De día era un empresario reconocido que lo tenía todo, menos el amor. Todavía no había encontrado a alguien que le haga dar un giro completo a su vida, lo amé sin medidas y lo llevé al límite de su locura sin parar;
De noche era una persona normal, un soltero más que buscaba sólo noches de pasión y llenarse de excesos para olvidar su realidad.
Ella en el día buscaba cualquier empleo temporal que le logré dar un tiempo de descanso;
En la noche se transformaba en una bailarina reconocida por su nombre artístico y por esa chispa de misterio que le ponía al no mostrar su rostro frente a las personas que la iban a ver en aquel bar.
Aclaración de la historia: se divide en dos partes y esta es la primera parte.
Una vez más estaba completando papeles para poder ser aceptada en algún trabajo normal para dejar atrás aquel bar que tantos malos ratos le tocaban pasar, pero parecía algo imposible. Cada día que le decían que la llamarían, todavía seguía pensando que jamás saldría de ese lugar y que ella pertenecía a ese sitio. No podía ocultar las cachetadas que la vida le estaban dando, y como ella intentaba como siempre pararse y seguir. Tal vez presentía que estaba para algo más grande y no iba a dejarse derrotar por la mala suerte del destino. Sin parar de sonreír se
Todas las noches eran las mismas, debía soportar todo tipo de cosas y ver otras. Ya estaba acostumbrada a todo ese mundo pero también pretendía salirse de ese lugar. La música sonaba más fuerte, la gente llegaba al bar y pedían sus tragos.Su ritual era usar un antifaz para ocultar su rostro frente a los demás, y así poder vivir en el día y ocultarse en la noche, era todo su secreto al igual que su nombre. Le encontró sentido al anonimato para que nadie pueda quitarse su rutina y poder arriesgarse a llenarles de fantasía a los sujetos que iban en buscaba de satisfacción o alguna que otra aventura.Se retocó el maquillaje, bebió de su trago más fuerte y salió detrás de los telones una vez que la música empezó a sonar. Las luces que le daban en su cara, no la dejaban ver cuántos sujetos se encontraban a su alrededor y unas manos frías sobre su cintura la hicieron sacarse de su mundo. Le tocaba a ella moverse, empezar a mostrar su show y era hora que comience
Quizás no era su hora de mostrarse al mundo tal y como era. Pero no así. No como una bailarina de cuarta. Las luces enfocaban su rostro, seguía encima de ese desconocido, que prácticamente se volvía algo habitual en sus noches, ir pasando de hombre en hombre pero estaba sin reaccionar. Ese era su problema: él. Ante su pregunta se aleja de su rostro y se voltea, debía seguir con el show que estaba brindando para eso estaba. Todos los ojos estaban puestos en ellos dos y eso no iba a cambi
Cada día que se volaba él seguía pensado en aquella mujer del antifaz que le hizo revivir algo extraño, su corazón necesitaba algo nuevo y ella era "ese" algo. Necesitaba encontrarla. Todas las noches regreso al mismo lugar, en la misma mesa y casi los mismos tragos pero ella no aparecía arriba del escenario. Se estaba volviendo loco por una mujer extraña, era la primera vez en su vida que alguien ocupaba sus pensamientos y eso lo enojaba más.Por un poco de placer hacia cosas pero está vez, no sabía que quería con esa mujer. Sólo necesitaba t
5.Obsesión.No sabía como hacer para olvidarse de esa sonrisa. La esperó afuera, encendió un cigarrillo para calmar su impaciencia, no le gustaba esperar tanto tiempo pero algo en ella lo enloquecía de tal forma que era capaz de seguirla hasta el fin del mundo.Dos cigarrillos y ella aún no aparecía. Quizá estaba t
6.Atracciónsexual.
7.Sólomía.Los días avanzaron, su cabeza estaba en cualquier parte menos en el trabajo y eso lo frustraba cada vez más. Su hum
8. El cielo y El infierno.El momento de placer se había ido a partir de ese momento y ninguno de los dos podía reaccionar. Ella había tenido sexo con su propio jefe, fue algo que jamás imagino que le podría pasar y más en ese momento. Quería cambiar de vida pero algo la empujaba a seguir en lo mismo, él ya era su debilidad y no quería que le sucediera eso .Se queda mirándola como esperando una respuesta, pero de su boca no salía ni una palabra — ¿Cómo supiste mi nombre? — le vuelve a preguntar.Lleva la mirada al suelo, y toma distancia — Será mejor que dejemos todo esto así — alcanza a decir mientras se acomoda la ropa sin mirarlo.Matt sube su ropa también acomodándola y sigue mirándola en cada gesto de arriba hacia abajo hasta que se detiene en aquella marca, su rodilla — ¿Qué te sucedió en la rodilla? — le pregunta acercándose.Esa mujer del antifaz quizás lo estaba enloqueció más de la cuenta. Estaba perdiendo la cabeza y la razón con pequeñas co