Max esperó a Isabela afuera de su casa, probablemente Diego ya le habia alertado de la situación. Cuando ella llegó, lo miró, tratando de fingir una calma que no sentía. -Creo que ya sabes por qué estoy aquí. - dijo él con seriedad. - Lo que te hayan dicho, no es verdad.El rio sin humor - Nadie me contó nada, yo lo vi todo. ¿Desde hace cuanto tiempo de acuestas con Diego? - dijo cruzándose de brazos.Ella lo miró sorprendida. - Yo... no...no estoy...- Por favor, no tiene caso negarlo - dijo tranquilamente, se acercó un poco a ella, quería dejar muy claras sus palabras - A partir de este momento, tú y yo terminamos.- ¡No puedes hacerme esto! tenemos un compromiso, ¿Que van a decir de mi?- No me sorprende que eso sea lo único que te importe, además del dinero.-¿Esto es por la estúpida de Fernanda verdad?, viene aquí y tú te pones a sus pies.- ¡Claro que es por ella, porque la amo! y porque tú te enredaste con mi mejor amigo.El no dijo más, solo se dio la vuelta y se ma
Fernanda regresaba del preescolar de la mano con su hijo, siempre caminaban, ya que no estaba lejos de su hogar, y eso le daba la oportunidad de charlar con él, le gustaba dibujar y ya habia aprendido a trazar sus primeras letras. Casi a punto de llegar, se soltó de su mano, corrió hacia un hombre y lo saludo.- ¡ Amigo!- dijo emocionado, y se lanzó a sus brazos, como si lo hubiera hecho toda su vida, Max lo levantó y lo abrazó fuertemente. - ¿ Cómo estas amigo? ¿ Fuiste a la escuela? -dijo sin soltarlo, siguieron conversando hasta que su madre lo alcanzó. - Maxi,¿ cuantas veces te he dicho que no debes correr?-¡Pero es mi amigo, mami! - Max lo bajó lentamente. -Entra a la casa- le dijo - ¿ Cómo nos encontraste?.- Tengo muchos contactos, ya deberias de saberlo. Vine por ti, por los dos, y quiero que Max sepa que soy su padre.- ¡No puedes simplemente venir a cambiar mi vida y la de Max sólo porque tú quieres! Estamos muy bien aquí, mi hijo tiene amigos y personas que lo quieren.
Pasaron algunos dias, Max solo había hablado con Fernanda por teléfono, su hijo queria volver a verlo, pero estaba muy ocupado.Tenia muchas cosas que resolver, logró cerrar con éxito algunos de sus casos, y no aceptó nuevos.El fin de semana decidió ir a ver a su hijo. Al llegar no los encontró, asi que la llamó. -*¿ Están bien?.- Si- dijo confundida por la pregunta. - ¿Hay algún problema?.- Ninguno, solo queria ver a Max.- no dijiste que venias, estabamos por regresar.- Entonces esperaré *Max vió a su hijo, a lo lejos, fue a su encuentro y lo abrazó. - ¡Hola amigo!.-¡Papi!.- ¿ Cuantó te quedarás? - preguntó al ver su maleta. - Todo el fin de semana, si me aceptas.- Claro, puedes dormir en el sillón. Él le lanzó una mirada interrogante.- No debo meter hombres extraños a mi cama.Maxi corrió adentro de la casa.- Mami, ya quiero dormir.- dijo frotando sus ojos.- Ya voy cariño.Cuando se duchó y se vistió, lo arroparon, y estuvieron junto a él hasta que se quedó dormido.
