holis mis preciosos fanseses!! les está gustando?? espero que si porque les hago caps con mucho cariño jajaja <3 <3 <3 son los mejores <3 <3 <3
-No en mi guardia. – Dije tratando de enfocar y fallando miserablemente. Mi visión estaba un poco borrosa pero eso no me impidió apuntar directo hacia la mancha que intentaba colarse.Los amigos siempre tocaban a la puerta. Los enemigos no tenían esa cortesía.Comencé a disparar mientras mi visión tardaba en regresar. Debía proteger esta casa y a sus habitantes a como diera lugar. Me arrastré hacia atrás sin dejar de disparar para cubrir a Paula mientras rezaba porque estuviera bien.Mis oídos no eran tan sensibles como los de ella, así que esperaba que alguien llegara pronto a cubrirnos para poder asegurarme de que estuviera bien.Me estaba quedando sin balas y maldije por primera vez a los tipos que me habían quitado la mitad de mi visión. El enojo fue el combustible perfecto para enfocarme y seguir disparando a cualquier cosa que entrara por la ventana aunque yo solo viera un borrón de color.El momento que más temía estaba llegando: Me quedaban solo dos balas y, a menos de que Paul
Edson.Después de llorar como el cachorro que ya no era en brazos de mamá, lo primero que hice fue llevarle comida y comprar cerrojos, candados y cualquier m*****a m****a que me sirviera para tener a mamá segura dentro de mi habitación en las horas en las que me encontraba afuera.Lo segundo fue asegurarle que yo la seguía amando y que lamentaba no haberla buscado todos esos años. Ella solo me sonrió cálidamente y yo me sentí un ser despreciable.Ella siempre había sido una madre buena y cariñosa conmigo y con mi hermana. ¿Por qué creí en la estupidez que me vendieron de ella escapando?Papá también compró esa versión y lamentablemente murió de tristeza un par de años después, justo cuando mi hermana y yo entramos en la dulce etapa de la adultez.Toda esa semana sufrí de un montón de sentimientos encontrados. Y eso me costó otra vida.A los pocos días de haber encontrado a Escupi en mi cama agonizando, me enteré de qué m****a le había pasado.No era bueno.Apreté los puños inconsciente
En estos últimos días muchas cosas habían cambiado.De alguna forma el Alfa Alan se las había arreglado para poner a patrullar a un lobo cada pocos metros, así que ningún cachorro daba más de dos pasos sin que estuvieran constantemente vigilados.Si, un ataque a la casa de los cachorros no era nada, pero ¿Dos? Era demasiada coincidencia. Algo querían con ellos… y alguien quería asesinar al Alfa Alan.El señor Frederick seguía mandando actualizaciones de su actual estado y así fue como nos enteramos de que la manada de Gustav no tenia nada que ver con el ataque al autobús ni con la incursión de hace unos días.Yo esto lo supe porque el Alfa me entregó su móvil y me dijo que estuviera al pendiente de los mensajes. Fue la última vez que me habló, el muy testarudo. Y, bueno, no es como si tuviera algo mejor que hacer durante una m*****a tormenta de nieve infinita.Paula y yo nos encontrábamos picándonos los ojos del aburrimiento en la casa de los cachorros.Ellos también habían cambiado, o
Vencer al miedo era más sencillo decirlo que hacerlo. -¿Entrarás?- Preguntó Dana detrás de mi con voz cansina. -Es lo que estoy haciendo. – Dije con los ojos cerrados mientras sudaba frío. – Ya estoy del otro lado, ¿Cierto? -Ni siquiera has dado un paso dentro. – Dijo y casi pude sentir cómo rodaba los ojos. – Escucha Vanesa, si quieres esconderte en un agüero real o figurativamente, necesitarás dar más de medio paso antes de comenzar a temblar y chillar como un bebé. -Supongo que el horrible canto de Paula no silenció cierta conversación privada. – Dije deseando ser un avestruz. Mi cuñada era un pollo, yo un avestruz... Las plumas abundarán en la familia. Plumita. Lindo, ese será el apodo del nuevo bebé. Le encantará a Rose y.... y yo estaba divagando. -Lo hizo, es solo que Juliet y yo somos curiosas. Nos acercamos a la puerta a pesar de las miradas mortales de la doctora Paula.- Dijo sacándome de mis pensamientos. Al menos era honesta. -Genial. -Vamos, no quisiera quedarme
