Soy la hija mayor del alfa del Clan de las Sombras, Aria Ortiz. Quien se case conmigo obtendrá el apoyo de mi manada. Todos los lobos ya sabían que León Rivera y yo éramos compañeros desde la infancia. Teníamos la relación tan estrecha como los elegidos para ser pareja, y yo lo adoraba muchísimo. Sin embargo, esta vez en mi nueva vida, tomé otra decisión: me volví hacia Lucas Rivera, el propio tío de León, porque, en mi vida pasada, León jamás pasó una sola noche conmigo durante los cinco años de nuestro matrimonio. Creía que tenía sus razones para rechazarme, hasta que un día entré por accidente a un cuarto secreto escondido en nuestro dormitorio y lo vi masturbándose frente al retrato de mi prima, Vera Muñoz… Fue en ese instante cuando finalmente entendí que este tipo nunca me había amado, y yo solo fui un escalón de su ambición. Como resultado, al renacer, decidí dejarles sus vidas felices para siempre. No obstante, lo que no esperaba era que, cuando me dirigía hacia Lucas en mi vestido de boda, León se volvió loco…
Leer másDespués de la boda, León no nos dejó en paz. Tuvo un gran conflicto con su familia y decidió formar su propio clan y abandonar a los Colmillos Plateados. Decía a todos que un día derrotaría a Lucas y me recuperaría. Lamentablemente, como no tenía suficiente habilidad, no podía liderar un nuevo clan por sí mismo sin los recursos de nuestras familias. Pero Lucas, después de casarse, trasladó todas sus propiedades extranjeras de vuelta al país. Con los recursos acumulados durante estos años, pronto tuvo su propia fuerza en el clan. Bajo su liderazgo y con la ayuda de mi familia, los Colmillos Plateados se convirtieron en uno de los clanes más poderosos del país.Un día, le hice una pregunta a Lucas por curiosidad:—Cariño, ¿qué pasaría si no te hubieras casado conmigo?En sus ojos descubrí un atisbo de tristeza:—Mi querida luna, tengo una historia para ti. Hace diez años, asistí a la ceremonia de mayoría de edad de una joven desconocida en la manada. En la fiesta, algunas damas tuvieron
Preocupado por mi estado de ánimo, Lucas dejó varios días libres para acompañarme. Me llevó a varios lugares, jugando y comiendo comidas de mi gusto, solo para hacerme olvidar todo este lío. Pasé un tiempo muy feliz con él, incluso mi loba se volvió más fuerte gracias a eso.Él siempre se preocupaba por si estaba triste por lo ocurrido. Le di un abrazo firme para tranquilizarlo:—No te preocupes. No me siento triste por un ingrato. Solo me da pena que yo me enamoré de un tipo así, perdiendo tanto tiempo valioso en busca de su atención…Lucas también me abrazó con fuerza y me besó en la frente con suavidad:—Cariño, estaré a tu lado para siempre. Llenaré tu vida con la felicidad, te lo prometo.Nos besamos con pasión. Podía sentir que mi loba también se excitaba por la felicidad, pero, de repente, su mano que había entrado en mi ropa interior se detuvo.—Aria, aún no estamos casados. Lo dejaré para cuando sea apropiado. Disfrutaré mucho de ti apenas podamos.Sonrojada, asentí ligerament
En los días que siguieron, Lucas y yo nos llevamos muy bien gracias a la complementariedad de nuestros caracteres. Teníamos una perfecta comprensión mutua y, en tan poco tiempo, ya nos sentíamos como dos almas gemelas. Fue en ese momento que finalmente entendí que había sido muy estúpida en el pasado, dedicando tanto tiempo a una persona que no merecía mi amor.Sin embargo, días después, recibí un mensaje de felicitación de mi amiga:[Aria, después de tantos años de sufrimiento, ¡por fin ganaste el corazón de León! Pronto van a casarse, ¿verdad? ¡Tengo muchas ganas de darles mis mejores deseos en la boda!Como un clan poderoso de alta sociedad, la familia de Lucas no anunciaría nuestra unión públicamente hasta que la fecha de la boda estuviera decidida. Por lo tanto, todos en mi círculo aún pensaban que me casaría con León.Sorprendida, abrí Instagram y desbloqueé la cuenta de León de la lista negra. Luego me di cuenta de que él había cambiado su foto de perfil por una foto mía, y toda
León seguía sin entender lo que estaba pasando. Con una sonrisa despreocupada, le propuso a Lucas:—Tío Lucas, ¿también te vas a casar? ¡Qué buena noticia! ¡Podemos hacer doble boda y celebrar el gran día con el doble alegría!Fabio le lanzó una mirada confundida: —¿Una doble boda? ¿Te volviste loco o qué? La que se va a casar con Lucas es Aria, ¿y con quién te casará? León, ¡deja de decir pendejadas!Dicho esto, volteó hacia mí y me propuso un brindis con emoción:—Aria, muchas gracias… ¡Yo creí que Lucas jamás se casaría! Venga, ¡les doy las mejores bendiciones!Hasta ese mismo momento, León finalmente logró entender la situación. Boquiabierto, le preguntó a Fabio sin poder creerlo: —Papá, ¿con quién va a casarse Aria …?Antes de que Fabio le respondiera, Lucas puso nuestras manos entrelazadas sobre la mesa y le dijo a León, mirándolo directamente a los ojos:—Se casará conmigo. León se levantó bruscamente, pálido por el impacto:—¡No puede ser!—¡Malvado! ¿Qué te ocurrió? —rugi
