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Todos los capítulos de Una Sexy Secuestradora: Capítulo 1 - Capítulo 10
25 chapters
1
Los trabajadores de la empresa ya se estaban marchando después que la junta con el inversionista terminara exitosamente con un contrato firmado y con más millones de dólares en su cuenta bancaria. Eran las seis de la tarde, Spencer terminaba de analizar un reporte de contabilidad que su contadora le había entregado en la mañana donde le demostraba la cantidad de gastos, cantidad de dinero y recursos que habían llegado este mes a la empresa. Spencer estaba satisfecho consigo mismo, con sus trabajadores y con el éxito de su empresa, y para celebrarlo pensaba llegar a casa, llamar a Kathia, su amiga con derechos y pasar una noche muy apasionada con ella, y en medio del trabajo que estaba por finalizar, Spencer cogió su celular y le envió un mensaje a la sexy morena de su lista de contactos. "Nos vemos en mi casa en una hora, ponte muy sexy solo como tu sabes hacerlo" decía el mensaje. "Perfecto cariño, te veo en una hora" respondió la chica minutos después. Se apresuró a apagar el co
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2
— Dígame señora. — Ya sabes que tienes que hacer. La mujer se va caminando hasta perderse en la oscuridad del pasillo. Elías sonríe malicioso y empieza por propinarle un fuerte golpe en la cara a Spencer. El golpe le provocó un leve sangrado en la nariz que fue la zona golpeada, a Spencer le dolió, y bastante, pero por intuición propia prefirió no quejarse, aguantarse el dolor, demostrar que era un hombre de verdad y así impresionar a su nuevo amor. Elías dejó de golpear a Spencer para luego acomodarse a dos metros de distancia de él, entrelazar las dos manos y mirarlo fijamente evitando que este intentara llegar a escapar. Mientras tanto, la sexy secuestradora de Spencer bebía una copa de vino y observaba hacia la calle desde el interior de su habitación; una calle solitaria y mojada por la lluvia que estaba cayendo en ese momento. Ella no dejaba de pensar en la propuesta de su secuestrado, ¿Realmente sería capaz de casarse con ella? o ¿Era solo una estrategia para poder escapa
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3
También era muy extraño para ella tener tanta paciencia por la simple situación de que la hubiese dejado plantada cuando él conocía sus condiciones para ser amigos con derechos. ¿Se habrá quedado en algún bar con unos amigos? ¿Se habrá quedado trabajando y se le había olvidado que habían hecho planes? No lo sabía, pero ella esperaría pacientemente en su sillón a que él llegara y le diera una buena explicación de porque la había dejado plantada, aunque sabía que él no debía hacerlo, pero tenía que hacerlo por esta vez si quería que ella volviera a responder a alguna de sus citas. Menos mal que el vigilante conocía perfectamente a Kathia y la había dejado pasar sin problema alguno, el vigilante era muy amigo de Spencer, así que, él en ese sentido de recibir visitas era muy afortunado porque no cualquiera podría ingresar al interior de su edificio. Kathia no pudo más y en medio de su impaciencia decidió vestirse de nuevo, dejar la bata en el sillón en señal de que ella estuvo allí para
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4
— No entiendo que tanto le piensas, puedo darte una vida mejor, solo tienes que complacerme como mujer, es lo único que te pido a cambio. — Sí, me lo dijiste, pero no estoy lista para el compromiso, soy una delincuente, y ¿Cómo dejo a mis hombres sin empleo? Spencer la piensa por unos segundos hasta que se le ocurre una idea brillante que ni él mismo se cree que pueda llegar a ser de las mejores ideas que ha tenido en su vida, a pesar de ser un profesional de los más cotizados en su área y tener su propia empresa funcionando bastante bien. — Pueden trabajar para nosotros como nuestros guardaespaldas. — ¿De verdad los contratarías a pesar de sus pasados? — pregunta la chica sorprendida ante su propuesta. — Sí, lo haría, ellos también merecen la oportunidad de tener una vida mejor. “¡Qué sujeto tan agradable el que he secuestrado!”, pensó la chica sin decir una sola palabra a Spencer, ella sonríe, y con esta propuesta decide tomarse su tiempo para pensarlo mejor. Spencer termina s
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5
— El señor Spencer me ha hecho una propuesta muy interesante, pero un tanto extraña que me tiene dando vueltas la cabeza. — ¿Qué propuesta es? — Me pidió que me case con él, no le importa que no lo ame, lo único que me pide a cambio es que le corresponda como mujer, y él me dará a mí a cambio muchos beneficios, como el derecho a acceder a su fortuna y a trabajar en su empresa. Elías se quedó pensativo, era la propuesta de negocio más extraña que le han hecho a su jefa en todos sus años de servicio para ella. — ¿Qué pasará con nosotros? — pregunta él sin dejar notar un tono de preocupación. — Me propuso que ustedes trabajaran para nosotros como nuestros guardaespaldas, ¿Aceptarían? Elías abre la boca sorprendida, no sabe qué responder. — ¿De verdad él quiere que trabajemos para él sin importarle que somos unos delincuentes? ¿No será una trampa para mandarnos a la cárcel señorita Coral? — pregunta Elías con inseguridad. — Tampoco estoy segura si el hombre nos vaya a estar metiendo
