Estambul, Turquía.Un fuerte dolor fustiga la cabeza de Mustafá, su amigo Emir le reveló lo que decía el mensaje, enviado a sus redes sociales supuestamente por Sheila, se pregunta porque le ha tocado vivir de este modo tan intenso siendo tan joven. Meses atrás era un chico tan feliz con planes a futuro, y ahora toda a esta fortaleza se derriba frente a su rostro. Sopesa que, en este punto, ya ni quiera gozará de armonía, todo su entorno lo percibe como un verdadero calvario.Ingresa al despacho de su padre, ignorando todo lo que este planeo a sus espaldas. Le dice:—Necesito hablar contigo papá.—¿Qué ocurre hijo? —se muestra Abdul apacible.—¿Para cuándo es la boda?—¿Cuál boda? —disimula lo evidente.—No me dijiste, que pactaste con Demir mi boda con Seda.—Vaya que cambio tan repentino hijo, me alegra que hayas recapacitado, ¿se pude saber a qué obedece tal cambio?—No hagas preguntas papá y solo responde lo que te pregunte.—En un mes exactamente. Ya le diré a Demir para organiza
Un mes después…Bajo una boda típica musulmana, unen sus vidas en sagrado matrimonio Seda Narçali y Mustafá Manzur. En medio de rituales, según emana su religión y su riqueza cultural.Seda luce esplendida, con un hermoso vestido blanco, sus manos y pies van cubiertos de diversos símbolos, que según la tradición es para atraer la felicidad y desechar el mal de ojos.Todos se encuentran felices menos Mustafá, concibe toda aquella alquimia como un castigo del destino y no como el momento más feliz de su vida.Abdul y Demir como cabezas de familia, llevan a cabo el contrato formalmente donde Abdul le cede una buena cantidad de dinero, aparte de las acciones que ya le había entregado previamente. Los ojos de Demir, se anchan ante tan fuerte suma.—Eres muy generoso Abdul. Yo por mi parte, les compré un lujoso apartamento, para que vivan felices los recién casados.—No era necesario Demir, esta mansión es lo suficientemente grande para todos.—El casado casa quiere Abdul, es mejor así. Qui
Los padres de los recién, en vista que son unos musulmanes ortodoxos y conservadores, tal como lo establece su cultura, se posicionan a un costado de la habitación, que habían preparado para Seda y Mustafá, para su primer encuentro.Los chicos entran a la habitación, la vibrante mirada de Mustafá, se le clavaba como dardos en los ojos de Seda, quien estaba aún más nerviosa que él. Rápidamente Seda comenta:—Estoy muy asustada.—Si quieres, hablo con todos. Esto es vergonzoso—murmura Mustafá.—Eres muy raro Mustafá. Es lo que demanda la ley.—¿Cuál ley? ¿La que mi padre y Demir indican?, Por Alá Seda, el mundo ahora es distinto.—Mustafá, yo quiero ser tuya—susurra Seda al acercársele.—Mejor esperemos un poco, yo aún no estoy listo.Toma un vaso y lo rompe, corta velozmente su mano y enseguida empieza a sangrar. Seda lo mira muy asombrada, no contaba con tal proeza. Mustafá toma el pañuelo blanco y lo mancha con su sangre, con la intención de desmostarles a los presentes la castidad d
Al llegar a la nueva casa, Seda se emociona velozmente ya que se encuentra allí Meltem, quien es como su madre. Sale corriendo a sus brazos para abrazarla.—Es bueno verte Meltem ¿Qué haces aquí?—Tu padre me envió, para que ayudara hija.—Mi padre siempre pensando en todo y, principalmente en mi felicidad. Estoy muy feliz de tenerte a mi lado ¿No hay ningún problema Mustafá, con que Meltem viva con nosotros? —pregunta Seda.—No Seda, voy a la habitación—responde Mustafá desanimado.—¿Qué ocurre con el señor Seda?—¡Ay Meltem tengo tantas cosas que contarte!—Por Alá Seda, espero no sean malas noticias.—Me temo, que para mí si Meltem.—¿Qué paso?—Ayer Mustafá y yo no estuvimos juntos, no tuvimos intimidad Meltem te das cuenta, aún no me quiere, ni me desea como lo imaginé.—¿No entiendo? ¿Cómo mostró el pañuelo con tu sangre?—Se cortó la mano y manchó el pañuelo.—Vaya que es astuto ¿O sea que no te tocó?—No Meltem sigo siendo virgen. Ahora soy una esposa virgen—llora Seda con dis
