Respiro profundo. Los latidos de mi corazón no han querido detenerse desde que pisé el consultorio. ¿Qué puede pasar si alguien se entera de lo que hice? No, nadie más sabe de lo que fui capaz y nunca podrán enterarse.―Debes calmarte, Cynthia, te veo muy nerviosa.Por supuesto que lo estoy. Si alguien me descubre podrían quitármelo todo y, en el peor de los casos, iría a parar a la cárcel, entonces, todos mis planes quedarían arruinados.―No es nada, Maura, es que estoy ansiosa por saberlo.Me mira de una manera que me pone mucho más inquieta de lo que estoy. Su expresión no me permite saber si son buenas o malas noticias las que está por decirme.―Aquí tengo los resultados de las pruebas, pero necesito que te controles antes de que te lo diga.Cierro los ojos, aspiro una profunda bocada de aire y me animo a mí misma a tranquilizarme.>―¿Cynthia, sigues aquí?Abro
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