Capitulo 10: en los brazos de mamá.
Cuando los guardias lograron detenerla, Mia estaba empapada en llanto, pálida y fría debido a la helada noche, su mirada perdida y su mente intentaba escapar con todas sus fuerzas de la realidad. Muchos no lo entenderían, pero Mia estaba luchando con todas sus fuerzas contra el deseo que sentía hacia Zamir, porque al estar en una situación así de intima, se sentía completamente utilizada, después de todo, para el Zamir podía ser una noche más como muchas otras en su vida, pero para Mia iba a ser su primera vez, aquella que esperaba con ilusión, deseando no vivir lo mismo que su madre, pero sin jamás anticiparlo, que, en pleno siglo XVI se sentía en sus zapatos. No pudo evitar recordar cuando su madre que es ya de avanzada de edad le dijo: - Disfruta la posibilidad de elegir a quien amar, porque esa posibilidad no la tuvimos todas hija- dijo Carmen con su vista perdida en los recuerdos. Su madre había sido vendida, en ese tiempo en el que bastaba que a sus padres le ofrecerieran
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