*2 años después* —Mira, ¡qué preciosa está Rebeca! —Fanny sonreía de oreja a oreja mientras veían una foto de su amiga y su hija.—Sí, es preciosa, ya casi cumple los tres años, el tiempo se ha ido volando.—Pues sí, ella está creciendo y nosotras envejecemos, Anaís, ¿has notado el brillo que tiene Evelin? —Ja, ja, ja, desde kilómetros se le nota, ¿tendrá algún galán?—Creo que sí.—También pienso igual, Evelin merece a alguien que le baje la luna.—Y más como es ella, diciendo que no cree en el amor, ya hasta sueño con su frase ja, ja, ja.—Por dos, amiga, ja, ja, ja, pero es lógico que ella piense así, su familia no es muy amorosa.—Solo espero que se encuentre con un hombre que la ame de verdad.—Nos vemos mañana Fanny, aún me siento mal y quiero llegar a la casa a dormir.—¿No se te alivio el malestar?—Un poco, pero quiero dormir.—Dale está bien, te llevo a tu casa.—No, no tranquila, tomaré el transporte público.—Anaís, deja que te lleve y más si te sientes mal.—Estaré bien
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