Ella se balancea suavemente sobre su miembro erecto, arriba y abajo, una y otra vez, apretándolo, acariciando su pecho con sus manos; se acerca a él, besándolo intensamente, la toma por sorpresa, empujándola sobre la cama, aún unidos, penetrándola con fuerza, sujetándo sus manos junto a su cabeza, mordiendo sus pechos, haciendola gemir de placer con cada embestida, con movimientos cada vez más rápidos, llegando juntos al éxtasis con gran intensidad.
- Te amo - dijo él.- Te amo- dijo ella.Era su noche de bodas, se habian casado hace apenas unas horas, estaban alojados en un lujoso hotel en la playa, él la habia sorprendido y ahi pasarían su luna de miel.****Max es una abogado de renombre, alto, guapo, ojos azules, cabello oscuro, atlético, aunque su familia era adinerada, él habia hecho su propio camino y ahora a sus 30 años, ya era un hombre exitoso.Fernanda tiene un hermoso cabello castaño, ojos color miel, tez blanca, delgada, habia terminado su especialidad en Urgencias y comenzaba a trabajar en el Hospital General, cuándo conoció a Max.****ANTESEl había llevado a su sobrino al área de urgencias por una caída, que le provocó un desmayo, así que tuvo permanecer varias horas en el hospital.-Sr. García, soy la Dra. Díaz, su hijo ya está mejor, ya puede llevarlo a casa- dijo, notado lo atractivo que era, haciendo un repaso de pies a cabeza al sexy hombre que tenia frente a ella, aunque sin demostrar mucha emoción.- ¡Eso es excelente! - dijo él-, aunque debo decirle, Dani es mi sobrino, lo traje porque mi hermano no está en la ciudad y su madre me pidió ayuda - trataba de disimular lo mucho que le habia agradado la doctora.- Una disculpa, Sr. Garcia, - dijo con una sonrisa- debe tener cuidado si tiene algún malestar, si es así puede venir el cualquier momento, adiós Dani- dijo alborotando su cabello.-Adiós- contestó el niño.Max quedó impresionado por su belleza, le había gustado su amabilidad, y pensó en cómo podría conocerla mejor. Después de dejar a su sobrino en su casa, regresó al hospital, compró café para todo el piso, en agradecimiento por las atenciones que le habían dado, lo que agradó a todo el personal.Ella se sorprendió por eso, poco después lo vió hablando con algunas enfermeras, así que se acercó.-Solo quería agradecerle nuevamente por atender a mi sobrino, espero que no haya sido demasiado - le dijo al verla.- No tenía por que molestarse, es nuestro trabajo, pero le agradezco - le contestó con una hermosa sonrisa, agitando un vaso de café en la mano.-Sólo sé su apellido, ¿podría decirme su nombre? dijo él.-Soy Fernanda Diaz, médico de Urgencias, -dijo extendiéndo su mano hacia él.-Max García, abogado , es un gusto conocerla - y estrechó su mano, sintíendo un hormigueo y una calidez en todo su cuerpo.- Debo irme señor García, ya terminó mi turno y quiero descansar.- Por favor, dime Max, ¿puedo acompañarte a la salida? -¿tal vez invitarte otro café?.- Mmm, es que no puedo relacionarme con los familiares de los pacientes - dijo nerviosa.- Bueno, mi sobrino ya no es tu paciente.- Eso es cierto - dijo sonriendo, - solo un café- aceptó porque él le habia gustado mucho, y quería conocerlo más. Salieron durante 6 meses a partir de ese día, con algunas diferencias y pequeños desacuerdos, debido a los horarios de ella, pero estaban muy enamorados, así que él decidió proponerle matrimonio, a lo que Fernanda aceptó sin dudarlo.Actualmente. - ¿Como te sientes cariño?, ¿estás feliz?- dijo Max mientras tomaba su mano y la besaba. Caminaban juntos por la playa, disfrutando del sol y la brisa del mar.