dispositivo móvil en su bolso, so
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CAPÍTULO 9
El domingo por la mañana, Blas se encontraba revisando y completando varios informes en su oficina. Había trabajado hasta altas horas de la noche, ya que había dejado acumular mucho trabajo por estar distraído pensando en Milena. El día anterior, había estado pendiente del recorrido y no había avanzado en sus responsabilidades.Mientras se mantenía concentrado en sus deberes, la puerta de su oficina se abrió. Blas continuó tecleando, comprendiendo de quién se trataba. Solo una persona con un cierto código especial podía abrir cualquier puerta de todas las instalaciones, ya que él mismo lo había configurado de esa manera.— Buen día, Blas — saludó el recién llegado.— Doctor J — respondió Blas, levantándose inmediatamente de su asiento e inclinándose en señal de respeto.— Deja las formalidades, hijo; me tratas como si fuéramos desconocidos — dijo el hombre de cabellos plateados, apoyado en un bastón. Su lento andar y su espalda encorvada indican su avanzada edad. — ¿Qué haces? — pregu
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CAPÍTULO 10
Milena acababa de llegar de hacer unas compras y pagar algunas deudas con el dinero que Blas le había entregado. Preparó su almuerzo y guardó una pequeña merienda para el día siguiente, intentando ahorrar al máximo, ya que en su mente persistía la idea de devolverle el dinero a Blas de alguna manera. Terminado de arreglar sus compras, se dispuso a repasar todas las pruebas de la semana, aunque se dio cuenta de que no tenía nada sobre la asignatura que impartía Blas.— ¿Olvidó dármelas? — se preguntó.Tuvo la intención de llamarlo, pero al recordar su íntimo encuentro del día anterior, se ruborizó y prefirió enviarle un corto mensaje."Lo tengo bajo control", respondió él. La respuesta la dejó más tranquila, ya que ahora tenía menos que estudiar. Continuó repasando hasta memorizar todo correctamente.La mañana siguiente, Milena terminó de alistarse rápidamente. Blas le había enviado un corto mensaje informando de su salida. Ella se apresuró a peinarse y salió a esperarlo. A los pocos m
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