Arianne prefería mantenerse en algún rincón, desde ahí continuaba coordinando todo con una Tablet en la mano, era el centro de las miradas, el morbo del momento. Malcolm estaba cuidándola todo el tiempo, intentando acercare.
Arianne temía un reclamo de su jefe, era claro que lo habia avergonzado, si veía a Malcolm venir hacia ella se giraba en el camino se le interponían colegas de universidad,
Todo parecía estar en su contra para poder hablar con su asistente, conocía lo determinada que podía ponerse, si no la convencía ahora al terminar el día ella se iría y no la volvería a ver. Enviaría su carta de renuncia por faz o correo electrónico.
Arianne no le daba muchas opciones, y detestaba el juego del gato y el ratón. Subió al estrado desde donde su padre habia dado un pequeño discurso, tomó el micrófono.
—Su atención por favor, quiero aprovechar este momento para felicitar a Arianne Owen por su trabajo en el periódico, sin ella esto se vendría abajo —hubo silencio y la miradas sobre el joven Malcolm —, enserio, deberían ascenderla a presidenta, lo hace mil veces mejor que yo — todos rieron con el comentario de Malcolm —, es una chica maravillosa, capaz e inteligente, y sobre todo muy, muy hermosa, como una pequeña pero muy poderosa estrella en medio del universo y o tuve la fortuna de conocerla.
Malcolm era carismático y encantador. Ese era tal vez el secreto de su éxito con las chicas.
Todos aplaudieron, Arianne agradeció y espero que sus halagos terminaran y diera paso a su discurso. Le hizo una señal a Arianne que se acercara, ella negó rotundamente.
Abrió los ojos e insistió en que se acercara, la pequeña pecosa no se movió, sus pies eran pesados como de plomo.
Malcolm no permitiría que su asistente le arruinara un gran momento, salto del pequeño escenario y camino hacia ella con el micrófono en la mano y una copa de vino en la otra mano, la luz de un reflector siguió su trayecto.
Los encargados de la iluminación, bajaron el resto de las luces y solo un circulo claro, los ilumina a ellos.
Arianne se centro en la mirada de Malcolm, claro tenia unos ojos risueños, y una sonrisa que embrutecía a cualquier mujer, no había nadie mas solo su jefe y ella.
—No tiene que agradecer es mi trabajo. —admitió, observando a todos lados, no podía ver muy claro, pero seguro que todas las miradas estaban sobre ellos, y entre tantas miradas los de serpiente de Tessa.
—Además eras demasiado modesta, —la señalo con toda la palma, no estaba segura que espera, quizás aclararía lo que no habia entre ellos —Lo ven es una gran mujer, mucho del triunfo del periódico se debe a tu pasión y tu dedicación. Nunca te lo había dicho Arianne, pero admiro tu inteligencia, y tu habilidad para resolver las cosas de la manera menos inesperada posible, —rio —me haces el día más ligero con una sonrisa, y llenas de vida y color la oficina cuando tratas de contar un chiste y antes de terminar ríes contagiándome de esa carcajada. Y cuando estas sentada en tu escritorio concentrada en el trabajo, eres tan profesional y preciosa, muerdes tu bolígrafo como si eso fuera la clave de tu inspiración.
Cada vez Malcolm comenzaba a hablar mas serio y expresando cosas que habia pensado en realidad.
—Eres tan increíble no puedes renuncia, el periódico s iría abajo sin ti, yo me iría al piso sin ti, confundiría el pie derecho con la mano izquierda.
—Podrá encontrar a una asistente tan capaz como yo o incluso más…
—No puedes dejarme Arianne, no puedes dejarme por que yo te amo. —Sonó tan real, tan sincero, las piernas de Arianne se hicieron de gelatina.
Abrió los ojos grandes y comenzó a negar y a caminar hacia atrás, Malcolm le entrego la copa a un mesero y se apresuró a cogerla del brazo para que no huyera, le negó con un suave movimiento de cabeza. Mucho comenzaron a murmurar…
Arianne se puso roja como tomate.
