Todos los capítulos de La doncella y el plebeyo: Ella desea libertad y aceptación: Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo veintiuno: Un asunto complicado.
La mañana era fresca y tranquila para que Charlotte y Doroty tomarán un té en la casa de esta última;la cual estaba en la zona más prestigiosa de Armenar, teniendo calles amplias como también bastos jardines. La mansión de Doroty era inmensa, con treinta habitaciones y con un vasto patio con un tejadito con un par de sillas, así como una mesita; este lugar estaba rodeado por rosas y unos riachuelos que salían de una fuente, como también había tres árboles que daban una sombra fresca y refrescante. El lugar por lo general era tranquilo, pero era perturbado en este momento por una risa a carcajadas de parte de Doroty, algo que irritaba a Charlotte. —Ya deja de reirte, es algo serio—dijo Charlotte con molestia. —Eso lo se—contestó Doroty tratando de contener su risa—pero pudo haberse ahorrado ese disgusto con sólo pedirmelo. —Tal vez se le olvido. —Puede ser, me pregunto por qué se le habrá ocurrido eso. —Supongo que quizo hacerlo como antes de que nos separaramos. —¡Se metía a tu c
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Capítulo veintidós:Un festejo ¿arruinado?
Achecar y el resto volvieron a la base y se mostraban felices por resolver un caso, salvo el primer mencionado, que se encontraba esperando a Astar quien llego al cambio de un rato, pues escucho de tal hazaña, sin embargo, noto la ira de desconcierto de Achecar y ambos fueron a una zona privada, lo que vendría ser la oficina del capitán. Una zona con dos sillones de cuero frente a un escritorio con bastantes papeles en el mismo con bastantes estantes llenos de libros, como también, telas, hilos y agujas. —Te notas molesto—dijo Astar al momento que seguía haciendo un mantel que tenía en el escritorio. —¿Hace cuanto esta a cargo? —A que viene eso. —Responda Ia pregunta de favor. —Bien, unos cinco años que soy capitán de Sanber. —¿Por qué este asunto no se resolvio? —Veo cual es tu punto, por qué un asunto como este pasaba enfrente de nuestras narices, si se supone que debemos cuidar a la población. Se debe mi buen amigo, a que, en Ajedraz existimos al menos cincuenta millones de h
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Capítulo veintitres:Opiniones divididas.
El periódico nacional no perdió su tiempo; en la mañana se anunció la petición de aquel hombre, que no fue bien recibida por los secuestradores, pero al conocer sobre Achecar decidieron dejar a las jóvenes en libertad al igual que las familias. Debido a estas acciones, al siguiente día se tenía en la portada a Achecar;debido al revuelo que ocasionó con su muestra de poder y como este provocó que muchas chicas volvieran con sus familias, lo trataban como un héroe, pero otros tantos lo llamaron amenaza, incluso las otras legiones que ya habían empezado a tomar medidas en su contra. Debido a esto, las portadas de diferentes periódicos sacaron provecho, satirizando y atacando de manera directa a Achecar. Los días pasaron llamando la atención de sus conocidos, así como la de un organismo similar a de derechos humanos, sólo que este era conocido como Derechos de Seres pensantes;ya que existían otras especies no necesariamente con aparienca humana. Este organismo pedía su despido o incluso s
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Capítulo Veinticuatro: Conspiración
Los capitanes habían aumentado los entrenamientos de sus reclutas, sin decir el porque, salvo a los cargos más altos. No obstante Astar no se mostro preocupado y volvía a la base a la hora de siempre. Regina quiso preguntar, pero este solo los felicitaba por el progreso que mostraban. En tanto Achecar había visitado a Hectar para poder entrenar mejor su punto de equilibrio. —No uses la magia de esa forma—le decía Hectar al ver como Achecar tras usar su magia terminaba con ciertas heridas. —Es cosa de la misma, he tratado de poder equilibrar, pero es muy arrolladora. —Cuando entrenabamos para que enfrentaras a Rigar, me pareció decirte que no forzaras a usar tu magia a hacer lo que tu quisieras. —Lo que hace es destruir y tragarse todo, ¿cómo la voy a dejar hacer lo que quiera? —No es comparable, pero se parece a mi magia elemental de fuego;cuando era niño, me aterraba la oscuridad, y también quedarme indefenso, considere que el fuego era un elemento que servía para muchas cosas, y
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Capítulo Veinticinco:Aclaraciones.
