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CAPITULO 7 LA ÚLTIMA VEZ

Max llegó a su oficina, se sentó en su escritorio, con la mirada perdida, no respondió a la pregunta de Diego cuando le habló, aún no creía que su esposa lo había dejado.

- Max - le llamó Diego - Max, ¿donde andas?

-¿Que?.

- Te pregunté si viste el periódico de esta mañana.

- ¡Claro que lo vi, y Fernanda también! y ahora ella se fué. - dijo exaltado- Quiero que investigues porque habia prensa ahí, y quien les informó, esa fotografía la tomaron para aparentar otra cosa, ¡voy a encontrar a los responsables! - dijo golpeado el escritorio.

- ¿Tú esposa te dejó? supongo que le diste una explicación.

- Traté, pero no me creyó. - se dejó caer en su silla - Necesito dar una declaración.

- Intentaré que sea hoy.

Mientras, Max intentó llamar a su esposa varias veces, pero no logró comunicarse, así que llamó a Lucy, esperando tener más suerte.

*- ¿ Qué quieres Max? ella no quiere hablar contigo - contestó seriamente.

-Por favor Lucy, necesito hablar con ella, todo esto es un maldito mal entendido, no quiso escucharme.

- Sabes que no fue solo por eso, ¿verdad? la metiste en problemas por lo de Leo y ahora lo del periódico.

-No quiso decirme lo que pasó. - suspiró.

- Lo siento, voy a colgar.*

-Pero... - ella ya habia terminado la llamada.

Dedico la tarde para averiguar lo del periódico, aparentemente habia sido de forma anónima, pero no pararía hasta descubrir los motivos.

Más tarde hizo una declaración pública, negando cualquier relación sentimental con Isabela, aclarando que sólo eran amigos, que si se conocían desde antes y él solo la había representado en su divorcio, agregó que demandaría al responsable, ya que habia dañado su imagen pública y tambien su vida personal.

****

Fernanda vió la declaración de su esposo, de repente se sintió una extraña, como si no encajara en su vida, tan distinta de la suya, pensó que tal vez Leo tenia razón, no tenían nada en común; se sentía muy cansada y solo se quedó dormida.

Más tarde él se presentó en la casa de Lucy, tocó a su puerta insistentemente hasta que le abrió.

- Max, no puedes venir, te dije que no quiere verte.

- Necesito hablar con ella.- contestó.

- Déjala tomarse un tiempo , debe pensar algunas cosas.

- ¿Tiempo para qué? ¿¡ para decidir si me ama!? ¿ o decidir si la traicioné?- replicó molesto - ¿crees que yo no siento nada? no te puedes imaginar lo que fue esto para mi, verla irse de mi lado, por algo que no hice.

- A mi no tienes que convencerme.- contestó indiferente.

- Dile que vine a verla, por favor. - No tuvo más remedio que irse, Lucy no dejaría de proteger a su amiga.

Ella entró y cerró la puerta, encontró a Fernanda muy cerca de la entrada.

-¿ Escuchaste?...

- Cada palabra, - suspiró.

****

Max llegó a su casa, todo estaba en silencio, sentía un vacío inmenso, amaba a su esposa, hasta las discusiones absurdas, en las que siempre terminaban haciendo el amor, ahora ya no tenía nada de eso, se dió cuenta de los errores que habia cometido, y no quería perderla.

Al dia siguente, durmió hasta tarde, ya que no habia descansado por la noche, y le dolía la cabeza, tenía unas dos horas de retraso, asi que llamó a Diego para decirle, se levantó, se duchó y se vistió, tomaba un poco de café cuando escuchó la puerta abrirse, Fernanda entró con una maleta vacía.

- Lo siento, pensé que ya no estarías aquí - dio la vuelta para salir.

- No, no, por favor no te vayas- dijo deteniéndola, dejo la taza sobre la mesa - anoche fui a buscarte.

- Lo sé.

- No debes creer los rumores, ya estoy encargándome para encontrar a los responsables.

- No es solo por eso, Max , son todas las discusiones, son tus celos, ... quieres controlar todo lo que hago, no confías en mi y ya me cansé.

- ¿ Ya no me amas?. - preguntó, mirándola fijamente.

- Te amo, pero, a veces, eso no basta.

- Por favor...

Se acercó a ella, lentamente, la tomó en sus brazos, y la besó, no puso resistencia, dejó caer la maleta y respondió a sus caricias, él la aprisionó contra la pared, pegándose a su cuerpo, sintíendo su humedad, y su deseo.

-Max, no puedo - dijo aunque su corazón latía rápidamente.

- Solo déjame amarte, sé que tú también lo quieres -dijo contra sus labios.

La besó desesperadamente, y la llevó a la cama, haciéndola suya, disfrutando cada centímetro de su cuerpo, hasta llegar juntos, por que sabía que esa podria ser la última vez que la tendría.

Cuando se recuperó, ella se vistió rápidamente, como si se hubiera arrepentido de lo que habian hecho.

- Lo siento.

Max se quedó sentado en la cama, en silencio, mientras la veía empacar su ropa, sin poder hacer nada.

- Te amo - dijo ella, le dió un último beso y se fué.

****

Un sonido insistente lo sacó de su sueño, hasta que se dio cuenta que era su teléfono.

- ¿ Qué pasa?.

- ¿ Estás bien?, aqui está Isabela, está muy apenada por lo sucedido.

- Dile que espere, ya voy.

Al llegar a su oficina ella ya no estaba.

- Disculpa, ya no pudo esperarte, la llamaron y tuvo que irse - dijo Diego. - ¿porqué llegaste tarde?

- Fer llegó a casa, hablamos, ... pero no arreglamos nada.

- Es una pena. Isabela dijo que te llamaré mas tarde.

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