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Capítulo 6: Libertad por un hijo.

Selena se quedó rígida, de piedra, ante completa y total sinceridad con la que hablaba el galán millonario ante ella.

Aún así, la mera idea de pensar en concebir un hijo con aquel extraño, la aterraba más de lo que jamás quisiera admitir.

A lo largo de su joven vida, nunca se le había pasado por la cabeza la idea de tener un hijo.

No solo porque era en extremo difícil conseguir una pareja estable con su trabajo, si no que su propia experiencia formando para de una familia era simplemente pésima.

Es por esto, que Selena jamás tomó en serio la idea de ser madre.

Sin embargo allí estaba, con la propuesta de tener el mundo a sus pies, si así lo deseaba, con tal de obtener su tan ansiado heredero.

Pero la hermosa mujer de mirada tormentosa no quería tener el mundo a sus pies; no, ella quería algo más simple y sencillo.

Selena quería su libertad.

—¿Cómo sería esto?—preguntó la hermosa mujer cruzando los brazos sobre su pecho—. Quedó embarazada ¿Y luego que?

Una pequeña sonrisa algo cohibida apareció en los labios del millonario, denotando una clara esperanza comenzando a aflorar en el interior de su ser.

—Por nueve meses te alojarás aquí conmigo, y yo me ocuparé de todos tus gastos—comenzó a explicar él con tranquilidad—. Luego, una vez que des a luz, podemos decir que moriste en alguna especie de accidente o algo similar, y desaparecerás de la vida del bebé para poder hacer la tuya.

Selena lo observó durante largos segundos que se convirtieron en minutos, mientras evaluaba todas y cada una de las posibilidades.

—¿Cuál es la trampa aquí?—dijo ella entornando su mirada tormentosa, mientras ladeaba levemente la mandíbula—¿Cómo se que no me dejaras a mi suerte una vez que sepa que estoy embarazada?

Alexander abrió su boca para responder, sin embargo la cerró al instante.

Su mal genio había estado a punto de echar a perder la única oportunidad que tenía para engendrar un heredero esa misma noche.

Estaba claro que Selena tenía malas experiencias relacionadas a la confianza, y tratándose de un asunto tan complejo, ella no daría el brazo a torcer y sería totalmente escéptica al respecto.

Por este motivo, el millonario envió hielo a su temple de fuego, mientras buscaba una solución lógica y acordé a aquella situación tan peculiar.

—Podemos firmar un acuerdo… como un contrato—comenzó a decir el, mientras sopesaba seriamente cada palabra conforme salían de sus labios—. Podemos crearlo nosotros y luego hacer que un escribano lo valide, así ambos estaremos completamente de acuerdo.

Selena se apartó un poco más de Alexander, y comenzó a caminar por el departamento, sopesando cada una de sus palabras, mientras ponía en balance las opciones que tenía.

Las cuales, sin lugar a dudas, eran muy escasas.

—En el caso de que llegue a aceptar—comenzó a decir la hermosa mujer de mirada tormentosa y cabello castaño rojizo—. ¿Estarías dispuesto a pagar cualquier precio que yo imponga?

—Claro que sí, es mi empresa la que está en juego—respondió Alexander Murth con firmeza y determinación, sin el más mínimo ápice de duda en su ser.

Selena lo observó, mientras mordisqueaba algo nerviosa su carnoso labio inferior.

—¿Estarías dispuesto a pagar por mi libertad?—susurro ella con un hilo de voz, temerosa de que su respuesta llegará a decepcionarla.

El ceño del millonario se arrugó, mientras las palabras pronunciadas por la hermosa prostituta se deslizaban al interior de su mente con pereza.

Sin embargo no entendió lo que ella intentaba realmente decirle.

—¿A qué te refieres con libertad?—preguntó el algo extrañado—. Puedo comprarte un lindo departamento si es libertad residencial lo que deseas, o bien puedo conseguirte un cómodo puesto de trabajo, si es libertad económica lo que buscas.

En la mente del millonario, la idea de que alguien no fuera libre o no tuviera completo y total dominio de su libertad en pleno siglo veintiuno, no era siquiera imaginable o concebible.

Por este motivo, Selena pasó una mano por su cabello, desenmarañando algunos pequeños y sutiles nudos, antes de responder.

—Me refiero a mi libertad, a ser libre—comenzó a explicar Selena algo nerviosa—. A tomar decisiones sobre mi vida, a escoger todo de ella y buscar mi propio camino… a dejar de trabajar como prostituta y ser lo que desee ser.

El corazón de Alexander Murth se apretó con firmeza en un puño doloroso, mientras contemplaba el rostro de la hermosa mujer frente a él.

Jamás se le habría pasado por la mente la idea de que ella fuera una esclava, sin derecho a decidir sobre su vida, solo sobre su propia muerte… si es que acaso tenía ese privilegio.

Este pensamiento lo había afectado profundamente, pero no lo demostró, no cuando él tenía que continuar con las negociaciones, como buen empresario que era.

—Te propongo una cosa, Selena—comenzó a decir Alexander, con su preciosa mirada esmeralda clavada en su rostro precioso—. Yo acepto tus condiciones, y pagaré por tu libertad.

»—Una vez que pasen los nueve meses del embarazo, serás completa y totalmente libre—.

El alivio inundó todo el cuerpo de Selena, mientras sentía como sus piernas flanqueaban y su vientre cosquilleaba.

Pronto dejaría de ser prostituta, pronto dejaría los horrores en el pasado…pronto sería libre.

Sin embargo, el hermoso millonario ante ella continuó hablando.

»—Pero antes de llegar a eso, quiero conocerte y quiero que también me conozcas—continuó diciendo él con tranquilidad—. Necesito saber de tí, de tu vida pasada y presente… como tú también necesitas conocer algunas cosas sobre la mía. 

»—No pienso extorsionarte con esa información, así que no debes de temer—se apresuró a decir él viendo el escepticismo volver a aflorar en su mirada tormentosa—. Firmaremos un acuerdo de confidencialidad antes de hablar, si te parece bien.

Selena observó al millonario durante algunos segundos, antes de esbozar una pequeña y delicada sonrisa que logró aliviar por completo el alma del hombre.

—Esta bien, Alexander Murth, te propongo una verdad por una verdad—ronroneó ella manteniendo su sonrisa.

—Me parece perfecto, Selena, de ahora en más, una verdad por una verdad.

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