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Todos los capítulos de De Mil Colores: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Prefacio I.
 Era un día como cualquier otro, llevaba puesta mis mejores galas, vestida como una auténtica vaquera, montada en mi yegua favorita, por los amplios campos del club de hípica, feliz de poder disfrutar al menos de esas pequeñas cosas. Lo cierto es que en el último año había estado ocupada, primero fue el nuevo viaje de papá, en el que estuvo inmerso por semanas, luego mamá intentando ocultar algo que yo y mis hermanas sabíamos desde hacía tiempo, sus continuas aventuras amorosas con otros hombres, intentando llenar un vacío que mi padre dejaba con cada uno de sus viajes de trabajo. Más tarde, fue la repentina tragedia que le sucedió a mi hermana. Creo que fue eso lo que marcó un antes y un después en nuestras tranquilas vidas.Antes de que todo aquello sucediese nosotras éramos solo tres chicas, hermanas unidas, preocupadas en nue
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Prefacio II:
 El viento sacudía mis cabellos de forma majestuosa, la brisa acariciaba mi rostro llenándola con los suaves olores del campo que se extendía a la vista, un hermoso lugar que recordaba bien, a pesar de hacer tanto tiempo que no lo visitaba. Sentía euforia, protección, felicidad, mientras esa mujer me rodeaba con sus brazos, llevando las riendas de su caballo favorito. Y el tiempo… el tiempo se movía de forma distinta, como si la realidad fuese un manto que alterar a su antojo.El cielo aventuraba tormenta, pero estaba lejos de encontrarme asustado, pues sabía que ella jamás dejaría que nada malo me sucediese. Era su hijo, al que adoraba, que, con tan sólo 4 años de edad, ya adoraba el mundo de los caballos tanto como lo hacía ella.La inconsciencia dejó pasó a un marco distinto, un largo pasillo en la más pl
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Cap. 1 – Nuevos inversores.
 Listas.Las listas son un fenómeno importante en mi vida. Quizás por eso estaba allí fuera, a plena luz del día, con el sol incidiendo sobre mí, apuntando en mi cuaderno distintas ideas que pudiesen salvar el rancho. La mejor hasta el momento era la de crear una atracción que atrajese a los turistas.El abuelo se sentó frente a mí, echándose un poco de zumo de manzana, y luego sonrió. – Sé que tus intenciones son buenas – me dijo, lucía preocupado, cansado de luchar en aquella vida – pero tu abuela y yo estamos cansados, este lugar necesita unas buenas manos fuertes y jóvenes, y nosotros ya estamos viejos para eso.   – Contrataremos personal – sugerí, él sonrió, asintiendo después – me comprometeré yo misma a ele
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Cap. 2 – Meter la pata.
 El relajante sonido de la ducha me hacía desconectar, dejaba atrás los pensamientos sobre la última misión, todos los capullos a los que tuve que cargarme por ser una amenaza para nuestro país, la reunión que tuve con Lincoln al volver sobre un nuevo cargamento de armas militares, incluso la mamada más que placentera que una de las chicas del club me hizo en la sala de trofeos cuando sólo iba a representar a mi padre a uno de esos eventos que odiaba. Pero fue otro estridente sonido el que interrumpió aquel necesario momento, obligándome a salir de la ducha, colocarme una toalla alrededor de mi cintura y mirar hacia mi teléfono. Contesté secamente, no me apetecía hablar con nadie aún, ni siquiera había pensado en algún plan para aquel calmado sábado. – Jack – me llamó, intentando captar mi atenci&
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Cap. 3 – Brillar.
 Estaba agotada aquellos días, apenas dormía, los preparativos en Bluehill para las clases de hípica tenían toda mi atención. Se había apuntado más gente de la cuenta, y ya tenía ocupada toda la agenda de la semana, para casi todas las horas. No iba a tener tiempo para nada más.No quería pensar en qué haría para ocultar todo aquellos de papá y mamá al comenzar, ni siquiera en el cambio de Sophia, que estaba empezando a confiar, incluso me sonreía a veces. Quizás podía recuperarla, contarle mis preocupaciones, porque todo aquello era demasiado estrés para una sola persona. Sabía que ella me ayudaría sin dudarlo, pero aún no estaba curada del todo, no podía pedirle ayuda a nadie más.Nunca he sobresalido por tener muchos amigos, tan sólo a Casia, que casualmente, tambié
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Cap. 4 – Otra oportunidad.
