—"Hola", Vero, te llamó para darte la mala noticia, ya que tu prima falleció hoy, hace cinco minutos —dijo mi tia Leticia, la madre de mi prima, y quien se notaba profundamente triste. —¡No puede ser cierto! estás bromeando tía, no puede ser verdad. —respondí con lágrimas en los ojos. —Mí niña, no te miento, ¡Rosa nos dejó!, mañana será su funeral a las 1:00 p.m. Quisiera que vinieras a despedirte de ella. —me respondió mi tía Leticia con la voz quebrada. No pude responder nada más, ya que perdí la conciencia y me desmayé afuera de mí departamento, luego de allí, no recuerdo absolutamente nada. —"Por Dios," Verónica, despierta por favor. —exclamó Keiner, preocupado. —Aquí traje alcohol. —dijo
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