Max llegó a su oficina, se sentó en su escritorio, con la mirada perdida, no respondió a la pregunta de Diego cuando le habló, aún no creía que su esposa lo había dejado.- Max - le llamó Diego - Max, ¿donde andas?-¿Que?.- Te pregunté si viste el periódico de esta mañana. - ¡Claro que lo vi, y Fernanda también! y ahora ella se fué. - dijo exaltado- Quiero que investigues porque habia prensa ahí, y quien les informó, esa fotografía la tomaron para aparentar otra cosa, ¡voy a encontrar a los responsables! - dijo golpeado el escritorio. - ¿Tú esposa te dejó? supongo que le diste una explicación. - Traté, pero no me creyó. - se dejó caer en su silla - Necesito dar una declaración.- Intentaré que sea hoy.Mientras, Max intentó llamar a su esposa varias veces, pero no logró comunicarse, así que llamó a Lucy, esperando tener más suerte.*- ¿ Qué quieres Max? ella no quiere hablar contigo - contestó seriamente.-Por favor Lucy, necesito hablar con ella, todo esto es un maldito mal e
Pasaron más de dos semanas, Fernanda seguia con su trabajo como siempre no habia visto a Max, pero él la habia llamado un par de veces. Se habia sentido cansada los ultimos dias, seguia en casa de su amiga, pero creyó que ya era tiempo de buscar su propio espacio.Buscó algo pequeño, sólo para ella, encontró un lugar muy cerca del hospital. Podría caminar todos los dias al trabajo, así que se instalaría al dia siguente. - ¿Estás segura Fer? -dijo Lucy- no me molesta tu compañía.- Yo se que no, pero ya es tiempo.-¿Y que pasa con Max?¿ lo has visto? .- No, solo me llamó. Mañana me mudaré, quiero que vengas para que sepas dónde viviré. - Bien, mañana lo haremos, mientras tanto, ve a dormir, te ves fatigada.****Dia siguente, por la noche.Max recibió una llamada de Lucy, preocupada, Fernanda se habia desmayado durante su turno.-Ahora voy- fue hasta su auto y salio apresurado. Cuando llegó al hospital, la encontró en una camilla dormida, se sentó a su lado y tomó su mano.-¿Qué ha
Isabela visitó a Max en su oficina, cuando ella llegó, él estaba al teléfono.- En que puedo ayudarte? - le preguntó cuando terminó. - Queria saber si estas libre para comer. -Lo siento, tengo algo importante que hacer.- ¡Qué lástima! ¿sabes? yo no te dejaría solo ni un momento, eres demasiado atractivo - dijo de forma coqueta.- No sé a donde quieres llegar con eso - replicó. - Solo digo que, tu podrías tener a todas las mujeres que quisieras... a mí.- Basta, si no es por trabajo, no me hagas perder mi tiempo, además sabes que estoy casado.- No queria incomodarte - dijo fingiendo inocencia -, pero piensa lo que te dije.Isabela salió de la oficina, se había obsesionado, desde que habia pasado tiempo con él, de alguna manera lo tendría, la nota del periódico la había planeado cuidadosamente, pero no tuvo el efecto deseado, queria separarlo definitivamente de su esposa.*- Necesito verte, tengo algo más en mente, pero es solo con tu ayuda, que me informes de sus movimientos. -
Max , como abogado de divorcios, habia visto a tantas parejas, intentarlo y fracasar, no estaba feliz con la decisión, pero tenía que respetarla, además sabía que, cuando naciera el bebé, estarían unidos para toda la vida.-¿Estás seguro de esto?, espero que no te arrepientas- Diego tenía los documentos del divorcio en la mano, sorprendido de su decisión. -Ella ya no quiere estar conmigo, ya no voy a insistir. - dijo sin ánimos, él había intentado solucionar la situación, ella nunca le dió la oportunidad. - Esta bien, me haré cargo de esto.Max no le dijo a nadie que ella estaba embarazada, queria dejarla libre lo más pronto posible.****Fernanda se presentó en la oficina de Max unas semanas después, para firmar su separación, no lo habia visto desde el día que se enteró de su embarazo, estaba cansada, y algo demacrada, habia salido de su turno hacia una hora, pero ya quería terminar con eso de una vez. Se sentó frente a la mesa, y esperó a que Max hiciera lo mismo, Diego se habia