Malcolm se coloco en una rodilla, Arianne le pedía que no lo hiciera pero el no se detuvo, saco una caja en forma de rosa, el clic indicando la abertura de la misma que se escuchó en el mismo centro de aquel salón, el silencio era penetrante. Todos alrededor estaba como estatuas, casi ahorrándose la respiración.
—Arianne Owen hazme el favor de convertirme en el hombre más feliz del mundo, dame una oportunidad de demostrarte que existimos verdaderos hombres capaces de darlo todo por la mujer que se adueña de nuestro corazón, de nuestros pensamiento y nuestra razón, juro que luche contra esto, pero siempre en el fondo de mi corazón albergaba una esperanza de tener una oportunidad contigo, te conozco demasiado bien para saber qué eres la mujer que quiero en mi vida para toda ella. —patrañas pensó Arianne, pero era tan romántico, tan dulce, que aunque fuera mentira no podía negar que fue hermoso —Arianne Owen, cásate conmigo.
Ella se quedo petrificada, como una estatua, fue perfecto, los flash de las cámaras capturaron el instante como una hermosa escena de novela romántica.
El coloco el anillo en su dedo, y ni con eso reacciono, él se puso de pie la rodeo de la cintura y pidió que soltaran la música, un suave vals fue el cómplice de un encantador momento. El suplico en el oído que acepara, pero ella no estaba segura si esto era un sueño.
Arianne se encontraba inmersa en lo acontecido unas noches atrás, las risas, los murmullos, cada comentario burlándose de ella en las redes, la ausencia total de Erick y por si fuera poco los insultos de su suegra.
“Nadie se fijaría en alguien tan insípida como tú”
Cuando la música se detuvo el esperaba que ella aceptara, todos la rededor esperaban la respuesta, nadie producía el más mínimo ruido.
—Acepto … —respondió
La tensión en el estómago de Malcolm se controló, abrazo a Arianne dio vueltas cargando una muñequita de trapo aterrada de lo que estaba sucediendo.
—Oh mi amada —y sin más preámbulos, Malcolm, planto un beso en los labios de Arianne.
Eso estallo una serie de fuegos artificiales en su mente, al igual que en Malcolm.
Al principio le costo conectar con ella, pero apenas el calor se adhirió a sus labios, la todo de la cintura y profundizo en el beso, le gusto aquel calor, le gusto la suavidad, la inocencia, y la cadencia con que se entregaba.
Suspiro sin poder detenerse, sin desear detenerse, su cuerpo era perfecto. Encajaba muy bien entre sus brazos, era ingenua, pero sabia besar muy bien.
Esos labios le gustaron más de lo que hubiera imaginado, tanto que lo que comenzó con una farsa, fue tomando realidad, la abrazo fuerte.
Algo le hizo reaccionar, estaba jadeando por hacerla suya, su aroma, era una arma mortal que nunca había conocido, era como kryptonita.
—Gracias por hacerme el hombre más feliz de la tierra. . —ella asnito, con las piernas temblorosas, Dios, nunca había experimentando cosquillas mientras un hombre la besaba.
Sus pecas se perdieron entre el colorado rojo que se tomaron sus mejilla, su jefe besaba mil veces mejor de lo que imagino algún día, no tendría por qué sorprenderla cuando era un experto. El conquistar y seducir de mujeres hasta llevarlas a la cama, era como su deporte favorito.
Por qué con ella era diferente. Bajo de la nube y puso sus pies en el piso.
—Podemos hablar en privado? —le pregunto ella, Malcolm sonreía.
—Lo he esperado todo la tarde, hablemos de la boda quiero casarme contigo cuanto antes.
Arianne camino apartándose de la multitud, era Malcolm Ryan un adolescente inmaduro que no creía en el amor, y que ahora de pronto estaba enamorado de ella. y le pedía matrimonio.
—Ahora dime la verdad, por que hizo esto, usted no está enamorado de mí.
