—Tranquila Ari—una pequeña guerrera estaba lista para defender a la inocente victima — yo te protegeré del temible dragón.—¡Oh no es el terremotito!—fingió Malcolm —, pero no me vencerás, también a ti te hare cosquillas.Malcolm persiguió a las dos pequeñas que luchaban por huir del dragón de cosquillas, estaba de los más divertidas con risas y gritos corrían ente las mesas y cerca de la piscina, Arianne veía como su esposo se comportaba como si fuera un niño, corría encorvado y gruñendo como si desea comerse a las pequeñas.Luci dio la vuelta a una de las mesas quedando por detrás del dragón y con la espada de cartón le dio un zarpazo a Malcolm, este fingió caer mal herido. —Oh me han herido, a mí a este pobre dragón de cosquillas —Malcolm se quedó tendido en el pasto inmóvil.Las niñas se lanzado sobre él tratado con sus pequeñas manos hacerle cosquillas, Malcolm se retorció eran dos pequeñas traviesas contra él, pero sus deseos eran efectivos, sintiendo las cosquillas en su barri
Arianne toco a la puerta interrumpiendo la conmovedora escena.—Lamento interrumpir, los invitados están llegando, vamos Jeremy tienes que bajar para recibir a la novia. Ella esta lista para salir en cuanto el cura llegue.Suspiro profundo, se acomodó nuevamente el moño, como si de pronto eso le obstruyera la respiración, Malcolm soltó una risita al verlo sudar.—Por supuesto, si claro vamos.—Ella esta igual de nerviosa que tu Jeremy, no lo puedo creer. Deben estar seguros que esto es el paso más importante y hermoso para su vida.El jardín estaba adornado con pilares de los que colgaban amplias cortinas blancas y doradas, los invitados estaba dispersos, observando el lugar a la espera del cura.Malcolm vio entrar a Daniel, su mejor amigo, de su brazo venia Mandy, otra pareja curiosa que jamás pensó que podrían hacer clic. Se saludaron como siempre, apretón de mano y abrazo.Daniel un par de semanas del funeral de Nicoll buco a Malcolm, con sinceras disculpas intento recuperar a su a
Arianne vio la mano de Malcolm extenderse frente a ella.—Señorita, la veo un poco sola, me concedería esta pieza —Arianne y Malcolm manejaban otro tipo de juegos.—No lo se apuesto caballero, mi esposo debe de estar por ahí, podria lastimarlo si me ve bailado con usted. —dijo tímida y a la vez coqueteando con Malcolm.El tomo su mano y la llevo a su boca seductor y con una mirad encantadora.—Correré el riesgo, —la impuso a levantarse.Cuando ella se enderezó, el paso su manos por su cintura y la acerco a su boca—Esta bien, pero intente controlar sus manos caballero. —ella le quito la mano de su cuerpo y camino cotoneando su cadera, Arianne sabia como volver loco a Malcolm, el sé paralizo observado sus curvas a maternidad le había sentado bastante bien, miro a un lado lamiéndose los labios en medio de una sonrisa, volvió la vista al frente y camino despacio detrás de Arianne.Al legar al centro de la pista ella le indico con un dedito que se acercara, el lo hoz como un león casando
Catorce años de feliz noviazgo Arianne los recordaba con nostalgia, los nervios le corrían por todo el cuerpo, como hormiguitas ajetreadas mordiendo sus intestinos. Pero era el tiempo perfecto. El escenario era precioso, una pequeña terraza, bajo las estrellas en un cielo oscuro, una velas aromáticas sobre la mesa y varias copas de cristal tan trasparentes que solo eran evidentes por la danza de las llamas sobre ellas. Se recogió el cabello en una coleta, su cabello era tan largo que aun así, las puntas le llegaban un poco más debajo de las caderas, se atavió en un vestido perla con un discreto escote al frente pero bastante seductor por su espalda dejando ver el sin fin de innumerables lunares salpicados en un lienzo de suave y tersa piel blanca. Un viento dócil soplaba amenazando las velas, la música era agradable conjugándose con los minutos que se derramaban como la cera de las velas. Se estremeció al sentir los dedos fríos recorrer su espalda, encontró de pie junto a ella al
