En medio de una calle solitaria, a mitad de la noche, se estacionó un auto, oscuro como las intenciones del propietario. En su interior se encontraban dos hombres, uno que había estudiado finanzas, pero por azares del destino había terminado trabajando como chofer, pero lo había hecho porque la paga no era tan mala, de hecho, era muy buena y su trabajo era muy simple, sin embargo, aquel empleo tenía sus inconvenientes, como mantener silencio de todo lo que observaba y las cosas que había visto desde que había comenzado a trabajar habían sido horrores.El otro hombre, el que venia en el asiento del pasajero, miro a su alrededor con recelo. Aquel sujeto, a diferencia de su chofer había tenido buenas oportunidades y una de ellas lo había llevado a la política, gozaba de fama y fortuna, pero eso no le bastaba para ser feliz, lo que él deseaba era poder, pero sabia que mientras tuviera adversarios
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