Los Ángeles, California.Se sacude Sheila con el llamativo sonido del despertador, ya es hora de empezar con sus variadas tareas. Sheila decidió aceptar al doctor Holmes, como esposo y actualmente vive junto con él y su hijo en Los Ángeles. Su madre Amelia murió de un infarto fulminante, lo cual fue el detonante para hacer una vida al lado de Daniel. Su hijo Liam es un niño muy avispado y activo de cinco años. Todo este tiempo ha crecido creyendo que Daniel es su padre.El doctor Daniel Holmes, actualmente es un reconocido cirujano plástico en Beverly Hills. Fundó un consultorio junto con Sheila, quien es su asistente personal, han hecho una buena mancuerna no solo laboral, sino en su vida personal.—Mamá apúrate—indica Liam.—Ya voy hijo—responde Sheila—ve adelantándote amor, en un rato llego al consultorio—le dice a su esposo.—Date prisa querida o llegaremos tarde.—Dejo al niño en el colegio y te sigo.—¡Te amo! —exclama Daniel lanzándole un beso a la distancia.Sheila todo este t
Llega Mustafá a su casa y motivado por un repentino impulso, sube corriendo a la habitación que comparte con Seda. Aquella habitación sombría que ocultaba las tristezas de ambos, la de Seda por no ser correspondida y la de él por seguir sumergido en un amor del pasado.De inmediato ambos hacen contacto visual, sin medir palabras, Seda se le abalanza encima y esta vez Mustafá le corresponde, lo seduce con mucha facilidad dejando claro que es una mujer seductora y ardiente. Quita su camisa y él hace lo mismo dejando sus pechos al descubierto. Enseguida se dejan sorprender por la avidez que cada uno manifiesta, juntos se liberan y intensifican un salvaje encuentro íntimo.Seda había esperado este momento con ansias, a pesar de ser una mujer virgen no se comporta como tal, velozmente lo seduce hasta contraer su erección, al sentirlo besa todo su pecho con ardiente frenesí bajando poco a poco su lengua hasta llegar a su sexo, para Mustafá todo aquello era novedoso y mágico. Nunca había exp
Los Ángeles, California.Es fin de semana. Deciden Daniel y Sheila pasar un tiempo en familia, su hijo Liam continúa durmiendo. Parte de la noche, se la pasó jugando con su padre sustituto.Por su parte, Sheila apenas ha dormido un par de horas, siente ligeramente un leve signo de angustia, esa molestia la siente ajena a ella, exhorta en su interior que goza de buena vida. Por lo que debe de desterrar a Mustafá de su mente para siempre, de la nada y sin pensarlo emana seguridad en sí misma y una intensa calma se apodera de sus pensamientos y aligeran en parte sus incertidumbres. Trata de regocijarse del silencio y de esa frescura que experimenta.Velozmente se levanta Daniel, la mira que está muy callada en el ventanal. Se levanta, con la intención de poseer a su mujer y Sheila esta vez lo rechaza:—¿Qué pasa?—Estoy cansada.—Pero, hoy habíamos quedado en algo—insiste Daniel en brindarle caricias y Sheila se incomoda.—Basta, por favor.—Sigues pensando, en él—se aparta Daniel de su
Al salir de casa, Seda sigilosamente va rumbo al estudio de Mustafá, desconociendo que oculta en ese espacio. Motivada por la curiosidad, entra y observa con aprehensión los cuadros que tenía tapados con una tela, había uno más que otro expuesto.Se dice para sí misma:«Por Alá Mustafá pinta, que hermoso. Le pediré que me haga un cuadro»Sigue fisgoneando todo, velozmente se detiene y quita la tela en uno de ellos, se sorprende con mucho asombro musitando:—¡Por Alá que es esto! —abre sus labios sorprendida y se inmediato llama a gritos a Meltem:—Meltem, ven rápido. Corre—ingresa nuevamente al estudio de pintura de Mustafá. Llega Meltem y la reprende:—¿Qué haces aquí husmeando Seda? Respeta la privacidad de tu esposo.—Mira Meltem, es ella—señala el cuadro con el rostro de Sheila, donde esboza una gran sonrisa. De inmediato descubre los otros cuadros tapados. Y todos pertenecen a Sheila.—¿Cómo sabes que es ella?—Por esto Meltem, tiene su nombre.—¡Sheila! —exclama Meltem.—Así se