La suave brisa, golpea sutilmente en sus rostros y acuciosamente Mustafá declara:—En el mundo, no existe una mujer más hermosa que tu Sheila, te amo tanto.—Y yo a ti Mustafá—asienta la encantadora joven.En una rápida incursión, hasta la habitación se besan apasionadamente estos jóvenes enamorados, Sheila se despoja de sus prendas como mucha facilidad, Mustafá avista el deseo correr por todo su cuerpo, siente enseguida como palpita velozmente su corazón, ella se para frente a él apartando un poco el deseo y le dice:—Tengo tanto miedo, que tus padres nos puedan separar, cuando se enteren de lo nuestro.—Ay cariño, nuestras culturas son tan distintas. Pero, no pensemos en eso ahora—advierte Mustafá alejando las inseguridades en Sheila.Los miedos desaparecen, solo queda presente el apetito voraz circular por sus venas, en ese derroche de libertad, deseando ir lo más lejos posible, es allí donde Mustafá, siente que todo el riesgo corrido junto con Sheila ha valido la pena. Adentrándos
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