Renunciar

Abrió sus ojos debajo de las sábanas, su cuerpo estaba tan cómodo y a la vez agotado, adolorido, deseaba seguir durmiendo, afrentarse al mundo y las burlas era una tarea agotadora.

 Malcolm la animo tanto que consiguió sacarla a bailar, se reía de lo tonta que seguramente lucia bailando con dos pies izquierdos, la diversión quedo en la noche anterior, se descubrió para estirarse de inmediato buscando su teléfono.

Sobre el buro no estaba, tirado en el piso tampoco, observo la hora era tardísimo. Casi medio día.

Salto de la cama, era torpe y cayó al piso, se levantó con su cabello rizado, pelirrojo hecho una maraña.

Entro en la ducha, el agua era refrescante, al salir observo por la venta el día, estaba brillante, el cielo despejado, el aire era fresco y a pesar de recordar sus problemas el peso que cargaba sobre sus hombros era más ligero ahora.

El día no sería como lo esperaba, su coche no encendió y en el camino corriendo al recinto donde se llevaría a cabo el evento se encontró con muchas caras burlonas y cuchicheos.

Lo que pensó se convertiría en el momento más romántico de su vida se convirtió en una terrible pesadilla.

Ahora tendría que soportar estar en medio de un nido de carroñeros, pero eso no debía afectar su eficiencia, en la entrada recibieron su abrigo, ella se mostró hermosa, ataviada con un traje de tres piezas, color azul rey y unos lindos zapatos blancos.

El maquillaje no era lo suyo, así que solo se recogió el cabello en una coleta, su cabello rojizo y rizado caía como una cascada de fuego sobre su espalda hasta sus caderas.  Pero su rostro era el de aquella chica que venia de un funeral, sus ojos casi se contenían para no llorar.  

—¿Amiga que sucedió anoche? —Mandy la abordo de inmediato. Ella suspiro para controlarse, recordad su noche era algo que le daba ánimo. Pero su amiga porque sabía que habia sucedió algo la noche anterior. 

—¿Anoche? —se puso roja como tomate,  

—Volviste a ser tendencia,

—¿De que estas hablando? —Mandy le mostro su teléfono, las fotografías de ella conversando con Malcolm, su mano sobre su espalda en un lugar poco apropiado, ella sonriendo y bailando con su jefe.

“La Friendzone no pierde el tiempo”. “Porque ese papito saldría con alguien tan insignificante como ella”. “Esto es falso”.

Pudo leer algunos comentario; que Malcolm Ryan el mas cotizado partido de Canadá se fijara en alguien tan sencilla y fea como ella, eso podía sobre llevarlo. Malcolm era inalcanzable para Arianne, lo que no podía creer es que ahora ella era el centro de atención en las redes. Ella no era nadie.

Le devolvió el teléfono a Mandy y suspiro resignada, pronto aparecería cualquier otra víctima y se olvidarían de ella.

—Salgamos adelante con este evento, después de esto quizás tomaría una vacaciones, o tal vez…  voy a renunciar Mandy —le informo a su amiga con un tono de convencimiento del que Mandy no dudaba que estuviera hablando demasiado enserio.  

Ahora le preocupaba más cual sería la reacción de su jefe al provocarle este desprestigio.

—Arianne, al fin llegas. —Malcolm parecía no estar enterado, ella no quiso hablarlo, no era el momento, —puedes ayudarme acomodando los nombres en cada mesa, por favor es que los meseros son hombres, y tú sabes confunden el brazo izquierdo con la cabeza.

Ella suspiro y le regalo una sonrisa a su jefe, el al verla se sintió tan relajado.

Camino firme entre las mesas, le arrebato las tarjetas a los hombres que confusos no sabían distinguir el croquis del salón. Ella sin necesidad de eso, coloco cada tarjeta en su lugar, al terminar reviso los floreros en el centro de las mesas, fue hasta la zona de la cocina y se aseguró que los bocadillos estuviesen en perfecto estado.

Ordeno que comenzaran a servir vino en las copas, coordino con los meseres el momento exacto en que debían salir con las copas y las charolas. Cada cuanto tiempo debían ofrecerlos y en qué momento era el correcto para servir el primer platillo.

Reviso el sonido y todo mientras los invitos comenzaban a arribar y algunos sin prudencia intentaban abordarla para hacerle preguntas incomodas. La naturaleza periodística estaba a la orden el día. Con sonrisa forzadas y respuestas esquivas evito cualquier tipo de mofa a su persona.