-¡Qué niño tan guapo!, ¿quieres comer helado mientras hablo con tu mami?-¡Si tia Lucy! - le ofreció una taza se fue corriendo y se sentó a comerlo.- Tengo que decirlo, es idéntico a Max.- Lo sé... lo vi esta mañana, Maxi chocó contra él, no se puede negar que es su hijo.- Estuvo preguntando mucho tiempo por tu paradero, ¿sabias que va a casarse? con esa tal Isabela . Apenas anunciaron su compromiso hace unos dias.- No crei que esperaría tanto tiempo. - Fer, amiga, yo creo que él aún está enamorado de ti.Ella rió sin humor -Si hubieras visto como me habló hace un rato, no dirias lo mismo.-¿ Tu lo amas también, verdad?Ella no respondió de inmediato, sintió cierta tristeza.- Es que lo veo a diario, no puedo evitarlo. - miró a su hijo.-¿Qué pasó realmente contigo? tomaste la decisión de una forma tan apresurada, tu nunca hiciste eso antes.- solo voy a decirte que si no dejaba a Max, le harian daño, y tambien a mi bebé ... no sé como supieron de mi embarazo, solo Max y tú lo sa
Max estuvo muy pensativo esa mañana, tenía que saber los motivos de Fernanda para ocultarse junto con su hijo. Había algo muy extraño en todo eso.Ya estaba decidido, iba a terminar con Isabela, porque supo en el instante que la vió, que no habia dejado de amar a Fernanda. Solo que ahora le resultó más doloroso, por el hecho de conocer a su hijo y no poder estar junto a él. -Amigo, tengo que salir, me surgió una emergencia- dijo Diego sacándolo de sus pensamientos- no creo que pueda volver.- Adelante, no hay problema. ****Max habia ido a buscar a Fernanda en casa de Lucy, se encontró con la sorpresa de que ya se habia marchado.-¿ Para qué quieres saber dónde esta?, tu vas a casarte, debes dejarla vivir en paz.- Lucy, por favor, aún la amo y sé que ella siente lo mismo , acabo de conocer a mi hijo, y no quiero perder más tiempo, además voy a terminar el compromiso. - Lo prometí, dije que no te diría nada, lo siento.Él se dirigia a su auto desanimado, cuando lo llamó. - Espera
Max esperó a Isabela afuera de su casa, probablemente Diego ya le habia alertado de la situación. Cuando ella llegó, lo miró, tratando de fingir una calma que no sentía. -Creo que ya sabes por qué estoy aquí. - dijo él con seriedad. - Lo que te hayan dicho, no es verdad.El rio sin humor - Nadie me contó nada, yo lo vi todo. ¿Desde hace cuanto tiempo de acuestas con Diego? - dijo cruzándose de brazos.Ella lo miró sorprendida. - Yo... no...no estoy...- Por favor, no tiene caso negarlo - dijo tranquilamente, se acercó un poco a ella, quería dejar muy claras sus palabras - A partir de este momento, tú y yo terminamos.- ¡No puedes hacerme esto! tenemos un compromiso, ¿Que van a decir de mi?- No me sorprende que eso sea lo único que te importe, además del dinero.-¿Esto es por la estúpida de Fernanda verdad?, viene aquí y tú te pones a sus pies.- ¡Claro que es por ella, porque la amo! y porque tú te enredaste con mi mejor amigo.El no dijo más, solo se dio la vuelta y se ma
Fernanda regresaba del preescolar de la mano con su hijo, siempre caminaban, ya que no estaba lejos de su hogar, y eso le daba la oportunidad de charlar con él, le gustaba dibujar y ya habia aprendido a trazar sus primeras letras. Casi a punto de llegar, se soltó de su mano, corrió hacia un hombre y lo saludo.- ¡ Amigo!- dijo emocionado, y se lanzó a sus brazos, como si lo hubiera hecho toda su vida, Max lo levantó y lo abrazó fuertemente. - ¿ Cómo estas amigo? ¿ Fuiste a la escuela? -dijo sin soltarlo, siguieron conversando hasta que su madre lo alcanzó. - Maxi,¿ cuantas veces te he dicho que no debes correr?-¡Pero es mi amigo, mami! - Max lo bajó lentamente. -Entra a la casa- le dijo - ¿ Cómo nos encontraste?.- Tengo muchos contactos, ya deberias de saberlo. Vine por ti, por los dos, y quiero que Max sepa que soy su padre.- ¡No puedes simplemente venir a cambiar mi vida y la de Max sólo porque tú quieres! Estamos muy bien aquí, mi hijo tiene amigos y personas que lo quieren.