Era imposible caminar entre la multitud, todos interesados en obtener más información, de llevarse la primicia de los detalles.Toda la marea de preguntas y teléfonos apuntándonos con las grabadoras encendidas como si se tratara de una pareja de televisión la hizo caer en un pozo oscuro, completamente abrumada.—Por favor amigos, no daremos declaraciones este día —alego Malcolm pero con una enorme sonrisa en los labios —Ahora quiero un minuto a solas con mi prometida.Malcolm la tomo de la mano, y la llevo a un lugar apartado. Pero no privado aun seguían delante d todos para que ella no pudiera simplemente romper el compromiso, o llenarlo a él con preguntas, o por lo menos aun no.—Debemos esperar un poco Arianne, somos el centro de atención. —la detuvo de la muñeca, Arianne miro a todos lados nerviosa, lento pero brusca saco su mano del agarre de su jefe, Este volvió a tomarla pero esta vez con ambas manos, llevando a su boca le suplico con unos ojos de borrego a medio morir—Por fav
Tras terminar todo, Malcolm llevo a Arianne a un pequeño bar, por supuesto había alguno colegas periodistas persiguiéndolos. Arianne estaba muy nerviosa, el anillo en su dedo era brillante y muy costoso.—¿Quieres algo de beber? —Arianne negó, de finitimamente no volvería a probar una bebida en toda su vida, aun no recordaba como habia llegado a casa la noche anterior. El sí pidió una bebida—Es una locura —le susurro. Observaba a todos lados, cualquiera podria ser un periodista.Malcolm tomo un mecho de su cabello rojizo y jugo con él, mirándola como un enamorado perdido en su rostro, no era difícil Arianne era demasiado hermosa.—Si, correcto, seguiste mi consejo.—No puedo casarme con usted.—¿Por qué no?—Es mi jefe, es muy bueno pero yo no lo amo... —Yo tampoco… —Confeso, pensar en mantener esa mentira por mucho tiempo sería cansado y agotador, así que optaría por confesarle la verdad, se giró para recibir el trago del cantinero.Arianne no pudo evitar sentirse desilusionada,
¿Como habia llegado a la cama?, al menos aun estaba entera, esa noche de discoteca fue terrible, habia bebido demasiado, cayó en un sueño tan profundo. Levanto la mitad de su cuerpo, observo su teléfono sobre la cómoda, lo tomo y se lamentó al darse cuenta que no tenía ninguna llamada de Erick.Comenzó a reírse del loco sueño que tuvo, su jefe el cotizado Malcolm Ryan le habia pedido matrimonio en medio de una sala llena de personas elegantes, aun debía ir al evento, observo el reloj, tenía mucho tiempo de sobra.Se estiro para relajar sus músculos, los pies le dolían horrible.El olor a tocino y mantequilla la envolvió, cielos, nunca habia sentido tanta hambre en su vida, bajo de la cama, se puso una bata y salió a buscar algo decente que desayunar aunque no se tratara de huevos y tocino.Una música suave y la voz de alguien cantando la hizo meditar si acaso aún seguía dormida, camino despacio hasta la cocina y no podía dar crédito a lo que estaba sus ojos observando.—Señor Ryan, —é
El llanto de una mujer traía a su mente muy malos recuerdos para Ryan, agradeció cuando Mandy llego para consolarla, y s hermana un poco después, desde luego le partía el corazón pero que podria hacer ahí, esa mujer estaba perdida de amor por un … no habia palabra que describiera a ese canalla.—Dime que hizo esa mujer para atrapar al hombre sin corazón —recrimino su amigo, Daniel un pequeño, delgado ratón de biblioteca que se adhirió a él como sanguijuela y jamás, nunca logro deshacerse desde que tenían cinco años, vivían en el mismo vecindario, fue imposible escapar.Con el tiempo se forjo una verdadera y bella amistad.—Creo que construyó uno para mí —Respondió Malcolm incrédulo para el mismo de lo que acaban de escupir.Daniel se echó a reír con más ganas de las que podía tener.—No en serio Malcolm, ¿que hizo?—Nada,—Si, habia sido una respuesta tonta —vi como su estúpido novio la desprecio en medio de un restaurante y no lo soporte. Sabes que defiendo a los débiles y frágiles—¿
