Para Renata, el mundo de los ricos es un lugar al que nunca pertenecerá, ya que todos, sin excepción, le parecen egocéntricos, mezquinos, groseros, prepotentes, tramposos y perversos. Cuando deja el país, empieza a trabajar en una de las empresas más grandes del mundo, y aunque se odia a sí misma por sentir esto, no puede apartar al atrevido italiano de sus pensamientos, no puede controlar los latidos de su corazón y mucho menos las mariposas en su estómago cada vez que él está cerca. Ella intenta no quererlo por 3 razones: 1 - Él es rico. 2 - Él es su jefe, y 3 - Le parece muy sospechoso el comportamiento de este magnate italiano. Cuanto más intenta alejarse, más insiste él en acercarse. Entre ellos, ¿qué hablará más alto: la lujuria o la razón?
Leer más>Tres meses después:(Renata Pellegrini)Con mis codos apoyados en el balcón de mi habitación, observo el cielo estrellado. La noche es hermosa y agradable, mi cabello suelto se mece con el susurro del viento fresco. El sonido del coche de Filippo llama mi atención y lo veo entrar al garaje. He estado casada con él durante tres meses ahora, Filippo ha sido el mejor esposo del mundo, siempre cuidadoso y amable conmigo.Sonrío y salgo del porche, tomo mi bata y me la pongo sobre el suéter. No puedo caminar muy rápido, pero intento ir lo más rápido que puedo. Abro la puerta del dormitorio y camino por el pasillo, pero antes de llegar a las escaleras, Filippo termina de subirlas.-¿Pensabas correr por las escaleras, ragaza?- Filippo me pregunta con los ojos entrecerrados. En su voz hay un ligero tono de reproche.-¡Por supuesto que no, marito!- "Esposo"- digo, sonriéndole, y él me mira con los ojos aún más entrecerrados. -Solo vine a darte la bienvenida a tu habitación, Sr. Valentini. Síg
(Renata Pellegrini: Un Mes Después:)Hoy es el día de mi boda, descubrir que todos menos él sabían quién era realmente yo. La madre de Filippo me recibió muy bien, me explicó cómo funcionaba la casa y la jerarquía de las mujeres aquí.Lais y yo nos llevamos muy bien, es una persona muy dulce y gentil, me entristece que no haya podido tener sus propios hijos, y cuando Filippo me explicó el destino del pequeño bebé en brazos de Lais, me sentí aún peor. Matteo le permitió que continuara con el bebé, pero dijo que nunca sería su hija y nunca llevaría el apellido Valentini. Fue duro, pero al menos no le arrebató al niño de los brazos y se lo entregó a algún subordinado para criarlo.- Ojalá estuvieras aquí, mamá, ojalá papá pudiera llevarme al altar- pienso mientras me miro en el espejo.Todavía no puedo perdonar a Dominic, incluso ahora que entiendo mejor la razón de sus elecciones, todavía no puedo estar cerca de él. Demetrius y yo nos acercamos, él será quien me lleve a Filippo al altar
(Renata Pellegrini)— Necesito ducharme — digo, apartando la cabeza del pecho de Filippo. — ¿Quieres acompañarme?Filippo sonríe traviesamente, y yo sonrío cómplicemente. No puedo evitarlo, he estado extrañando a Filippo durante dos meses, y está dentro de mí, es parte del paquete de añoranza.Subo a mi habitación y voy directo al baño, me quito la ropa y entro en la ducha, enciendo el grifo de la ducha, el contacto del agua con mi cuerpo me relaja, pero antes de que pueda darme la vuelta, Filippo me presiona contra la pared y el contacto del azulejo frío con mis pechos y mi vientre me hace estremecer.— ¡No tienes idea de cuánto te extrañé, piccola! —susurra Filippo en mi oído y comienza a trazar un sendero de besos desde mi hombro hasta mi mandíbula, causando ligeras sensaciones eléctricas en todo mi cuerpo. — Ahora te mostraré, yendo profundo y duro dentro de ti, el tamaño de mi añoranza.Mi intimidad late ante lo que Filippo dice, de repente, él agarra mi cintura y me gira para qu
(Renata Pellegrini)Observo los destellos de luz a través del cristal tintado de la ventana, un silencio espeso llena el interior del coche, mi mente se vuelve hacia el recuerdo de la primera vez que estuve en el mismo vehículo que Filippo, aunque no sea el mismo coche, tiene el mismo olor a nuevo. Trago saliva, recuerdo las mariposas en mi estómago y los nervios de estar tan cerca de un hombre como él. Pero ahora, parece como si fuera la primera vez, ¡y me odio por ello!Durante tres largos días, lo ignoré y huí de él, no respondí a sus llamadas ni a sus mensajes, incluso llegué a bloquearlo, cambié las cerraduras del portón y la puerta para que no pudiera entrar más, y ahora aquí estoy, dentro de su coche.Siento su mirada en mí varias veces, pero no tengo el valor de mirarlo a los ojos, tengo miedo de lo que mis ojos puedan decirle, tengo miedo de ser traicionada y de que descubra que aún lo extraño.Cuando lo vi abrir esa puerta y las lágrimas brillaron en sus ojos al escuchar el