- Si, me siento muy feliz. - dijo con una sonrisa, observándo el hermoso lugar, con un atardecer de ensueño.Aún no podía creer que se habian casado, ella siempre tuvo otros planes, no tenía en un futuro próximo hacerlo, pero Max la conquistó y no pudo resistirse.Pasaron dos semanas en ese paraíso, haciendo el amor todos los dias, disfrutando el uno del otro, hasta que llegó el momento de regresar a sus vidas y al trabajo. Vivirían en el departamento de Max, un lugar céntrico, amplio, bien iluminado, era un lugar muy cómodo y lindo, el día que llegaron, él la cargo en sus brazos para pasar el umbral, y no la bajó hasta depositarla en la cama.-¿Estás cansada? - preguntó con intención. Ella negó con una sonrisa, lo atrajo y lo besó. Se despojaron de su ropa, él se colocó sobre ella, y poco a poco, le hizo el a
El tiempo pasó volando, era de mañana y hora de salir, Fernanda guardó sus cosas en su pequeña maleta y se dirigió hacia la salida, hablando animada con las enfermeras que tambien se iban, vió a su esposo, recargado en su auto, esperándola, se veia tan atractivo y sexy como el dia que lo conoció, con un traje oscuro, pero por su mirada penetrante, sabía que no estaba feliz.- Sube al auto ahora - dijo, cuando llegó hasta él, le abrió la puerta, irradiando furia por los poros.Ella sintió un estremecimiento tan fuerte, pero no dijo nada, y solo subió, se dirigieron a su casa en silencio, él la miró de reojo durante todo el trayecto, y cuando llegaron no se contuvo.-¡¡No quiero que vuelvas a subir al auto con ese imbécil, Fernanda, - dijo exaltado.- ¿Como? - dijo sorprendida.- ¡Te fuiste con Leo en su auto anoche! ¿¡acaso crees que no me di cuenta!?, solo está buscando una excusa para volver a tener algo contigo y joderlo todo. - ¡Estas exagerando! Entre él y yo ya no hay nada...-¡
Fernanda habia dormido unas horas, Max no la habia llamado, suponia que era para no molestarla, así que llamó a su amiga Lucy, para comer algo, se encontraron en el centro comercial, que estaba cerca del despacho de él. -¿Como te fué amiga? ¿aún está enojado tu esposo?- preguntó Lucy.- Si, pero no voy a ceder con lo del trabajo, no sé que quiere que haga con mi tiempo, y está celoso por Leo.- Te casaste con él , que más prueba quiere, - respondío rodando los ojos - con lo atractivo que es, y es tan inseguro. - No lo sé, pero eso no me gusta, crea problemas innecesarios. - Bueno, espero lo resuelvan, mejor vamos a comer.****Max y Diego hablaban con su nueva clienta, la cual era muy hermosa, rubia, sofisticada, habian llegado a un acuerdo para trabajar con ella y representarla en su divorcio. - Hacía mucho tiempo que no te veía- le dijo Isabela a Max- te ves muy bien.- Ha pasado tiempo, también tu te ves muy bien - dijo sonriendo-. Ya terminamos aquí por el momento , debemos re
Pasaron varias semanas, Max ya no habia discutido con Fernanda, se dedicó de lleno al caso de su amiga, que no habia resultado tan fácil de resolver como pensaban.Fernanda ya se había adaptado a su horario y le iba bastante bien, a pesar del ritmo de trabajo.Una mañana iba de salida, cuando Leo la alcanzó. - Fer, olvidaste firmar la solicitud para la resonancia - dijo apresurado y mirándola fijamente. - oh, gracias, lo olvidé por completo - le sonrió, y dió la vuelta, mientras caminaban de regreso él habló. - Dime, ¿tu adorado esposo te prohibió hablar conmigo?- dijo sarcástico.- Claro que no, eso es decisión mía, realmente tu y yo ya no tenemos mucho de que hablar.- Aún no entiendo porqué te casaste con ese tipo Fer, no tienen nada en común. -Pues porque lo amo.Él la detuvo, y por sorpresa, la sujetó y le plantó un beso en los labios, ella trató de empujarlo, de repente sintió que lo apartaron de un tirón de ella y solo pudo ver cómo Max golpeaba a Leo en la mandíbula, lo qu