Fernanda llevaba a Maxi a la escuela, como siempre, caminaban, notó que su guardaespaldas no los habia seguido, apresuró el paso, mirando hacia todas partes, respiraba agitada, tenía el presentimiento de que algo estaba por ocurrir, y no era nada bueno.De repente sintió que alguien cubría su boca, y después todo fue oscuridad.****Eran las diez de la mañana, en su oficina, Max cerraba una difícil negociación de bienes, pero por otro motivo, se encontraba intranquilo, sus pensamientos volaban hacia Fernanda y su hijo. Al terminar decidió llamarla, pero el teléfono sonó una y otra vez, y no obtuvo respuesta.En ese momento, recibió una llamada desesperada de Lucy.- No encuentran a Fer ni a max, ella lo llevó a la escuela pero nunca llegaron.-¿ Cuando pasó?- preguntó levantándose abruptamente de su silla. - Hace como una hora.- Tranquila, yo me encargo - dijo.Pero Max estaba menos que tranquilo.****Fernanda despertó, estaba en una pequeña habitación, se sentía mareada y desorie
La cabeza le dolía, y estaba mareada, abrió los ojos y extrañamente reconoció el lugar donde se encontraba, el mismo que había dejado hace cuatro años, cuando fue forzada a dejar su vida con Max.Una emocionada Lucy llegó hasta ella.- ¡Estas bien amiga! Estaba muy preocupada - dijo abrazándola.-¿Dónde esta max?- dijo nerviosa.-Tranquila, tu hijo está bien, ahora está con su padre.-¿Su padre?, - preguntó confundida- ¿Porqué estoy aquí?.- ¿No recuerdas nada?, ¿Porqué lo preguntas?- Estaba en el norte, con maxi, ¿cómo es que llegue aquí?- Te trajeron hasta aquí, en auto, drogada, la policía y Max intervinieron, y te rescataron.-¿Quién? nunca logré ver a nadie, cuando entraron por mi se cubrieron el rostro, auque sabía de la amenaza a Max.-Creo que es mejor que hables con él, ya te dirá todo.Lucy la dejó sola un momento, para que descansara. Entonces escuchó una voz conocida.- Miren lo que trajo el gato, hacía mucho tiempo que no te veía por aquí, desde aquella vez que te
Fernanda despertó, aspirando un aroma muy familiar, por un momento olvidó dónde estaba, hasta que max entró corriendo y aterrizó sobre ella, y solo sonrió. -¡ mami !, - le dió un beso en la mejilla y la abrazó. - Hola cariño, ¿estás bien?- Si, papi me dió de comer.- ¿ Porqué no me despertaste? - preguntó a Max - no podemos quedarnos, dijiste que irías con nosotros, ¿ya cambiaste de opinión?.- Claro que no, te lo dije y lo cumpliré. Escucha ... - le dijo acunando su rostro - debes darme tiempo, ya casi termino mis asuntos, ... me gustaría que te quedaras más, pero, es tu decisión. -Solo nos quedaremos otro día. Tengo que hablar con Lucy.-Está Bien. - dijo resignado.****- ¿Asi que fue Leo? - dijo Lucy- pero como es posible que se conocieran. -Supongo que Max le hablo de él, a Diego y después solo lo ubicó, te lo dije, solo tú, Max y la doctora salas supieron de mi embarazo ese dia.- Pero ¿ Qué ganaba él con eso?.- Nunca toleró a Max y menos por haberlo golpeado, tal vez
Max encontró una casa para ellos, solo quería mostrársela a Fernanda.- Si te gusta, la compraré.- Pues veamosla.Era una casa espaciosa, pero lo que más le gustó fue el enorme patio en la parte trasera, ya imaginaba a su hijo corriendo por todos lados.- Y si quieres, Carolina también podría vivir aquí - dijo abrazándola por la espalda - le debo mucho.- Le diré, pero no creo que quiera dejar su casa, aunque estariamos muy cerca.- ¿Entonces, te gusta?- ¡Es perfecta!.- La casa será tuya, - dijo viéndola de frente- así, pase lo que pase, tendrás un lugar permanente, solo con una condición. - ¿Qué condición? - preguntó. Sorpresivamente, él se hincó en una rodilla ante ella.- Fernanda Diaz ¿Te casarías conmigo, otra vez? -Sacó una pequeña cajita con un anillo plateado, con un hermoso diamante en el medio.Ella lo miró asombrada, nunca pensó en la posibilidad de volver a casarse, y mucho menos con el mismo hombre.- Si Max, me casaré contigo, ... otra vez.El se levantó aliviad
Había pasado un mes, desde la propuesta, maxi estaba entusiasmado , sobre todo cuando le mostraron el enorme patio de la casa. Cariño, ya he hablado con los socios de un bufete, puedo integrarme en cuanto esté aqui de forma permanente. - Ella lo miró interrogante. - ¿ Que quieres decirme?.- Creo que realmente no quieres estar aquí, solo lo haces para complacerme.La miró, y se acercó más a ella.- Primero, tengo otras formas más creativas de complacerte - respondió con una sonrisa pícara- segundo, y que te quede muy claro, yo estaré donde tú estés, donde esté max, así que saca esas ideas de tu cabeza, sólo me esta tomando más tiempo del previsto ... ten paciencia.- Esta bien.****El sentía que todo este tiempo que había trabajado con Fernanda los acercó de cierta manera, ella se convirtió en su amiga, pero él siempre deseó algo más. Salieron del trabajo, cansados como siempre.- Te ves exhausta -dijo Carlos.- Tú no te ves mejor que yo - sonrió.Le gustaba mucho su sonrisa.- M