Después de convencer a Edon para que saliera de mi habitación y que no, en definitiva, no podíamos bañarnos juntos.Cuando se fue aproveché para darme un baño y ponerme ropa parecida al uniforme de la empresa, puesto que el día de ayer lo destruí por completo.Bajé al comedor, en el comedor se encontraba Myriam y Edon.—Buenos días —saludé.—Mi niña, mi salvadora. —exclamó Myriam— Si tú no estuvieras aquí mucha de mi gente e incluso yo hubiera muerto.Ella se levantó de la mesa y se dirigió a mí para abrazarme.—Es mi deber Myriam. —hablé, al mismo tiempo que la estrechaba —Me alegra verte bien.Nos separamos del abrazo.—Hasta me siento como una jovencita, no sé lo que hiciste, pero fue muy bueno.Nos sentamos a la mesa, quede frente a Edon, quien me miraba de manera pícara. Me sirvieron un plato con mi desayuno.—Lo que mi madre menciona es cierto —habló Edon, gracias a ti no la perdimos. Muchas gracias Circe —dijo guiñándome un ojo.Sentí que mis mejillas se sonrojaron.—En verdad
Estando en el suelo empecé a leer el primer libro. Hablaba sobre los hombres libro y su origen. Según la leyenda, el primer hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente. No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zeus, e incluso se dijo que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.Al enterarse, el dios Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran l
«La magia oculta y los relicarios.» Solo con el título me emocionaba. Había tantas cosas interesantes en este libro, desde algunos trucos, hasta compuestos medicinales de plantas. Hasta que llegué a la sección de los relicarios. En uno de los capítulos se explicaba la manera en que podía entrar a la mente de las personas. Se hacía por medio de un relicario. Ingredientes Tunas con más de ciento cincuenta añosRaíces de saucePiedras lunaresLa magia de una hechicera. Esto iba a hacer más difícil de lo que pensaba.Pase a la siguiente página. «El relicario de la muerte»Bastaba con leer ese nombre para saber que no se trataba de algo bueno. Su descripción me causaba terror. Dicha joya se utilizaba para asesinar a seres sobrenaturales a excepción de hombres lobo. Cualquiera que tuviera el poder de hacer uno, tendría la dominación de seres sobrenaturales. Al pasar a la siguiente página me di cuenta de que no había nada más, hacía falta una de las páginas del libro. Eso sí que era
—En serio, amiga, no lo puedo creer. Él me escogió, entre docenas de secretarias yo fui la elegida. Espero no te importe que me haya ido con tu novio a un viaje de negocios.—Fray y yo ya no somos novios. —¿Por qué no me lo dijiste? —No tuve la oportunidad de mencionarlo. —Pero no piense que voy a intentar algo con Fray, sé que es tu exnovio, nunca me metería con el exnovio de mi amiga. Mi amiga no podía disimular su interés por Fray. Le gustaba mucho más de lo que ella admitía. —Puedes hacer todo lo que desees, no tengo problema con eso. —¿Segura? —Muy segura, amiga. —Te estaré contando todo sobre el viaje. No entendía por qué Fray eligió a mi amiga para su viaje de negocios. Tiene a su disposición docenas de secretarias, pero eligió a Ada. Le envié un último mensaje a mi amiga y guardé el teléfono. Me encontraba en el parque y trataba de buscar la manera de comunicarme con Epona. La mayoría de veces la encontré en este parque.Caminé hacia el sendero en donde nos vimos la ú
