Por primera vez en toda su vida, Selena durmió plácidamente toda la noche, sin sentir la más mínima inquietud, o temor en toda la noche.Incluso, sus sueños, fueron agradables y acogedores, como si le permitieran tener aquella agradable victoria, al menos por una noche.Un pequeño alivio a su alma atormentada, permitiéndole respirar algo de paz. Para el momento en que su mirada gris tormenta se abrió ante el mundo, un cálido y gentil rayo de sol se filtraba por la ventana medio abierta del dormitorio, besando la piel desnuda de su brazo.Somnolienta y algo dormida, Selena se sentó en la cama, recostando su espalda contra el cómodo respaldar de esta, mientras tiraba de las sá
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