Arianne habia dejado de llorar, armo ella misma la cámara. Era un hermoso sueño que tenía desde niña, tantos años trabajando en el periódico, tenía el ahora suficiente para viajar al menos por un mes. Era increíble que Malcolm lo recordara aun después de años fue solo un comentario sin mucha relevancia solo una vez. Ese sueño siempre era postergado porque Erick no quería tomar vacaciones, a él no le costaría ni un centavo pero nunca apoyo esa locura.—¿Qué pasa?, estaba sonriendo hace un segundo—Estaba pensando…—En ese cretino, —reprendió Rous —no quiero que comiences a llorar de nuevo, a menos que de verdad lo necesites.—Estaba pensando en que ustedes tienen razón, jamás me di cuenta que Erick solo me ataba a él, sin darme nada, impidiéndome cumplir muchos sueños, ni siquiera es capaz de cumplir mi sueño de ser su esposa o la madre de sus hijos, nuestra relación no crecía, hacíamos lo mismo casi todas las semanas, salíamos a donde él quería, no probábamos nada nuevo, vivíamos co
Malcolm seguía girando en su silla esperando una respuesta, olvido la recomendación de su padre de enviarle un mensaje preguntado si sentia mejor. Si la pecosa se arreglara más, si fuera más cuidadosa, seria perfecta para representar el papel de su esposa, era bonita pero le hacia faltaba algo para resaltar su belleza.¿O no?, ella era tan natural tan hermosa, sencilla y trasparente. Era mejor no cambiarle nada, y seguiría conservando esa esencia y esa confianza que lo hacía seguirla ciegamente. Tres toques de la puerta no lo hicieron despertar de su fantasía, Arianne tenia algo, una mujer no le habia atormentado tanto desde Nicole.Volvieron a llamar a la puerta.—Adelante. —estaba cubierto por el respaldo de la silla de espaldas a la puerta.La puerta se abrió lentamente, y unos tacones retumbaron en el silencio de la oficina.—Señor Ryan, ¡ya estoy aquí!Malcolm se giró en la silla, lo primero que sus ojos vieron fueron los tacones negros que llamaron su atención, las pantorrilla
Arianne abrió los ojos, un poco aterrada y un poco asombrada, su hermana tenía razón su jefe estaba enamorado de ella, como podria hacerle daño, tomándolo como una tabla de salvación.Nicole estaba de brazos cruzados, rechinaba los dientes exhalando fuego por la boca, sus ojos rencorosos y furiosos.—De verdad me estas reemplazando por esto? —Le apunto con el índice bajando u subiendo en dirección de Arianne.La pecosa, la observo brinco su mirad Malcome y volvió a la glamurosa mujer.—¿Quién es ella? —pregunto Arianne, no era capaz de lucir ni un poco como ella. Sus mejillas se enrojecieron de vergüenza.—Una loca —Afirmo su jefe sin más —, la verdad no sé cómo logro entrar hasta aquí, pero tranquila mi vida, ya llamé a seguridad—Te conozco mejor que tú mismo, la lástima que te provoca esta insignificante te empuja al suicidio, pero está bien veamos hasta dónde llega tu juego,—LárgateAntes de salir deposito un beso en su pulgar, con una sonrisa coloco el pulgar en la boca de Mal
—¿Ya no lo está?Por supuesto, a pesar de todo fueron años de estar juntos, como podria ser capaz de olvidarse de él, como podria de un día parea el otro decidir que su corazón no latiera tan enloquecido cuando lo veía o cuando lo pensaba, aunque la razón ahora estuviera mas descontrolada tratando de hacerle entender que ese hombre estaba lleno de defectos, lleno de dudas, de cadenas para ella que solo provocaría más dolor, humillación y sufrimiento en su vida, y que después de lo que habia sucedido no habría vuelta atrás.—Quiero darme una oportunidad con el señor Ryan. —Arianne parecía que se derrumbaría, sus parados bajaban lentamente, y su voz sonó un poco adormecida,—Muchas gracias esto es todo, hemos decidido que la boda será dentro de dos semanas.Los ojos de Arianne se abrieron como pelotas, en dos semanas habia dicho. Después de escuchar eso se desvaneció entre los brazos de Ryan.Arianne tomo un poco de agua después de Ryan la llevara cargada entre sus brazos hasta la ofici