Edon sonrío, me beso y aceleró sus movimientos. Una sensación recorrió por todo mi cuerpo y se acumuló en mi parte íntima, sentí una explosión de placer que me debilitó por completo, cada orgasmo era mejor. Edon cayó sobre mi hombro, mientras controlaba su respiración y yo igual. Vi hacia la ventana, los rayos de sol, iniciaban a entrar por la ventana. Llevábamos más de una semana haciendo esto, me refiero a que Edon y yo dormiamos juntos, ya fuera en su habitación o en la mía. Aunque se suponía que nadie sabía sobre esta relación, era más que un secreto a voces. —No tengo ganas de ir a la empresa hoy. —No empieces, ya conozco tus trucos. —En serio, prefiero quedarme contigo en la cama. —Edon, hemos faltado como tres días a la empresa. No debemos olvidar nuestras obligaciones. —Está bien, con la única condición que nos bañemos juntos. No tenía otra opción, en realidad también quería hacerlo. Así que de la cama salimos directo a la ducha. Todo era perfecto entre Edon y yo que
—Pero ¿qué pasó aquí? —Llegamos a una parte del bosque en donde muchos árboles estaban en el suelo. Como si alguien los hubiera arrancado desde su raíz. —Quién lo hizo tuvo que tener mucha furia. —mencionó Ada. —¿Ada? Tú que haces aquí. De pronto vi a Edon sentado en el suelo y su espalda recostada en un árbol. Corrí hacia él. —¡Edon, Edon! —exclamé. —Mi amor estás bien, ¡Edon! Por favor, responde. Al fin él abrió sus ojos y me miró —. ¿Estás bien? —volví a preguntar. —Si, si, si. —Se levantó del suelo y sacudió su ropa. La cual estaba desastrosa y sucia, no lo había visto así. Siempre estaba limpio y bien peinado, pero ahora casi parecía un vagabundo. —¿Qué fue lo que pasó aquí? —pregunté —Los desterrados, Epona, ella hizo todo esto.Epona, ella no podía. —Ella no pudo, es buena. —¡Circeeee! ¡Circe! —me giré y me encontré a mi amiga con Epona, tenía un cuchillo en su mano, mientras amenazaba el cuello de Ada. —Epona…Epona, no lo hagas por favor, ella es mi amiga. —Pensé q
Estaba en enmudecida, Fray trataba de despertar a su madre. El cuchillo aún estaba en su pecho. Estaba inmóvil, ella había muerto. —¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá! —Espetó Edon. —Myriam no puede morir —exclamé. Me puse de pie y me dirigí hacia ellos. —¡Aléjate! Tú eres la culpable —gritó Fray—. Te vi como enterrabas el cuchillo en su pecho. —Eso, no es cierto, no fui yo. —exclamé. Escuchaba a Fray y no podia creer que me acusara de esa manera. —Pues no había nadie más en la habitación cuando ingresé. —respondió. —¡Fray no lo hice! Ahora déjame ayudar a Myriam. —¡Aléjate de nosotros! Sabía que no podía confiar en ti, todo este tiempo este fue tu plan. —No tengo idea de lo que estás hablando. —Nuestros enemigos querían matar a mi madre, tú nos traicionaste, eres parte de los desterrados. —Fray no soy parte de los desterrados. Tú lo sabes bien. —No puedo confiar en la persona que mató mi madre. —Te juro que no fui yo. —Me dirigí hacia Edón quien tenía la mirada perdida— ¿Me crees?— preg
¿A dónde vas? —inquirió Edon. Estaba a punto de salir por la puerta, para ir al bosque. —Necesito algunos elementos naturales, estamos preocupados por las infecciones extrañas que están afectando a los hombres lobo. —No puedes ir por el bosque sola, tienes que estar en el castillo, sabes del peligro al que nos enfrentamos. —Yo puedo protegerme. —¿Y si aparece el encapuchado? —Sé protegerme Edon, iré rápido. —Entonces, yo te acompaño. No tenía opción que aceptar que me acompañara, de lo contrario no iba a dejar irme. —¿Tienes idea en donde puedo encontrar piedras lunares? —¡Fácil! En el fondo de la cascada hay varias de ellas. Para ir más rápido, Edon convirtió en el hermoso lobo blanco, me subí a su lomo y él corrió entre el bosque hasta llegar a la cascada. Me quité la ropa y me metí a nadar. Entre tanto Edon se quedó en la orilla, supuestamente vigilando. Me lancé al agua y nadé hasta el centro de la cascada. Busqué por varios minutos, hasta que vi en una roca algo brill