Max miraba el techo de su habitación, recostado en la cama, después de tanto tiempo, después de tantos intentos, se habia dado por vencido, la esperanza de ser feliz con la mujer que ama, finalmente se habia esfumado, porque, no podía seguir negándolo, a pesar de todo, él aún amaba a Fernanda.Esa noche llamó a su socio, tenía que hacerlo ya, o nunca lo haria.*- Amigo, disculpa por molestarte a esta hora, necesito un favor. . . quiero que me representes, voy a . . . - tomó una bocanada de aire - a solicitar el divorcio de. . . de mi esposa.-¿Estás seguro Max? no te oyes muy convencido.- Tuve tiempo para pensarlo y creo que es lo mejor, mañana te daré los detalles, Edson.- Claro, amigo*Salió al balcón, con un vaso de whisky y un cigarrillo, lo llevó a su labios, y lo encendió, aspirando suavemente, tocaron tímidamente a su puerta, lo que le extraño, ya que habia dicho a sus guardaespaldas que no quería ser molestado.Abrió un poco irritado, y ahí estaba ella, la observó, aún estab
Max ya se había instalado en una departamento cercano a su antigua casa, no queria estar alejado de sus hijos, trataba de llevar a max a la escuela lo más posible.- Papi, ¿porqué no estás con nosotros?- preguntó su hijo.Se agachó a su altura - Porqué tu mami y yo peleamos y ya no podemos estar juntos.- Pero yo quiero que vuelvas, te extraño y mami también te extraña.- ¿Cómo sabes eso amigo?- Porqué ella llora, yo la veo, pero ella no me ve.- Bien, vamos, o llegarás tarde.Llegó a su oficina y pensó en lo que Max le habia dicho, sabia que ella también sufría por todo esto pero ya no habia marcha atrás, todo lo que le habia dicho era cierto, ya no iría tras ella.- Max, necesito checar unos detalles contigo, si vas a modificar algún punto de la demanda, ahora es el momento, recuerda que si no hay acuerdo iremos a juicio.- Lo sé, la verdad es que no quiero llegar a eso.- Tendrias que convencerla. - Hablaré con ella.- respondió. Se decidió por ir a buscarla a su trabajo, sabia q
ESA NOCHE*- No puedes descuidarlos de ninguna manera, en ningún momento, no importa lo que pase, seguirás protegiéndolos.**- Entendido señor, no se preocupe.*Fernanda pasaba cerca de Damián, cuando él contestó la llamada.- ¿Qué pasa Damián?.- Nada, señora, solo recibía algunas instrucciones del señor García.-Oh, bien, ¿sabes en dónde está ahora?, necesito hablar con él. - No tengo permitido decírselo. - se disculpó. En ese instante sonó su teléfono, era Max.- Mañana a las 12, en la oficina de tu abogado, no faltes.- Max, necesito hablar contigo, por favor.- Mañana.- y colgó.Entonces se dio cuenta de que seguiría adelante con el divorcio, lo que la entristeció.***DIA SIGUIENTE - ¿Estás segura que no desistirá, después de lo que paso ayer?- preguntó Sara.- No lo conoces, es determinado, no se detiene hasta obtener su objetivo, es implacable, por eso es uno de los mejores.- Pero tú eres su debilidad, te lo demostró ayer.Sonrió, vaya que lo demostró, porque no se resisti
SÁBADO -¡Papi, llegaste! - max corrió a abrazar a su padre, él se agachó, y lo abrazó fuertemente.-Amigo, ya volví, y no pienso irme a ningún lado.Fernanda veia todo y se sentía muy feliz.-¿Cómo esta mi princesa? - dijo cuando vio a Carolina, la besó y la abrazó, ella le sonrió. - ya creciste muñeca, te extrañé.Max pasó todo el dia jugando con sus hijos, hablando con max de todo lo que habia hecho mientras no estuvo, Carolina estaba sentada en sus piernas y quiso bajar, de pronto, sin ayuda, dio unos pasos.- Vamos cariño, ven aquí - la llamó, dio unos pasos más y llegó hasta él, Fernanda también la habia visto.- Que bueno que no me perdí esto - le dijo emocionado.****Fernanda trataba de recuperar el aliento, después de hacer el amor.- Eso estuvo. . .- Lo sé, cariño, soy muy bueno en todo lo que hago.Ella le arrojó una almohada a la cara.- Presumido - dijo entre risas.Ya habian pasado algunas semanas desde que Max volvió, parecía que estuvieran viviendo una segunda luna d