 Mi mejor amigo opinaba que tenía un aspecto horrible, y joder lo tenía, no entendía qué mierdas había pasado conmigo, por qué cojones le confesé mis demonios a esa chica para que pudiese usarlos contra mí. – A pesar de eso, tienes buen aspecto – aseguró, sacándome una sonrisa ladeada. Él era un buen tío, dio su vida por salvar la mía en más de una ocasión, en el campo de batalla. Siempre fuimos los tres mosqueteros, salvándonos el culo, a pesar de que no teníamos la misma edad. Él tenía diez años más y Mike treinta. Se podría decir que yo era el benjamín del grupo.   – Ni siquiera imaginas lo mal parado que salió el otro – bromeé. Sonrió, dándome un leve golpe en el hombro, gi
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Cap. 5 – La tregua.
 La grada entera irrumpió en aplausos, Sinuosa había conseguido otro tanto, ese evento en el que participaban los miembros del comité, gracias a la publicidad que James dio entre los suyos, estaba siendo todo un éxito. Estaba feliz, podría haberlo sido completamente si cierto estúpido no estuviese a mi lado, importunándome. – Mírala – me dijo, como si estuviese ciega y no tuviese ojos en la cara, colocando su brazo alrededor de mi cuello, acercándose más de lo necesario – hasta esa yegua tiene más curvas que tú – le sonreí con desgana, apartando su brazo de mí. Sonrió, como si molestarme fuese su único propósito.   – Recuérdame otra vez qué es lo que haces aquí.   – S
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Cap. 6 – Una visita.
 La primera clase fue muy bien, debo admitir que ella era una gran instructora, incluso me olvidé del trabajo y los problemas por unas horas, la pesadez y los recuerdos del pasado también se marcharon, y no sé cómo, terminamos en la sala de estar, con un par de cervezas, comiendo ganchitos. Ella era distinta a cómo había imaginado, no era una de esas chicas que se dejaba impresionar, no bebía vino y jamás se callaba lo que pensaba, eso me gustaba, era todo lo contrario a mí.Era como beber con un colega, sin la pesadez de tener que estar ocultando mi parte sensible a cada rato. Ella me hacía sentir cómodo, la miraba y era como ver a otra persona, no a esa chica que adoraba vestir ropa de chico, bien tapada, y para nada sensual. Quizás su forma de ser y su aspecto tenían algo que ver con su progenitor. Tenía entendido que los padres militares siempre
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Cap. 7 – Dos nuevos invitados.
 Estaba entusiasmada con la boda de mi hermana, elegir los vestidos, preparar el ramo, los invitados, el catering, organizar era mi vida, lo que más adoraba. Salí al pasillo, con una gran sonrisa, junto a Amara, debíamos buscar al modista para indicarle que ese era el vestido que había resultado ganador. Mi hermana bromeaba al respecto, justo cuando la puerta del despacho se abrió, no nos detuvimos, seguimos avanzando, no me interesaba con quién estuviese reunido papá, pero entonces me detuve, incapaz de dar un paso más, de espaldas a ellos, a escasos metros de la puerta, mientras mi hermana me observaba sin comprender. – Será un placer para mí, Mike – Esa voz. Juraría que me era familiar. ¿Dónde la había escuchado con anterioridad?   – Gracias por pasarte a saludar &ndash
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Cap. 8 - Perder la cabeza.
 Asistí a un combate de boxeo de mi amigo y ex compañero Alex, volver a verle fue alentador, me dio ganas de volver al pasado, de volver a tener una razón de existir, justo como en aquellos días. Pero él jamás volvería conmigo al frente, ni él ni Mike, debía resignarme de una vez.Por supuesto resultó vencedor, era un gran profesional en la materia.Levanté bien alto el ramo para que lo viese, y le di un más que reconfortarle abrazo que me supo a gloria. ¡Dios! ¡Cómo lo echaba de menos!Mientras miraba a aquellos dos, Mike y Alex, reencontrados de nuevo, los tres mosqueteros juntos, como en los viejos tiempos
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