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6
Spencer Shay a la mañana siguiente se levantó, solamente lo hizo porque una llamada le estaba entrando en ese instante a su celular, Spencer pensó que se trataría de algo acerca del trabajo, pero no, no lo era, porque si fuera del trabajo no le marcarían desde un número desconocido, más bien, le marcarían desde un número que él ya tenía guardado en su lista de contactos. Entonces, a pesar de que tenía resaca, dolor de cabeza, y ganas de vomitar por toda la comida y trago que ingirió la noche pasada, contestó la llamada, y trató de sonar lo más natural del mundo. — ¿Diga? — dice al contestar, aunque aún no abría los ojos, pues el dolor de cabeza era fatal para él. — ¿Spencer? Hablas con Layla, Layla Coral, nos conocimos ayer en la noche, yo… te secuestré, ¿Lo recuerdas? — dice la voz sensual de una mujer joven a través de la llamada. — Sí, lo recuerdo, Layla… ¿A qué se debe tu llamada? Por cierto, ¿Cómo fue que conseguiste mi número? No recuerdo habértelo dado…— le pregunta Spen
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7
Al subirse al vehículo, Spencer se da cuenta de que viene acompañado de tres hombres, el primero era Elías, el jefe de los hombres de su sexy secuestradora, venía otro hombre blanco en el asiento del chofer, y otro moreno en el asiento de la parte de atrás. El hombre, a su lado, le pone a Spencer una capucha negra encima que no le permite ver nada de lo que pasa afuera, pero si le dejaba respirar porque tenía precisamente un hueco en donde sobresalía la punta de la nariz, y Spencer podía conseguir respirar, y sentir el aire fresco del día que parecía que iba a llover, porque calor no hacía. El trayecto desde la casa de Spencer hasta la casa de su sexy secuestradora duró alrededor de una hora, pero para Spencer fueron más horas, porque al no ver nada a su alrededor, estaba limitado a sentir el movimiento del carro, y se dio cuenta de que habían llegado, era porque el auto se frenó por unos segundos, y escuchó como una puerta eléctrica se abría mientras que ellos esperaban. — Señor
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8
— Hola Spencer, espero te guste la comida china, la verdad es que no se me da mucho la cocina, sé preparar cosas muy básicas, pero no estaba segura de que podría gustarte que cocinara, y preferí pedir la comida china, ¿Está bien? — le pregunta Layla después de bajar las escaleras y quedar de frente de él, dejando que el hombre le mirara el cuerpo de arriba hacía abajo a causa de la sensualidad de su vestido. — Si, la comida china es mi favorita — mintió él. Spencer no era fanático de la comida china, solamente le gustaban los rollitos primavera, el arroz chino, la carne al estilo chopsuey, la pasta al estilo chopsuey, el pollo a la naranja, camarones en salsas, y ya, más no le gustaban comidas como el sushi, ni nada de esas cosas. Una vez pidieron sushi para celebrar un triunfo en su empresa con los empleados un viernes por la noche después de terminar la jornada de trabajo, esa fue la primera y última vez que probó el sushi porque el resto de los días siguientes le asentó tan ma
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9
Spencer termina de comer toda su comida china, mientras que al mismo tiempo, las pastillas que Layla le ha puesto en ellas le estaban haciendo efecto, su cuerpo se estaba descontrolando, estaba comenzando a sentir que se estaba desconectando por completo de la realidad. Pero a pesar de que él estaba descontrolándose, estaba ocurriendo algo más, su lengua parecía querer moverse sola, pues estaba comenzando a querer hablar, a querer decir todas las cosas que Layla necesitaba saber de él. — La verdad es que realmente me interesas, Layla, desde el primer momento en que te vi, sentí que eres la mujer correcta para mi, es loco, pero es la verdad, soy un hombre que odia los compromisos, sin embargo, por ti soy más que capaz de haacer lo que sea con tal de que me correspondas. Eres una mujer hermosa y misteriosa, y eso me tiene loco — comienza Spencer a confesar con una mirada perdida, pero muy penetrante hacía Layla. Layla se mantuvo en silencio mientras que intentaba procesar todo lo q
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10
Layla deja de hablar por un instante, ella no quería ponerse a recordar más nada de lo que había vivido antes, además, creyó que ya era más que suficiente, había hablado lo necesario, y ella era de aquellas mujeres que preferían no soltar todos los detalles de su vida en una primera cita, aunque aquella realmente no fuera una primera cita, no más era una cita de negocionos que a ella le importaba tanto realizar. Spencer se ha tomado un momento para pensar en todo lo que Layla le ha dicho y ha decidido entonces que la propuesta que él le había hecho a Layla hace horas, podría serle bastante útil para cambiar su vida para siempre. Y a Spencer no le importaba nada de lo que tuviera que ver con el pasado de Layla, él estaba convencido de ser completamente capaz de aceptarla a ella como era, de que ella iba a ser capaz de rehacer su vida a su lado, porqué él también quería ayudarle a que ella saliera de ese mundo oscuro en que se había metido, todo porqué realmente no quería que en cualq
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