Hacía años que no me encontraba a Lucas, pero ahora ya se veía mucho más maduro. Se notaba su elegancia en cada movimiento. Al verlo, todos en la sala se pusieron de pie para recibirlo. Durante estos años, Lucas había hecho una gran fortuna en el extranjero, incluso el ejército de su clan dependía de su financiamiento.Mientras todos lo miraban con admiración, sus ojos se posaron en mí. Cuando se dio cuenta de que León estaba sentado a mi lado, noté un atisbo de decepción en sus ojos. Estaba por explicarle cuando León se fue para recibir una llamada. Parecía que iba a recibir a otra persona en la puerta.Nerviosa, le lancé una mirada a Lucas, y este se sentó de inmediato a mi lado, donde antes había ocupado León…—Lo siento por haberlos hecho esperar tanto —les dijo a todos los presentes, haciéndome una señal para que yo también me sentara.Al sentarse, empezó a servirme carne de venado. Intenté explicarle:—Es que León se sentó aquí de la nada…—No te preocupes. Come algo —me interrum
Viendo la crema desparramada en mis dedos, procedía a secarme las lágrimas. Todo mi esfuerzo arruinado por ese par de desgraciados… Aunque me dio mucha pena, al menos, con solo un pastel, pude ver la verdadera cara de León.Esa noche tendría una cena formal con Lucas y su familia. Para darles una buena impresión, traté de calmarme un poco y me arreglé con un maquillaje delicado.Sin embargo, al bajar al estacionamiento, vi de lejos un auto moviéndose erráticamente como si estuviera en un terremoto. Al acercarme, me di cuenta de que era el carro de León.Por la ventana entreabierta, vi a Vera ahí montada sobre él con cara de un intenso placer. Su cuerpo subía y bajaba, haciendo unos ruidos que me dieron mucha vergüenza. Sabía que León no me quería, pero el nudo en el pecho no me lo esperaba.De pronto, León me vio entre empujones. Se veía el rastro de nerviosismo en sus ojos, pero luego se puso a besar a Vera más intensamente, acariciándole el cabello largo a Vera para provocarme a prop
¡Vera también había renacido!No era de extrañar que ella se atreviera a proponerle estas actividades sugerentes a León en tan pocos días. En su vida pasada, ella nunca salió en público con él como ahora. Parecía que habían confirmado mutuamente su renacimiento, por lo que ahora querían hacer realidad el deseo incumplido de ser una pareja.Mientras pensaba, recordé muchas escenas de mi vida pasada con claridad. En aquel entonces, me casé con León llena de ilusión, creyendo que sería la mujer más feliz del mundo. Gracias a nuestra unión, muchas personas buscaban ser aliadas de nuestras familias. Aprovechando la oportunidad, León y yo obtuvimos varios contratos. Pronto, el clan de León, los Colmillos Plateados, se convirtió en el más rico entre los lobos.Los familiares de León siempre me elogiaban y me trataban con amabilidad, diciendo que les había traído buena suerte. Y yo, la ingenua, no me di cuenta de la verdad cruel y sucia detrás de su supuesta amabilidad; hasta que descubrí el s
Cuando ambos regresaron, se dirigieron hacia el centro de la pista tomados de la mano. Los labios de Vera estaban ligeramente hinchados y en el cuello de León se veían varias marcas de besos. Todos me lanzaron miradas burlonas, esperando reacción de mi parte.Si esto hubiera ocurrido antes, me habría vuelto loca al verlo junto a otras mujeres y le pediría que solo concentrara su atención en mí. Pero, por esta vez, mientras disfrutaba de una deliciosa tarta de frambuesa, los observaba tranquilamente desde un lado.León se puso frente a Vera con una postura de protección. Su mirada se posó brevemente sobre mí, con rastro de confusión. Pero, poco después, soltó una risa sarcástica y me dirigió con desprecio:—Finalmente te has vuelto más madura. Al menos, ya no estás causando escándalos como antes.No le hice caso. Cuando terminé la tarta, me fui directamente de ahí. En la vida pasada, cada año en la noche de la Danza, solía subirme a la noria. Esta había sido mi actividad favorita desde
Al día siguiente de la decisión sobre mi compromiso, llegó la gran Danza de la Luna de mi clan.Por la noche, la suave luz plateada de la luna iluminaba la pista de baile, en el centro de la cual había un enorme altar de piedra donde descansaban las ofrendas para la Diosa Lunar. Detrás de la pista, una gigantesca noria giraba tranquilamente.En un rincón, León se apoyaba contra un roble con una copa de plata en la mano, fanfarroneando con sus amigos sobre sus muchos éxitos en la caza. Cuando aparecí en la pista, Bricio Cruz, uno de ellos, fue el primero en verme.—¡Eh, León! ¡Allí llega tu colita! —bromeó en un tono burlón.Todos reían a carcajadas al escuchar lo que Bricio había dicho.—Aria, ya te comprometiste con León, ¿pero aun así deseas mantenerte vigilándolo todo el tiempo? —el tipo continuó con la broma aburrida.León se volteó y me dirigió una mirada impaciente.—¿Tan desesperada estás por casarte conmigo? —me interrogó en voz muy baja con obvio desprecio—: Decidiste sobre el