Fernanda estuvo molesta con Max durante todo el día, hasta que se fue a trabajar, él le había contado de la cena con su amiga, aunque el le aclaró que Diego también iría. Salió con suficiente tiempo, porque aunque hacia frio, quería caminar un poco.****Max se preparó para su cena con Isabela, aunque sin mucho ánimo, no le gustaba que su esposa se molestara con él, solo iría para no faltar a su palabra. Se encontraron a la hora acordada, Diego lo llamó avisando que llegaría tarde, asi que solo eran ellos dos. - Max, ¿qué te pasó? - dijo ella tocándole el rostro.- Ah, eso - dijo señalando el golpe - el ex novio de Fer, se pasó de la raya, pero le di una lección. - Todo un caballero, defendiendo el honor de su amada, ¿ porqué no te acompañó?.- Es que tenía trabajar, no podía cambiarlo- dijo un poco desanimado.Continuaron charlando, más tarde se les unió Diego, y continuaron un rato mas la velada, Max se retiró antes, no estaba de muy buen ánimo.Llegó a su casa, se duchó, y se me
Max llegó a su oficina, se sentó en su escritorio, con la mirada perdida, no respondió a la pregunta de Diego cuando le habló, aún no creía que su esposa lo había dejado.- Max - le llamó Diego - Max, ¿donde andas?-¿Que?.- Te pregunté si viste el periódico de esta mañana. - ¡Claro que lo vi, y Fernanda también! y ahora ella se fué. - dijo exaltado- Quiero que investigues porque habia prensa ahí, y quien les informó, esa fotografía la tomaron para aparentar otra cosa, ¡voy a encontrar a los responsables! - dijo golpeado el escritorio. - ¿Tú esposa te dejó? supongo que le diste una explicación. - Traté, pero no me creyó. - se dejó caer en su silla - Necesito dar una declaración.- Intentaré que sea hoy.Mientras, Max intentó llamar a su esposa varias veces, pero no logró comunicarse, así que llamó a Lucy, esperando tener más suerte.*- ¿ Qué quieres Max? ella no quiere hablar contigo - contestó seriamente.-Por favor Lucy, necesito hablar con ella, todo esto es un maldito mal e
Pasaron más de dos semanas, Fernanda seguia con su trabajo como siempre no habia visto a Max, pero él la habia llamado un par de veces. Se habia sentido cansada los ultimos dias, seguia en casa de su amiga, pero creyó que ya era tiempo de buscar su propio espacio.Buscó algo pequeño, sólo para ella, encontró un lugar muy cerca del hospital. Podría caminar todos los dias al trabajo, así que se instalaría al dia siguente. - ¿Estás segura Fer? -dijo Lucy- no me molesta tu compañía.- Yo se que no, pero ya es tiempo.-¿Y que pasa con Max?¿ lo has visto? .- No, solo me llamó. Mañana me mudaré, quiero que vengas para que sepas dónde viviré. - Bien, mañana lo haremos, mientras tanto, ve a dormir, te ves fatigada.****Dia siguente, por la noche.Max recibió una llamada de Lucy, preocupada, Fernanda se habia desmayado durante su turno.-Ahora voy- fue hasta su auto y salio apresurado. Cuando llegó al hospital, la encontró en una camilla dormida, se sentó a su lado y tomó su mano.-¿Qué ha
Isabela visitó a Max en su oficina, cuando ella llegó, él estaba al teléfono.- En que puedo ayudarte? - le preguntó cuando terminó. - Queria saber si estas libre para comer. -Lo siento, tengo algo importante que hacer.- ¡Qué lástima! ¿sabes? yo no te dejaría solo ni un momento, eres demasiado atractivo - dijo de forma coqueta.- No sé a donde quieres llegar con eso - replicó. - Solo digo que, tu podrías tener a todas las mujeres que quisieras... a mí.- Basta, si no es por trabajo, no me hagas perder mi tiempo, además sabes que estoy casado.- No queria incomodarte - dijo fingiendo inocencia -, pero piensa lo que te dije.Isabela salió de la oficina, se había obsesionado, desde que habia pasado tiempo con él, de alguna manera lo tendría, la nota del periódico la había planeado cuidadosamente, pero no tuvo el efecto deseado, queria separarlo definitivamente de su esposa.*- Necesito verte, tengo algo más en mente, pero es solo con tu ayuda, que me informes de sus movimientos. -