Las discusiones con su padre iban en aumento, Malcolm había mejorado mucho las cosas tanto dentro, como fuera del periódico de su padre dejando toda, bueno casi toda su vida en ello. —Lucy, necesita una madre —Malcolm se levanto del asiento de golpe, cerro las persianas y la puerta, era un secreto que nadie sabía y seguiría siendo así. —Lucy ya tiene una madre, —Hizo una pausa reconsiderando que a esa mujer no se le podría llamar madre desde el momento en que lo abandonó con una nota en la puerta de su apartamento. Era ridículo pensar que él era el padre de esa chiquilla, pero claro la mujer que la abandono fue la más lista, escogió a uno de los hombre más cotizados de california. Al menos tenía un alma caritativa. —No me mires de ese modo, sé que eso no cuenta. —Esa pequeña ha tenido tantas nanas como tú amantes. —reprendió el señor Malcolm, su padre estaba cansado de su actitud despreocupada, una desilusión por un hijo inmaduro, así como Luci ¿cuántos niños pudo haber dejado re
Se sentía perdida caminado por la calle sin saber a dónde ir, cargaba en sus manos su teléfono, segura o al menos con la esperanza viva de que pronto, Erick, le llamaría. Se encontraba con personas que la miraban y sonreían o la señalaban, corrió sin darse cuenta a donde iba. No se dio por terminada la relación en realidad, Erick era el hombre de su futuro no imaginaba una vida sin él. pero no estaba dispuesta a perder su vida esperando que deseara formar una familia y eso jamás pasará.Se preguntaba qué era lo que estaría pensando en este momento, si al menos estaría pensando en ella o tuviera remordimiento por hacerle pasar el ridículo de su vida.Le dejo en claro, que si no iba a cambiar de opinión no la buscara. Ya era medio día y el aun no le llamaba. Nunca estaba tan ocupado para enviarle un mensaje.Su teléfono timbró, como invocándolo, Arianne respondió a toda prisa.—Erick, Erick, te necesito, has visto que alguien subió el video de nuestra cena…—“¿Cómo te atreves a presi
Abrió sus ojos debajo de las sábanas, su cuerpo estaba tan cómodo y a la vez agotado, adolorido, deseaba seguir durmiendo, afrentarse al mundo y las burlas era una tarea agotadora. Malcolm la animo tanto que consiguió sacarla a bailar, se reía de lo tonta que seguramente lucia bailando con dos pies izquierdos, la diversión quedo en la noche anterior, se descubrió para estirarse de inmediato buscando su teléfono.Sobre el buro no estaba, tirado en el piso tampoco, observo la hora era tardísimo. Casi medio día.Salto de la cama, era torpe y cayó al piso, se levantó con su cabello rizado, pelirrojo hecho una maraña.Entro en la ducha, el agua era refrescante, al salir observo por la venta el día, estaba brillante, el cielo despejado, el aire era fresco y a pesar de recordar sus problemas el peso que cargaba sobre sus hombros era más ligero ahora.El día no sería como lo esperaba, su coche no encendió y en el camino corriendo al recinto donde se llevaría a cabo el evento se encontró con
Arianne prefería mantenerse en algún rincón, desde ahí continuaba coordinando todo con una Tablet en la mano, era el centro de las miradas, el morbo del momento. Malcolm estaba cuidándola todo el tiempo, intentando acercare.Arianne temía un reclamo de su jefe, era claro que lo habia avergonzado, si veía a Malcolm venir hacia ella se giraba en el camino se le interponían colegas de universidad,Todo parecía estar en su contra para poder hablar con su asistente, conocía lo determinada que podía ponerse, si no la convencía ahora al terminar el día ella se iría y no la volvería a ver. Enviaría su carta de renuncia por faz o correo electrónico.Arianne no le daba muchas opciones, y detestaba el juego del gato y el ratón. Subió al estrado desde donde su padre habia dado un pequeño discurso, tomó el micrófono.—Su atención por favor, quiero aprovechar este momento para felicitar a Arianne Owen por su trabajo en el periódico, sin ella esto se vendría abajo —hubo silencio y la miradas sobre e