La cena fue muy agradable, Max se quedó mirando un momento Fernanda y dejó de prestar atención a su padre, ella sintió su mirada y volteó para verlo, sonriendo. - Lo siento papá ¿que decías?- Max, ven conmigo - le dijo Alexander, salió al amplio jardin, le ofreció un trago y un cigarrillo.- Gracias, papá, solo el trago.- Lo sé, solo fumas cuando algo te preocupa, igual que yo, solo quería decirte, que me alegro que estén bien, te veo. . . feliz.- Lo soy papá, soy feliz.Alexander tocó su hombro, se sentía satisfecho con lo que Max habia logrado.- Estoy orgulloso de tí, has logrado mucho con tu vida, eres un abogado reconocido y también tienes una hermosa familia.El continuó hablando.- Dentro de poco dejaré la compañia, y tu hermano se quedará al frente, y me gustaria que te involucraras un poco más, yo sé que no es tu especialidad pero, le vendría bien el apoyo.- Lo pensaré papá. ***UNA SEMANA DESPUÉS.-¡Max! - dijo ella apresurada- ¡Max ¿dónde estas?.- ¿Qué pasa, estás bi
VARIOS AÑOS DESPUÉS -¡Papá, se nos hará tarde¡ - dijo apremiante Maximilian, que a sus 18 años ya se sentía todo un adulto, habia aprendido esa obsesión de su padre por salir a tiempo a sus compromisos.- Tranquilo Max, tenemos tiempo, solo esperamos a tu madre y a Carolina.Después subieron a su auto, y se dirigieron a su graduación de la preparatoria.Max se encontró con sus compañeros a quienes saludo, algunos conocian a su padre y otros no se acercaban porque les resultaba intimidante.- Papá, quiero presentarte a mi novia, Valeria.- Gusto en conocerte, Valeria- dijo extendiéndo su mano - ¿Cómo es que yo no sabía nada, max?- Pensé que mamá te lo había dicho, ella sabe.- respondió apenado.- Tu padre y tú son tan parecidos max - dijo Valeria - solo te faltaron sus ojos azules.Max rio con ganas.- En eso ganó mi esposa, tiene sus ojos, de un hermoso color miel.- ¿Alguien habló de mi?- exclamó Fernanda, llegando junto a Max y su hijo.- ¡Hola Valeria!, me da gusto verte.Max la f
Ella se balancea suavemente sobre su miembro erecto, arriba y abajo, una y otra vez, apretándolo, acariciando su pecho con sus manos; se acerca a él, besándolo intensamente, la toma por sorpresa, empujándola sobre la cama, aún unidos, penetrándola con fuerza, sujetándo sus manos junto a su cabeza, mordiendo sus pechos, haciendola gemir de placer con cada embestida, con movimientos cada vez más rápidos, llegando juntos al éxtasis con gran intensidad. - Te amo - dijo él. - Te amo- dijo ella.Era su noche de bodas, se habian casado hace apenas unas horas, estaban alojados en un lujoso hotel en la playa, él la habia sorprendido y ahi pasarían su luna de miel.****Max es una abogado de renombre, alto, guapo, ojos azules, cabello oscuro, atlético, aunque su familia era adinerada, él habia hecho su propio camino y ahora a sus 30 años, ya era un hombre exitoso. Fernanda tiene un hermoso cabello castaño, ojos color miel, tez blanca, delgada, habia terminado su especialidad en Urgencias y c
Actualmente. - ¿Como te sientes cariño?, ¿estás feliz?- dijo Max mientras tomaba su mano y la besaba. Caminaban juntos por la playa, disfrutando del sol y la brisa del mar.- Si, me siento muy feliz. - dijo con una sonrisa, observándo el hermoso lugar, con un atardecer de ensueño.Aún no podía creer que se habian casado, ella siempre tuvo otros planes, no tenía en un futuro próximo hacerlo, pero Max la conquistó y no pudo resistirse.Pasaron dos semanas en ese paraíso, haciendo el amor todos los dias, disfrutando el uno del otro, hasta que llegó el momento de regresar a sus vidas y al trabajo. Vivirían en el departamento de Max, un lugar céntrico, amplio, bien iluminado, era un lugar muy cómodo y lindo, el día que llegaron, él la cargo en sus brazos para pasar el umbral, y no la bajó hasta depositarla en la cama.-¿Estás cansada? - preguntó con intención. Ella negó con una sonrisa, lo atrajo y lo besó. Se despojaron de su ropa, él se colocó sobre ella, y poco a poco, le hizo el a