Frederick. Extrañaba la comida de mi nieta Rose, así que esperaba que Vanesa terminara sus asuntos en el Norte pronto para que así yo pueda regresar a nuestra cálida manada a sentar mi trasero todo el día frente al televisor mientras mi humana favorita me alimenta. Ese era un plan de retiro para mi vejez excelente; yo ya había contribuido un montón con nuestra sociedad lobuna y esperaba que Nuestra Gran Madre por fin me dejara descansar para vivir mis últimos años con comodidad. Pero no. Nuestra Gran Madre requería de mis servicios y yo no podía negarme. ¿Por qué me escogió a mí como su chico de los pequeños e importantes trabajos? No lo sabía. Después de tantos años de preguntarle, ella seguía sin responder. Recuerdo la primera vez que se presentó ante mí; fue justo después de la muerte de mi amada pareja humana. Uno de mis Betas había estado esparciendo rumores sobre la incapacidad de mi pareja para continuar con la línea fuerte de Alfas. Yo sabía que era una estupidez, pero rea
Pasé una noche de m****a y una mañana aún peor ya que el cadáver había atraído la atención de los animales e insectos carroñeros. Caminé a unos metros de distancia antes de dejarme caer de nuevo. Mi único consuelo era que moriría y por fin estaría a lado de mi pareja y mi bebé. Si, moriría sonriendo con es pensamiento… o eso pensé hasta que una molesta humana regresó y habló sobre tonterías de ayudarme a mejorar. Le gruñí, le lancé algunas dentadas de advertencia pero ¿Qué hizo? Seguirme hablando como si fuera un infante y no un maldito adulto. Ella colocó algo sobre mis ojos y al principio me escoció un montón, pero luego la zona se fue adormeciendo. Hizo lo mismo con mi pata herida. -Esta flor se le conoce como “flor eléctrica”. – Dijo la humana mientras acariciaba suavemente mi costado. – Tiene muchas propiedades, pero la más destacable es que si se muerde te puede anestesiar la boca. Yo lo uso con mi pequeña cuando tiene alguna herida; espero que funcione también contigo. Mi c
Rowan. -Repítelo. -Renuncio. Rose se echó a reír y yo contuve mis ansias de mandarla a la m****a. Bastian me miró intrigado y cruzó lentamente las manos. Desde que regresamos a la manada me había enfocado en hacer mi papeleo, parte del de Rose y muchas peticiones de ayuda de parte de los nuevos inquilinos que comenzaban a ocupar las casas recién construidas. “El azul trae mala suerte”. Así que ahí va el Beta a comprar un galón de pintura diferente. “La dirección de la puerta es incorrecta. Debería de ir hacia el Este”. Y ahí va el Beta con un jodido martillo. He estado cumpliendo los caprichos más estúpidos que se me pueden asignar y, aun así, mi mente seguía estando en una manada en donde se te congelan las bolas. Pero no era por eso que tenía que irme. -¿Y se puede saber por qué mi mejor Beta piensa abandonar a su Alfa? -Soy tu único Beta. – Dije queriendo rodar los ojos. -Creo que lo que el querido Rowan quiere decir es que necesita tiempo para planear cómo arrastrarse a
-¿Lo reviví? – Preguntó la cachorra esperanzada. -No lo sé. – Dije honestamente. - ¿Tú qué dices, Nico? ¿Estás vivo? -¿Si estoy vivo puedo comer galletas? – Preguntó el cachorro desde su posición en el suelo. Habíamos estado aquí por casi tres horas y en las dos primeras conocí la historia de cada uno de los pequeños. Tuvimos una fiesta de autocompasión y abrazos, todos fuimos amigos. Así fue como nos encontró la doctora Paula antes de decidir que debíamos de hacer algo más con nuestras vidas. Así que aquí estábamos, aprendiendo primeros auxilios de la mano de una muy dura maestra. Yo ya había muerto al menos tres veces en sus manos. -Muerto. – Dijo Paula pasando por nuestro grupo y los tres nos desanimamos. – No es complicado, solo tienen que presionar con un poco más de fuerza en el pecho. Es como si cantaran y siguieran el ritmo con las manos. -Mis manos no tienen ritmo. – Dijo Bibian mientras miraba sus extremidades. – No me extraña que Nico esté muerto. Yo oculté una sonri