(Filippo Valentini) Observo los muebles desordenados, mi colección de armas esparcida por el suelo, vidrios rotos. A pesar de haber liberado algo de mi ira, todavía arde en mí. Me apoyo en la pared y me siento en el suelo. Las imágenes del dolor en sus ojos mientras me decía cuánto no sabía de nada, las lágrimas que caían de sus ojos mientras hablaba con voz chillona, la lastimé demasiado. Recordar eso me duele el corazón, estoy jadeando, siento que estoy perdiendo las cosas más importantes y me siento impotente, ¡esto me está volviendo loco! Desde el principio, sabía que la heriría, pero no tenía idea de cuánto. Pisoteé su sueño de ser madre, aunque también quería que fuera la madre de mis hijos, no quería ilusionarla, al menos en eso intenté ser transparente... pero... debería haberme quedado callado, me arrepiento tanto de las cosas que le dije. Renata no merecía lo que hice. No me aguanto más y dejo que las lágrimas fluyan. En este momento, ya no me importa si llorar es o no co
(Renata Pellegrini)-¿Estás seguro de que no quieres quedarte a almorzar? -pregunto mientras acompaño a Caio hasta la puerta.-Tengo que ir a visitar a mi novia -dice tristemente.Mi corazón sufre por él, Caio siempre ha sido un buen amigo y cuando finalmente era feliz con una gran chica... lamentablemente, hace poco más de dos semanas descubrimos que tiene cáncer de ovario, todavía está en las primeras etapas, así que tiene una gran posibilidad de curarse. Rezo mucho por ellos.-Mañana la visitaré -digo, desde que la ingresaron en el hospital, aún no la he visitado.Bueno, durante tres largos días estuve en la cárcel, pero cuatro días antes de que la hospitalizaran, no tuve tiempo de ir, siempre estaba trabajando y yendo a citas, y lo fui posponiendo y posponiendo... hasta que ocurrió el secuestro...-Mejora primero, también estás pasando por un momento difícil -Caio me besa la frente y al mismo tiempo abre la puerta-. Cuídate, ¿de acuerdo?-Sí, tú también cuídate, ¿vale?-Vale -resp
(Filippo Valentini)-Filippo!- Escucho la voz de Vicenzo llamándome y detengo los golpes al saco de boxeo.-Hola.- Contesto la llamada y golpeo el saco de nuevo.-Dominic y Demetrius estarán aquí pronto.Inmediatamente dejo de golpear y sostengo el saco para que deje de balancearse y hacer ruido.-¿Por qué?- Pregunto, mirándolo.Vicenzo se apoya contra la pared y cruza los brazos, con un semblante serio.-Dijeron que querían hablar sobre su matrimonio con Renata.-La boda es en dos días.-Y ni siquiera he hablado con Mamma y Laissez, pero será una ceremonia sencilla, después de todo, de todas formas ya has deshonrado a la novia. Vicenzo deja de hablar y me sigue observando, no le respondo, sé que en nuestro mundo tener relaciones antes del matrimonio es deshonrar a la familia de la chica y este motivo puede llevar a la guerra, pero no sabía que ella era mi prometida y en el mundo al que pensé que pertenecía, es normal tener sexo antes del matrimonio.-Sir.- La voz de una empleada feme
(Renata Pellegrini)-Rê!- Escucho la voz de Caio llamándome, miro en su dirección y corre hacia donde estoy. No puedo contenerlo y lloro en su hombro, él me abraza con más fuerza en su abrazo. Han pasado unos cinco minutos desde que salí del jet, me dejaron en un lugar que no conocía, antes de venir, le pedí a Amanda que me llamara, le pedí que viniera a buscarme, pero quien apareció fue Caio. Amanda debe estar muy herida, eso me preocupa.-Relájate, ahora estás a salvo -susurra Caio en mi oído.-¿Cómo está Amanda? -pregunto, calmándome.-Ella está mejorando... la dejé en tu casa, ahora está allí. Ven, te llevaré.Sigo a Caio a su coche. Él abre la puerta para mí, en el camino de regreso a casa pienso en Filippo, esta vez fui yo quien se fue sin decirle, pero a diferencia de mí, él sabe dónde encontrarme.-Renata -Escucho la voz de Caio desde lejos.-Hola -parpadeo y lo miro.-¿Estás bien? -pregunta preocupado.-Sí, estamos bien ahora -hablo y sonrío, acariciando mi vientre.Después d
(Renata Pellegrini)— O seu olhar é igualzinho ao da mia sorella. — 'Mi hermana', la voz de un hombre extraño detrás de mí me asusta, miro hacia atrás y lo primero que veo es su abdomen bien definido, levanto la mirada y al fijarla en su rostro, siento que toda mi cara se pone roja de vergüenza.Desvío la mirada y bajo la cabeza, ¡cielos, este es el hombre que atrapé arriba con la mujer atada! Espero que ella no me haya visto.— Demétrio, figlio. — 'hijo', Dominic habla, lo que me hace entender que el hombre que atrapé es mi zio, 'tío'. ¡Cielos, qué vergüenza!— ¿No vas a mirarme, mia nipote? — 'mi sobrina', dice Demétrio.Cierro los ojos con fuerza y respiro profundamente, me giro y me enfrento a él.— Eres igual que mi hermana. — Demétrio dice y sostiene mi mentón, en el mismo instante en que tira de él, solo él y Dios saben dónde estaban sus manos, y por su ropa escasa, solo una bermuda y una bata, estoy segura de que no se ha bañado ni se ha lavado las manos. — Pero a diferencia d