Achecar se despertó de un sobre salto al verse bañado y con otra ropa. Al notar esto Charlotte se levanto de la silla para tranquilizarlo. —Calmate Yami, todo está bien. —Charlotte, había olvidado que estabas por aquí. —Bueno, ahora que despertaste, tendremos que seguir con este asunto desagradable. —Ah, es cierto, bueno, entonces arreglemos esto lo más rápido posible. Charlotte llamo a uno de los guardias de los que estaban por el pasillo. Tan pronto se fue, Charlotte aprovechó para aclarar las cosas con Achecar respecto a su padre. —Tu pregunta me agrada. Verás un día quise visitarte y el se interpuso en mi camino, peleamos una vez, despúes se volvió un hábito, no tan desagradable pero si bastante doloroso, al menos para mi. Debido a que temían por mi vida, pues a el nunca lo lastime. Por lo que tu abuelo nos enseñó ese juego. —De hecho, ¿en que consiste? No entendi muy bien cuándo jugaron. —La verdad es que yo tampoco, tal vez por eso me gana casi siempre. Achecar explicó q
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Capítulo Veintiséis:La invasión de Run-dai
Cada legión iba sobre los "barcos voladores":que son mas o menos las forma a las que se les puede asociar. Cada legión poseía al menos tres de estos. Cada grupo se dirigió a las zonas asignadas para proteger y también donde se desarrollarían los combates. Todos los de rango alto fueron al frente junto a los capitanes, vice capitanes y tenientes. El general permanecía al lado del rey junto a los comandantes en Armenar. —¿Por qué se quedo con nosotros?—, preguntó Achecar al ver que Astar permanecio en el transporte, cuando Aldo y Carla se marcharon junto al resto de reclutas, salvo ellos once. —Por que los diez que quedaron en el barco son los más débiles, me gusta su progreso, pero no voy a ponerlos a prueba en una guerra sin cuartel. —¡No nos subestime!—grito Fred—hemos mejorado lo suficiente para luchar en este momento, ¡aquí y ahora! —Eso lo se—contestó Astar—por eso es que no pelearan. La magia de extracción no es cosa de niños. —Magia de...—grito Fred al tiempo que el resto de
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Capítulo Veintisiete:Las batallas sureñas primera parte.
Debido a que todas las batallas ocurren al mismo tiempo. Algunos encuentros tenían de fondo los daños de enfrentamientos externos. Al mismo tiempo que Aldo luchaba contras sus respectivos oponentes Carla hacía lo propio a unos diez metros de donde Aldo luchaba. Carla una mujer de veinticuatro años de actitud seria, quien vestía con una pechera y un pantalón holgado, un rostro de facciones agresivas y un semblante tranquilo, con un cabello negro y trenzado en una sola coleta, apodada "la ruda" no solo por su actitud sino por su magia:la magia de Carla era muy similar a la de Diana, salvo que en lugar de nutrirse de la adrenalina que proveía a la magia de destrucción de Diana, ella era nutrida por la sensación de debilidad. Pues en el pasado Carla era una chica que solía ser demasiado amable, lo que ocasionaba que algunos se aprovecharan de la misma, algo de lo que su padre noto, y le pidio que aprendiera a defenderse de aquellos que abusaran de su amabilidad, siendo el mayor detonante
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Capítulo Veintiocho. Las batallas sureñas parte dos
Antes del retumbar de aquel ataque, Evelin La roja y capitán de la legión de Jardar, se movía por los árboles del lugar, pues a diferencia de otros enfrentamientos, estos combates resultaron más estratégicos, que ser combates destructivos, mientras ella vigilaba fue atacada por un explorador, que la ataco por detrás, dandole un enorme golpe estrellandola contra un árbol, Evelin cayó y apenas se pudo levantar debido a su edad. Pero fue salvada por Marco, quien le dio un enorme golpe al invasor que lo mando a volar rompiendo unas ramas y estrellándose en un árbol. —¡Capitana! ¿Está bien?—dijo Marco quien era un joven de veinte años con un apariencia robusta de una altura de un metro setenta, solía usar ropa comoda que era fácil de conseguir debido a las particularidades de su magia. —Sí, ya uno no esta en forma a sus ochenta años—contestó Evelin quien se levantó con una ayuda de Marco, usaba ropa de color rojo, generalmente un vestido que apesar de cubrirla todo no le impidia moverse c
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Capítulo Veintinueve:La batallas sureñas parte tres.
La legión de Casaldas vigilaban el inicio de las montañas aledañas al corredor, debido a ser una zona inaccesible, por se muy rocosa y sin poblados a la vista, estos se aburrían pues gran parte de la acción había sido abarcada por los de Sanber. —Esto es vergonzoso, por que nos pusieron aquí, será por que no tenemos título o proesas destacables—dijo Rene, un joven que se había enlistado por que le resultaba divertido aniquilar y dañar a personas, pues se dio cuenta, que si lo hacía, alguien sin un cargo oficial era un delicuente, pero de no ser así era un asunto judicial, por lo que vio una forma de poder ejecutar a quien sea. —Puede, es medio ironico que Sanber sea la menos prestigiosa, supuestamente, pero es más reconocida—dijo Federico un joven que al igual que Rene se enlisto por un motivo similar, salvo que el buscaba gloria y alcanzar un grado de noble—¿Qué opina capitán? —Es algo que no me interesa—contestó Basardar, el capitan de Casaldas que era un plebeyo de gran poder, pu
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Capítulo treinta:Las batallas norteñas primera parte.
La región del norte tenía a la legión de Silvar, que había iniciado la evacuación de las localidades cercanas, teniendo a sus tres miembros más poderosos en la parte contraria del Monte Ringo, donde se encontraban esperando con ropa de invierno a las tropas invasoras que, según Valerona se acercarían por ahí. Reval estaba al frente, contrario al resto de las legiones, a él le gustaba acabar con todo de un buena vez, a tal punto que confiaba en su vicecapitan Brando, denominado la piedra por tener esa magia, pues su cuerpo podía convetirse en una piedra muy dura. Así como Vanesa quien empleaba un fuerte veneno como su magia. Estos dos se habían hecho sus amigos al ser nobles que vieron en el un gran porvenir, teniendo una edad similar. Brando era más alto que Reval y poseía un cabello negro evano, con un rostro de facciones delicadas para alguien bastante tosco, hijo de un noble minero de la ciudad de Frendanin en las canteras del Norte, como se a dicho La piedra es un apodo y no el t
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