Asistí a un combate de boxeo de mi amigo y ex compañero Alex, volver a verle fue alentador, me dio ganas de volver al pasado, de volver a tener una razón de existir, justo como en aquellos días. Pero él jamás volvería conmigo al frente, ni él ni Mike, debía resignarme de una vez.
Por supuesto resultó vencedor, era un gran profesional en la materia.
Levanté bien alto el ramo para que lo viese, y le di un más que reconfortarle abrazo que me supo a gloria. ¡Dios! ¡Cómo lo echaba de menos!
Mientras miraba a aquellos dos, Mike y Alex, reencontrados de nuevo, los tres mosqueteros juntos, como en los viejos tiempos
Fue una suerte que un repentino viaje por su parte nos hiciese perdernos las próximas clases, y así, sin más, sin darnos cuenta, llegamos al día del evento en el club. Yo estaba histérica, estaba organizando la boda de mi hermana, las actividades en el rancho de mis abuelos y, además, iba a ser nombrada como parte del comité esa noche. No tenía ni idea de cómo lo había logrado, sin que todo se fuese de control.Una fiesta de gala, de etiqueta, reunidos en un amplio salón para la recepción del evento, antes de pasar a las gradas a disfrutar del espectáculo ecuestre que había organizado con la ayuda del comité, más que dispuesta a mostrar mi valía, pues James me había asegurado que estaban realmen
Esa mujer era imposible de conquistar, debía tirar la toalla de una vez. Ni siquiera sabía por qué seguía intentándolo, demostrarme a mí mismo que podía, que ni siquiera esa mujer podría resistirse a mis encantos. No tenía más interés que ese en ella, os lo aseguro. Aunque... había algo, por mucho que me lo negase a mí mismo, su lejanía, las continuas peleas, porfiarnos y alejarnos, ... no era nada de eso lo me hacía ansiar saber más de ella, era esa complicidad que sentía cuando me atrevía a ser yo mismo por un segundo, sin siquiera darme cuenta, atreviéndome a confiar en alguien más que en mis amigos, a los que ni siquiera me había atrevido a contarles en detalle cómo me sentía. Aún era difícil para mí. Pero... cuando estaba con ella... ¿Qué
Aquella tarde llovía, los caballos estaban nerviosos, no era un buen momento para montar, pero allí estaba, empapada, frustrada con algo que me seguía preocupando, dándole la espalda a ese idiota, afianzando las correas de la silla de montar, tenía que ir a buscar a Sinuosa, y estar herida no era una excusa para no hacerlo.No quería pensar en ese beso que ese idiota se había atrevido a robarme tan sólo unos minutos antes, o en cómo seguía allí, sin saber cómo disculparse. Tan sólo necesitaba recuperar a la yegua para así poder volver a casa.Agarró mi mano, en cuanto vio mis intenciones de marcharme, y yo miré hacia ese punto, luego a él, sin pod
Ella se volvió incluso más distante que de costumbre, lo que fue una subida de nivel bestial. Me evitaba constantemente, y el quedarnos a solas. Pero eso me divertía, verla huir de mí, como un corderillo asustado, cada uno de sus desplantes me hacían crecer como el vencedor en aquel pulso.Estaba tentado a molestarla, pero al llegar al cercado me percaté de que ya había alguien junto a ella, mientras cepillaba a su caballo favorito. La forma en la que él la miraba no me pasó desapercibido. ¿en serio? Ese idiota estaba interesado en ella. Se suponía que ella iba a pararle los pies como lo hacía con todos los demás, pero ese momento nunca llegaba. Recibía cada uno de sus halagos con una tonta sonrisa.
Me mantuve alejada de él toda la semana, evitando pensar en ese estúpido beso, había sido una equivocación, no sólo porque era un capullo, el único hombre en el mundo en el que jamás me fijaría, sino, porque, además de todo eso, él era amigo de papá. El mujeriego, solía llamarle con frecuencia.Estaba tentada a dimitir y olvidarme de toda aquella mierda, pero entonces recordé que era mi sueño, poder dedicarme a lo que me gustaba, y no iba a tirar la toalla sólo porque un capullo se hubiese cruzado en mi camino.El evento de aquella noche era para celebrar el éxito de mi primer certamen. Estaba feliz, no había más, a pesar de que estaba algo
----No quería pensar en ella, en mis sentimientos contradictorios hacia esa chica, en ese beso que me moría por repetir, en como ella me evitaba. Era la primera vez en toda mi vida que una chica no quería repetir de mis besos, no quería más de mí, y eso me frustraba, más que nada porque ella había decidido terminarlo antes si quiera de empezarlo, sin dejarme la oportunidad de demostrarme a mí mismo que lo que quería de ella era más que un simple revolcón. Pero tenía más cosas de las que preocuparme, como Alex, que había desaparecido de la ciudad, por lo que me tocaría asistir solo a la boda de la hija de Mike.No quería pensar en los chantajes de
Detuve a mi hermana cerca de la cocina, me miraba como si estuviese decepcionada, incluso yo lo estaba. ¿Qué estaba mal conmigo? ¿Por qué quería volver a ser besada por ese idiota? ¿Acaso no sabía ya que sólo era una conquista más de su larga lista?- No es lo que crees – me atreví a decirle, pero reflexioné a tiempo, pues yo no era alguien que mintiese, menos a ella – Sólo es un error... - volví a detenerme, pensé en ello un momento, recordando a ese hombre, el verdadero, no esa farsa que mostraba ante los demás – él no es ... - ella empezó a entender algo que yo ni siquiera sabía cómo explicar.
Pensar en que lo que estaba haciendo era una locura no era una opción, no cuando podía disfrutar de sus besos cada vez que me apetecía, incluso fingir que nos peleábamos, poniéndome incluso más a tono. Joder. La situación de los huevos me estaba volviendo loco. ¿Por qué vivía en un puñetero manicomio? ¿Por qué no quería huir? ¿Acaso era masoquista o algo?Besarnos apasionadamente, queriendo mucho más del otro, provocándonos y seduciéndonos, calentándonos hasta un punto loco, para detenernos antes de que las cosas se fuesen de control era del todo insano. Solía dejarme con un dolor de huevos interesante, pero allí estaba al día siguiente, muriéndome por una nueva dosis de aquello que ella me proporcionaba, como un yonki en busca de su heroína. Ella era mi puta hero&ia