Mientras que Malcolm se paseaba conversando con antiguos colegas de juventud y amigos de universidad conversando de la vida.

—Todo está listo, papá será un gran evento —Malcolm estaba en la puerta recibido a todos juntos  Mandy.

—Me alegra ver que todo esta bajo control —Malcolm su padre, reconocía que no estaba tan equivocado al darle la dirección del periódico a su hijo menor.

—No me colgare milagros, aquella mujer de cabello rojo, ella es una hermosa heroína sin capa sin ella mi vida sería un desastre —aseguro con una sonrisa.

La noche anterior habia pasado una noche tan divertido que no recordaba cuando habia reído tanto con una chica.

Su padre sonrió también, la forma de expresarse de su hijo era de un hombre que sentia algo diferente por una simple asistente. Mandy también noto una mirada extraña.

—Pues piense que hará jefe, después de este evento su heroína piensa abandonarlo.

—¿De que estas hablando?

—No ha visto su teléfono, se volvieron tendencia.

Malcolm encendió su móvil sin desprender la vista de la regordeta secretaría.

Todo era perfeto, ellos lucían muy bien juntos, el se veía tan atractivo y sensual como siempre, lo que no estaba bien eran las opiniones de gente sin conocimiento. Su rostro se desencajo cuando leyó tanto absurdo comentario sin saber realmente quien era esa dulce chica.

—¿Por qué no me no habías dicho?

—Me acabo de enterar, señor Malcolm usted es el único que puede retenerla. 

Él iba a resolver esto de la mejor manera que sabia hacerlo. Actuando impulsivamente.

—Papá puedes comenzar con el evento, vuelvo en un media hora.

Su padre lo interno detener pero fue imposible, el era quien iba a entregar los premios y reconocimientos a los periodistas. Era su deber.

Se dirigió al escenario  comenzó a saludar a todos

—Buen día todos, se preguntarán donde esta Malcolm Jr., bueno creo que tuvo que ir al baño. —risas —mientras el aparece, conversemos un poco sobre el inicio de este periódico… si la triste y misma aburrida historia de cada años, amigos.

Mas risas.

Arianne no conseguía estar en calma, debía llamar a Erick para explicarle sobre esas supuestas fotografías, nada era lo que parecía, fue a buscar su bolsa mientras el señor Malcolm tenía el control de evento.

—Señorita Owen, luce radiante este día —en un pasillo un tanto aislado la abordo Tessa maxwell

—¿Le parece? —Arianne se intimido, conocía perfectamente el filo sanguinario de esa mujer. Nunca imagino ser víctima de su veneno.

—Debe ser por que a pesar de las adversidad es, la vida le sonríe

—Disculpe ahora no tengo tiempo…

—Me gustaría —se arrastró para impedir que se escapara — que me regalar unas palabras sobre lo que hay entre, el señor Ryan y usted, acaso un romance de oficina. —saco una grabadora.

—Me está ofendiendo…

—Lo lamento, solo soy la voz de muchos colegas aquí que se preguntan lo mismo.

—Para su información, yo… —estaba por defender su relación, su amor de catorce años, pero esa historia era de conocimiento publico —es mejor que se pregunte si acaso mis palabras pueden alimentar el morbo de su revista, acaso cree que el señor Ryan va a fijarse en una mujer como yo. Está perdiendo el tiempo al buscar respuestas de algo que no tiene sentido, y me esta haciendo a mi perder mi tiempo.

Tessa guarda la grabadora.

—Si, es verdad,—La observo de arriba abajo — él señor Ryan no se fijaría en alguien como usted eso es de sentido común, dígame algo señorita Owen, su novio el hombre que la rechazo en el restaurante delante de todos, tenia una sospecha de que usted le engañaba con su jefe.

—No es lo que usted creo o lo que todo mundo se imagina, entre el señor Ryan y yo…

—Oh, no por favor no estes a la defensiva, simplemente al estar frente a usted alguien tan sin chispa, me brota la curiosidad periodística de saber cuanto puedes humillarte esperando que alguien como el joven Ryan se rebaje a tomarte en serio. —soltó una carcajada al alejarse.

Arianne no pudo responder a su veneno, estaba destrozada, no soporto más se derrumbo llorando, Erick suplicaba por que le llamara, que la salvara de esto, busco su teléfono en su bolsa, se sentó en un rincón llorando.

Seguramente lo habia dejado en casa. Solo suplicaba que por favor Erick no creyera que en verdad le había sido infiel con su jefe.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo